LAS VEGAS -- Timothy Bradley se pudo ir de Las Vegas tranquilo, con la derrota, pero tranquilo, satisfecho y contento de que hizo una buena demostración de boxeo ante un peleador que le superó.
El estadounidense salió de la Arena Garden del MGM con su primer revés ante un Manny Pacquiao que no pudo conectar como se esperaba y que sigue estando algo lejos de su tope.
Pero salió conforme. La gente se fue contenta y puede esperar a enfrentarse nuevamente a lo mejor del peso Welter, pues aunque con la lesión, ofreció quizá su mejor versión en último tiempo.
Bradley pudo quitarse muchos golpes de Pacquiao, conectó muy fuerte en el cuarto asalto con una mano derecha que hizo ver estrellas al filipino. Al menos ganó tres o cuatro asaltos en una pelea en la que ganó mucho crédito pese a la derrota.
Para el púgil estadounidense se viene un posible pleito ante Brandon Ríos o quizá la revancha ante el púgil ruso Ruslan Provodnikov, aunque primero habrá de regresar ante un rival que sin ser de nivel A, le permita regresar y capitalizar su vuelta al boxeo y al triunfo.
Timothy deberá descansar al menos unos meses hasta que se sienta mejor de su lesión en la pierna derecha, la cual no le permitió hacer el plan de pelea que tenía, pero que no le impidió reconocer el triunfo del tagalo.
Justo ahora la revancha que se había planeado con Juan Manuel Márquez ha quedado en el olvido, pues la realidad es que el mexicano quiere el cetro Mundial Welter que hoy tiene Pacquiao y se antoja más un duelo ante entre el mexicano y el filipino.
Con apenas 30 años, Bradley ya fue Campeón en dos categorías, primero en peso Superligero y ahora en peso Superwelter, de la mano del mexicano Joel Díaz y quizá haya oportunidad de verlo ascender para buscar el Tricampeonato, siempre y cuando suba fuerte, no sólo por evitar los estragos de marcar el límite de las 147 libras.