Carlos Irusta 10y

El Chino Maidana y Juan Martín Del Potro se dieron la mano

LAS VEGAS (Enviado especial) -- Con los ojos más achinados que nunca, Marcos Maidana fue al encuentro de su visitante, casi inesperado: Juan Martin del Potro, quien se apareció en su suite a eso del mediodía del sábado. El Chino estaba durmiendo, como hace generalmente cuando está cargando las baterías, antes de una pelea. Así que se levantó, saludó, se dieron la mano y...

-¿Cómo estás campeón? Es un gusto conocerte, vengo a desearte mucha suerte...
-Gracias, Juan Martin, ¿Cómo estás?

-Y... aquí ves, reponiéndome de la lesión en la muñeca izquierda, me operaron y tengo todavía para unos cuantos meses más. Vengo de Miami y no me iba a perder tu pelea. Eso sí, discúlpame que te haya despertado.
- No, no hay problema, estaba descansando un poco, gracias por venir...

-Lo que pasa es que yo sé lo que es esperar a un partido, a uno le molesta que vengan los curiosos y ahora, el curioso soy yo, pero qué querés, cuando me enteré de que peleabas, le pedí a mi mánager que me comprara un par de ring sides, no me podía perder esto... Lo gracioso fue que me dijeron que Mayweather me invitaba a ver los entrenamientos, mirá si iba a ir a verlo...Yo soy argentino...¿Y vos, cómo estás, Chino?
-Bien, tranquilo, muy tranquilo...No sé qué problema tuvo el negrito (por Mayweather) con los guantes, pero no importa...le vamos a pegar igual...

Maidana tuvo tiempo también de tocar la guitarra, junto a un breve grupo de amigos y allegados. Si bien le cortaron un rato la siesta, Maidana estuvo feliz por la visita de Del Potro, de la misma manera en que están en Las Vegas El Burrito Ortega y Carlos El Tata Baldomir, que fue rival de Mayweather, y que es santafecino como El Chino. Maidana, a su manera, punteó un poco la guitarra que le obsequió Antonio Tarragó Ross, como para sacarse el gusto...

Un rato más tarde, la visita había terminado y El Chino, seguramente, se volvió a dormir un rato más, esperando a Mayweather. Eran las dos de la tarde del sábado. Cada vez, faltaba menos para la pelea...

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