SAN FRANCISCO -- Shayne Skov está listo para el fin de semana más importante de su vida deportiva.
Entre jueves y domingo su vida cambiará de manera radical, en especial desde aquellos tiempos en que comenzó a jugar fútbol americano de niño en los empolvados campos del Club Carneros de Guadalajara.
Skov esperará paciente, aunque ansioso, en su casa situada en los suburbios de Oakland, California, a que su nombre sea pronunciado en el Draft 2014 de la NFL.
El linebacker interno de 23 años, graduado de la Universidad de Stanford, tuvo que cambiar su plan de viajara a Guadalajara la semana previa al sorteo para estar rodeado de su padre, Peter Skov; su hermano Patrick y sus dos hermanitas tapatías.
En cambio, estará en casa de su tío, apenas a unos cuantos metros de la propia, rodeado sólo de unos cuantos familiares más, incluido Patrick, también prominente jugador de Stanford, ex de Carneros.
Skov ni siquiera quiere a su agente cerca de él, mucho menos cámaras de televisión o fotografías, ni periodistas de ningún tipo; esará sólo con su familia más cercana, salvo su padre y hermanas, quienes también estarán ansiosos en Guadalajara por enterarse cuál será el equipo que brinde su primera oportunidad como jugador profesional.
Este jueves, Shayne tuvo un día muy similar a los más recientes en el área de la bahía.
Por la mañana fue a ejercitarse; poco después fue a una firma de autógrafos de la compañía Deck, que con la imagen de Skov por vez primera lanzó una tarjeta coleccionable conmemorativa en español de un futuro novato de la NFL.
Después a casa, para descansar y estar listo para el draft.
Su familia y en particular su padre, quisiera verlo en un equipo cercano a territorio mexicano, para que Skov pueda estar en contacto con el país que lo vio nacer como atleta la mayor cantidad de veces posible.
También para que pueda atender compromisos de la fundación altruista que recién anunción encabezará para ayudar a niños de escasos recursos en diversos aspectos, en especial a que jueguen fútbol americano, si así desean.
Para la NFL también sería un éxito que Skov sea reclutado por equipos con amplio mercado hispano local, nacional o internacional.
Pero es un hecho que en la liga profesional más importante de Estados Unidos primero se evalúa el talento en el campo de juego y su conducta afuera, además de su nivel intelectual y educativo, que la posible mercadotécnia que podría tener un jugador bilingue a la perfección como Skov.
En el área de la bahía, San Francisco/San José/Oakland, es visto como un ídolo y uno de los mejores jugadores defensivos que han pasado en la gran historia de la Universidad de Stanford, donde entre otros logros es el sexto líder en tacleadas de todos los tiempos.
Es considerado un jugador pasional, muy inteligente y con el liderazgo suficiente para unir cualquier vestidor, incluido uno profesional; por algo fue elegido capitán de Stanford por votación entre el resto de sus compañeros.
La gran mayoría de analistas locales coinciden con los nacionales en que Skov deberá ser reclutado entre la tercera y cuarta ronda, aunque nunca se debe descartar en fin de semana de draft una sorpresa positiva o negativa...
Nadie sabe con certeza el destino de Skov a partir de la próxima semana.
Equipos como los Denver Broncos, Indianapolis Colts, San Diego Chargers y Minnesota Vikings mostraron mucho interés en Skov durante las semanas más recientes.
Los San Francisco 49ers y Oakland Raiders conocen a la perfección sus habilidades; los coordinadores defensivos de ambos equipos, Vic Fangio y Jason Tarver, de manera respectiva, fueron sus entrenadores universitarios.
De hecho, Fangio y el actual entrenador en jefe de los 49ers, Jim Harbaugh, reclutaron para Stanford a Skov, parte de la generación más importante de la escuela en su época moderna y que incluye cuatro presentación consecutivas en Tazones de la Serie de Campeonato (BCS, por sus siglas en inglés).
Muchos de los analistas que vieron la carrera de Skov están en contra de los que creen que es propenso a las lesiones; en sus últimos dos años colegiales sólo faltó a un partido, después de que perdió casi todo el 2011 por una lesión de rodilla.
Y sus problemas musculares en la pantorrilla izquierda tampoco ayudaron a borrar esa impresión; en particular después de que fue incapaz de lucir su mejor velocidad en su única audición física frente a evaluadores de talento, el pasado 21 de abril.
Por el lado positivo, en la región donde brilló durante su carrera colegial, creen que su gran educación, valores, estudios y capacidad bilingüe también jugarán un papel trascendente en la decisión de la mayoría de los equipos cuando evalúen a un muchacho que terminó hace unas semanas su carrera universitaria en una de las escuelas con mayor prestigio a escala mundial.
Por los pronto, Skov, de 6 pies con 3 pulgadas de estatura y 245 libras de peso, está listo para el siguiente nivel.
Nadie jamás se quejará de su ética de trabajo, su estudio del rival y propio; dentro y fuera del campo; ni de su pasión por el juego, como aseguran las publicaciones en el norte de California previas al draft.
Y está listo para representar de manera orgullosa el país donde, él mismo asegura, aprendió a jugar el deporte de sus amores, el fútbol americano.
Para muestra del orgullo que siente por su tierra adoptiva, cada vez que Skov realizaba una jugada durante su último partido colegial, el legendario Rose Bowl, donde ofreció su última gran demostración, la pantalla gigante decía: "Hogar: Guadalajara, México".