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El apoyador Shayne Skov espera cumplir su sueño de llegar a la NFL

PALO ALTO -- Shayne Skov contemplaba sentado una banca el campo de fútbol americano de la Universidad de Stanford, donde pasó buena parte de su tiempo los últimos cinco años.

Solo, saludando de lejos y cerca a algunos de los estudiantes que deambulaban por el campus, escuchaba música a través de su teléfono.

Volteaba para todos lados como si tratara de absorber hasta el último detalle de su escuela, durante las horas previas al Draft de la NFL, donde tiene la esperanza de ser reclutado para convertirse en jugador de fútbol americano profesional.

"No estoy nervioso, más bien ansioso", dijo Skov el jueves por la tarde. "Ya quiero que llegue el momento de conocer cuál será el equipo que me dará la oportunidad de mostrar mi juego en la NFL".

"Tampoco estoy preocupado, porque no es algo que yo pueda controlar", agregó. "Así sea seleccionado en la segunda, en la cuarta, en la última ronda de este draft, sólo espero tener la oportunidad de llegar al lugar donde siempre soñé".

Skov, de 23 años de edad, estaba consciente de que sus posibilidades de ser reclutado en la primera ronda del draft eran mínimas. De hecho, así fue.

Sus esperanzas realistas de convertirse en el primer jugador egresado del sistema de fútbol americano infantil y juvenil de México en ser elegido en el draft de la NFL, en una posición diferente a la de pateadores, están entre este viernes y el sábado.

El viernes se realizarán la segunda y tercera rondas del reclutamiento; el sábado de la cuarta a la séptima y última.

"Estoy muy orgulloso", dijo Patrick Skov, de 21 años, fullback de la Universidad de Stanford. "Ha esperado mucho tiempo por esta oportunidad. Me siento feliz por ver que está cerca de hacer lo que siempre ha hecho, pero ahora en el mejor futbol americano del mundo".

Ambos hermanos comenzaron en el deporte de sus amores, el de las tacleadas, cuando eran pequeños en su ciudad adoptiva, Guadalajara, a donde llegaron empujados por la enfermedad de su mamá, quien falleció a finales del año pasado.

Siempre idolatraron la NFL y cualquier otra forma de fútbol americano, aunque jamás pensaron de manera seria que alguno de ellos podría convertirse en profesional.

Eso comenzó a tomar forma, según Shayne, cuando llegó a Stanford como un alto prospecto preparatoriano de New Jersey, a donde se mudó internado en su segundo año de preparatoria.

Pronto se dio a conocer por su habilidad y, sobre todo, por su pasión y entrega en cada entrenamiento y jugada.

"Mi hermano fue un líder aquí", indicó Patrick, quien llegó a la reunión con Shayne apurado porque estaba en el gimnasio siguiendo su rutina de preparación rumbo a la próxima temporada colegial, donde aún tiene dos años de elegibilidad".

"Con mi hermano viene una mentalidad muy agresiva", agregó. "Le va a echar todo el corazón. Y si trae esa energía a su nueva defensiva, puede cambiar a todo un equipo".

Skov fue titular desde su cuarto juego en la temporada de novato hasta su último partido, en el más reciente Rose Bowl, donde además fue el mejor jugador defensivo, igual que el año anterior.

Tiene la sexta mayor marca de tacleadas en la historia de la universidad, aunque de acuerdo a algunas personas cercanas a él en la escuela, como Alan George, del área de relaciones públicas, su mayor mérito fue la manera en que entrenaba diario.

"Lo que iba a hacer y trabajar para tratar de llegar a la NFL, ya lo hice", sentenció Skov. "Pasé mucho tiempo en estos campos de la universidad trabajando duro, primero por mi equipo, mis compañeros y todos los que fueron parte de esto".

"Desde que jugué mi último partido en el Rose Bowl", agregó, "seguí trabajando y preparándome fuerte para el siguiente nivel. Hoy sólo me toca esperar y estar listo para cuando me toque ir a entrenar con el que será mi nuevo equipo".

Junto con Skov, terminaron su carrera colegial otros 13 jugadores de la considerada mejor generación de Stanford en su historia, la que participó en cuatro tazones de la BCS.

Al menos ocho o nueve son prospectos para el draft y el resto es muy probable que reciban ofertas a partir del domingo para probarse en la NFL como agentes libres novatos no reclutados.

En la actualidad, hay otra docena jugadores en la NFL que fueron compañeros de Skov en algún momento durante su paso por Stanford, incluido el mariscal de campo de los Indianapolis Colts, Andrew Luck.

Entre esa generación, según Shayne, hay más que un compañerismo de equipo; hay una hermandad y será raro cuando tengan que enfrentarse unos contra otros en la NFL.

"Pero te aseguro que todos vamos a jugar con una gran intensidad, para demostrar el espíritu, la preparación y la competitividad que aprendimos todos juntos", mencionó.

"Si juego contra Andrew voy a tratar de taclearlo y golpearlo", añadió en tono de broma. "Cada vez protegen más a los mariscales de campo, en especial durante los entrenamientos. Nunca he tacleado ni golpeado a Andrew. La primera vez será algún día en la NFL".

Shayne y Patrick dijeron que una de las claves para el éxito reciente de Stanford había sido la competitividad entre ellos mismos durante cada entrenamiento de campo, gimnasio, video, el que fuera.

Y hasta en sus últimos momentos como compañeros, antes de llegar al fin de semana del draft, intentaron competir unos contra otros.

"Quedamos que el primero que sea elegido en el draft tendrá que pagar la cena de la mesa completa en Las Vegas, a donde pensamos reunirnos otra vez para festejar y recordar nuestro tiempo aquí".

Skov abandonó su campus un par de horas antes de comenzar el draft, rumbo a la casa de su tío en un suburbio cercano a Stanford, donde dijo que pasaría la mayor parte del fin de semana.

"Pero voy a ver poco o nada del draft", dijo Shayne. "Voy a tratar de llevar una vida normal, si es que puedo. No hay nada que pueda controlar, mejor esperaré a que suene mi celular y me avisen a dónde voy".