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Bermane Stiverne vive su sueño

LOS ÁNGELES -- "Estoy viviendo mi sueño", fue la frase que resumió el momento en la carrera de Bermane Stiverne.

El nuevo campeón de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo habló despacio pero desde el corazón en la conferencia de prensa después de derrotar por nocaut técnico en el sexto round a Chris Arreola el sábado en el Galen Center de la Universidad del Sur de California.

El haitiano no ocultó su felicidad y el orgullo por ser el nuevo dueño del cinturón que controló durante más de una década el ucraniano Vitali Klitschko.

"Estoy realmente orgulloso de ser el que le devolvió el cinturón a las Américas", reconoció.

El residente de Las Vegas cumplió su objetivo.

"Tenía el sueño de ser campeón del mundo pero para mí era imposible", confesó. "Pero seguí adelante sabiendo que era imposible. Nunca paré y continué. Imagino que eso es lo que llaman fe".

Stiverne tuvo una larga lista de agradecimientos, en la que recordó a su equipo, su familia y su mánager, pero agregó un párrafo aparte para Don King, quien volvió a tener un campeón de peso pesado tras una sequía de cinco años.

"Estoy honrado de llevarlo de nuevo a la cima", avisó.

Stiverne explicó que la victoria llegó gracias a la paciencia y el estudio.
"Lo que tiene Chris es que quiere soltar sus golpes cuando el oponente está en las cuerdas", dijo. "El plan era que se pusiera cómodo y sorprenderlo y creo que hice eso en el segundo round, lo hice tambalear, y seguía cometiendo el mismo error una y otra vez. En el sexto lo hizo dos o tres veces y ahí fue cuando decidí largar esa derecha".

El apodado B-Ware ("ten cuidado") habló sobre la preparación extrema que utilizó para ponerse a punto para este duelo, y contó algunos de los sacrificios que debió hacer.

"Hice mi tarea", indicó. "Los que me conocen saben que no tengo cable en mi casa en Las Vegas durante mis campamentos. Todo lo que hago desde antes de la primera pelea es verlo a Chris".

Sobre su futuro, Stiverne descartó por el momento un tercer duelo ante Arreola y evitó pronunciarse acerca de Deontay Wilder o Wladimir Klitschko.

Después de todo, el canadiense está viviendo su sueño y no quiere que nadie lo despierte.