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Tras la victoria de Pachuca 3-2 sobre el León en la Final de ida creo que muchos nos hemos sorprendido por el resultado y por lo bueno que estuvo el partido en la casa de La Fiera.
Fue una Final de ida muy intensa, dinámica, atractiva, con rachas para los dos equipos. Y personalmente me dejó un grato sabor de boca lo que hizo Pachuca, que se comportó a la altura.
Al León le sigue costando un poco la contundencuia, sin embargo, no podemos pensar que la Final ya esté resuelta para los Tuzos y es que a lo largo de esta Liguilla el León nos ha enseñado a no darlo por muerto.
La final está abierta y me parece un marcador atractivo, pues esto obligará al León a atacar en Pachuca desde el primer minuto, pues quizás con el empate se presentaría un partido más cauto en el planteamiento.
Aún sigo creyendo que el León es favorito y debemos de agradecer a ambos técnicos y a los futbolitas esmeraldas y Tuzos, por una Final digna donde vimos espectáculo, entrega, goles y pasión. Quizás no son de gran convocatoria a nivel nacional, pero vaya que enamoran con su futbol.
MÁRQUEZ VOLVIÓ A PERDER LA CABEZA
Sabemos de la intensidad de las finales, sabemos de todo lo que se juega, de toda la pasión que genera el futbol y la lucha por un título, pero es inaceptable que el capitán Rafa Márquez vuelva a perder la cabeza.
Esta vez no hubo consecuencias, pues el árbitro Ramos se guardó la tarjeta roja, pero no es posible que el experimentado defensa ponga en riesgo a su equipo por una tontería.
El zaguero se
equivoca y se salva de ser expulsado. Rafa se vuelve a enchufar en un tema con el árbitro y volvió a demotrar poca tolerancia a la frustración. Rafa le gritó y le manoteó al árbitro, perdió el control y eso no habla bien del capitán que ya en reiteradas ocasiones ha dejado con 10 a su equipo en partidos clave.
Es un extraordinario futbolista y es capitán de la Selección Mexicana de futbol, por lo que no debe de dejar que la calentura lo controle. No tenía ninguna razón para hacer ese desplante y rabieta. Alguien, sobre todo en el Tri, debe de explicarle que siempre tiene que poner delante toda su jerarquía, clase y calidad. Ojalá no veamos un episodio así en el próximo Mundial.