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En busca del salto a la fama

LA PAZ (EFE) -- El zaguero Carlos Tordoya, quien alternó en las reservas del Rosario Central argentino el año pasado, y el centrocampista Javier Guzmán son dos jugadores bolivianos que buscan la consagración en el torneo Sudamericano sub 20 de Colombia.

Los dos jugadores tienen condiciones físicas y técnicas para ganarse un lugar entre los mejores del certamen y han asimilado la confianza que tiene en ellos el técnico del equipo, el uruguayo-venezolano Wálter "Cata" Roque.

Bolivia debutará ante la escuadra colombiana el próximo 13 de enero en Armenia, en el grupo A del torneo que completan Argentina, Perú y Venezuela.

Tordoya, de 17 años y con 1,83 metros de estatura, salió de la cantera creada en la academia "Tahuichi" Aguilera y en marzo del año pasado llegó a las divisiones menores del Rosario Central, cuando su compatriota y zaguero Ronald Raldes fue contratado por el equipo argentino.

Su desempeño le permitió subir desde la sexta división hasta la cuarta y alternar con la reserva del conjunto argentino, con el que espera resolver su futuro este año si la escuadra de Rosario hace uso de la opción de compra de su ficha de actuación.

De su capacidad, el técnico "Cata" Roque ha destacado su habilidad en el juego por lo alto, con lo cual pretende suplir el rendimiento de Sergio Jáuregui, quien fue separado del equipo junto a Juan Carlos Arce y Luis Alberto Gutiérrez por indisciplina, que se constituyeron en sensibles bajas en el conjunto boliviano.

El habilidoso Javier Guzmán, de las filas del Wilstermann, es uno de los más experimentados de los que jugarán en Colombia y llevará el mítico dorsal diez en la espalda.

Guzmán, de 1,76 metros de altura, está en el límite de la edad pues cumplirá 20 años el próximo 23 de enero.

El jugador dijo que asumió el torneo como una revancha personal pues en el torneo sub 20 jugado en Uruguay en 2003 se lesionó y sólo pudo jugar un partido, sin mostrar sus condiciones.

El futbolista se inició en la escuela de fútbol ABB de La Paz, jugó en las inferiores del Bolívar y en 2002 se ganó una plaza en el cuadro titular del Wilstermann, de la ciudad de Cochabamba.

Guzmán tiene una reconocida vocación ofensiva y ha asumido su función de eje en el medio campo, además de poseer un liderazgo natural en el grupo que, a su juicio, está para pasar a la primera fase del certamen "y no quedar como un simple invitado".

Además de los dos futbolistas, las sorpresas pueden llegar con el medio Eduardo Melgar, del Oriente Petrolero, y los atacantes Eduardo Fierro, del Blooming, y Ramiro Berrios, del Iberoamericana, que han dejado una buena impresión en la etapa de preparación del conjunto.

Melgar, que fue uno de los últimos convocados tras destacar en su equipo Oriente Petrolero, es un jugador de ida y vuelta en la cancha e incisivo en la marca; mientras que Fierro ha demostrado tener velocidad y aprovechar su altura para destacar en el juego por lo alto.