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Con los brazos en alto

El histórico lateral derecho elige a Messi como el mejor Getty Images

SAO PAULO (EFE) -- Parte de la selección brasileña que disputó el Mundial de Alemania regresó al país con un discurso triunfalista del capitán Cafú pese a la derrota por 1-0 ante Francia en los cuartos de final, que los apeó del torneo al que llegaron como favoritos.

"Esta es una selección vencedora. No se puede borrar la imagen de la selección por ese partido", dijo Cafú a los periodistas en el aeropuerto internacional de Sao Paulo.

Cafú, el jugador brasileño más rodado en mundiales, con 20 participaciones, y el único del mundo que ha jugado tres finales seguidas, recordó el título obtenido por Brasil en el Mundial de 2002 y en la última Copa de las Confederaciones para justificar su postura triunfalista.

"A pesar de que no ganamos, esta selección quedó marcada positivamente, como la del '82 (eliminada también por Francia del Mundial de España en los cuartos pero en una decisión por penales), aunque no jugamos tan bonito", dijo.

Con Cafú también desembarcaron en Sao Paulo los jugadores Cris, Mineiro, Robinho, Cicinho, Ricardinho, Gilberto Silva, Luisao, Fred y Rogerio Ceni, mientras que otros continuaron el viaje hacia Río de Janeiro y algunos decidieron permanecer en Europa.

Cafú agregó que en el partido del sábado ante Francia "no faltó voluntad" de los jugadores y subrayó: "perdimos porque no supimos reaccionar después de encajar el gol (de Francia), no tuvimos fuerza".

"La lección que queda es que no siempre vence el mejor. Eramos considerados los mejores y se esperaba que diéramos espectáculo, pero otras selecciones nos sorprendieron", dijo Cafú, de 36 años, quien ha sido uno de los más criticados por la prensa por su flojo desempeño en el Mundial y en especial en el partido con Francia.

En contraste con el baño de multitudes que la selección brasileña se dio hace cuatro años, cuando desfiló triunfal con la Copa de la FIFA durante horas por las calles de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, hoy apenas unos pocos hinchas se dieron cita en el aeropuerto de Sao Paulo y lo hicieron para protestar contra el equipo.

"Jubílate", "viejo", "anciano", fueron algunos de los gritos que Cafú escuchó de los aficionados, pese a lo cual insiste en que a sus 36 años todavía puede jugar con la selección.

"Esta Copa mostró que los más veteranos pueden jugar", dijo el capitán, quien en los estadios de Alemania no mostró el vigor físico de otras veces y fue superado con facilidad por los rivales.

Cafú, que no esconde su deseo de jugar también el Mundial de 2010, cuando tendría 40 años, afirmó que la renovación de la selección brasileña depende de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y del próximo entrenador, ya que nadie en este país duda de que Carlos Alberto Parreira será despedido o renunciará en cuestión de días.

"El próximo entrenador tendrá el derecho de renovar o contar con los jugadores veteranos", anotó Cafú.

Por su parte, el zaguero suplente Cris, que no alcanzó a jugar en el Mundial, afirmó que la eliminación en Alemania debe servir como experiencia para la próxima Copa.

"La presión ahora es normal para quien poseía los mejores jugadores del mundo y no ganó", anotó Cris.