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Otro paso hacia adelante

Este jueves, el peso pesado Tommy Morrison consiguió el permiso para pelear en Texas ya que su examen sanguíneo salió negativo para HIV.

Dicho resultado le abrió el paso a Morrison (47-3-1, 41 nocauts) para enfrentarse a Dale Ortiz (3-1, 2 nocauts) en una pelea de cuatro rounds el viernes en el Hotel Plaza de Houston en el segundo combate de su inesperado regreso.

Morrison, 38, salió positivo para HIV, el virus que causa el Sida, en la noche de un combate en Las Vegas en 1996 y fue suspendido indefinidamente.

Once años después, Morrison inició su proceso de regreso ya que se sometió a varios análisis con resultados favorables. Le otorgaron un permiso para pelear en West Virginia, adonde noqueó a John Castle en el segundo round el 22 de febrero.

Llegó a Texas en los principios de la semana y volvió a someterse a más exámenes.

"Me informaron verbalmente que [el examen de HIV] salió negativo", dijo Dickie Cole del Departamento de Texas de Deportes de Combate a ESPN.com. "Buscaré el informe por escrito en la mañana".

Cole dijo haber recibido el informe del Dr. Jorge Guerrero, doctor de Texas quien se desempeña como médico en el ring.

"El doctor dijo que está limpio y que no le dará problemas a nadie", agregó.

Morrison se había sometido a los mismos análisis en Arizona y los resultados fueron enviados a Texas, pero los directivos de este estado querían hacer su propio examen, según explicó Cole.

"Hicimos un examen más exhaustivo, un análisis de sangre completo", dijo Cole. "Salió negativo para HIV, hepatitis B y C. Ahora tiene licencia. Se la podríamos haber entregado con el análisis de Arizona hace una semana. Recibimos dicho informe por escrito, pero queríamos que nuestro médico también lo revisara. El doctor lo hizo y ahora tiene licencia en Texas y puede pelear".

Bruce Trampler de Top Rank dijo que Morrison no parecía preocupado mientras esperaba el resultado del análisis.

"Era uno más de los hombres en la línea completando formularios", dijo Trampler. "Nadie estaba nervioso. Anticipaba un buen resultado. El hecho no parecía pesarle. Y haber pasado sólo es importante por tratarse de otro estado.

"Pero para él, es un examen que ya aprobó. Lo pinchan con la aguja, le sacan sangre y la analizan. Ha pasado por eso tantas veces. Tal vez estaba un poco irritable porque tuvieron que volver a pincharlo una semana después de haberse hecho el análisis (en Arizona), pero cumplirá con lo que pidan sin hacer una escena".

Morrison, que pesó 213½ libras contra las 300 de Ortiz, dijo a ESPN.com en marzo que se sometería a cualquier análisis que la comisión exigiera para que le entreguen la licencia.

"A cualquier lugar que vayamos, pasaremos los exámenes y tendrán que dejarme pelear", dijo Morrison, quien ganó un cinturón vacante en peso pesado al superar a George Foreman en puntos en 1993.

"Cada vez que peleamos y ganamos, nuestra causa es más fuerte. Cada vez nos darán menos problemas. Tendremos que superar algunas pruebas durante los próximos meses, pero luego esto quedará atrás y podré seguir adelante".

Trampler dijo que el combate de Morrison no será transmitido por Telefutura, pero podría formar parte de la transmisión en español si hay nocauts tempranos en otras peleas.

El evento principal de la velada estará protagonizado por el español Sergio Martínez (38-1-1, 19 nocauts) y el mexicano Saúl Román (23-2, 20 nocauts) en una eliminatoria para el título en peso mediano júnior.