Salvador Rodríguez 17y

Una decisión valiente

CIUDAD DE MÉXICO -- A pesar de todo… Víctor Burgos pretende seguir en el boxeo por el resto de su vida.

Quien pasara cerca de mes y medio en un hospital de Los Ángeles debido a un coma inducido tras la brutal golpiza que le propinó el armenio Vic Darchynian el pasado 3 de marzo, el 'Acorazado' no pierde la esperanza y espera regresar a los cuadriláteros algún día, aunque no para boxear, ya no puede, sino para estar en la esquina de algún boxeador.

Avecindado en Tijuana desde hace tiempo, el peleador poblano sonríe de vez en cuando. Reconoce que aún le cuesta trabajo hilar las palabras y caminar sin ayuda, pero lo que lo pone feliz es que ha salvado la vida y puede seguir disfrutando de su familia y del boxeo.

En la función del sábado pasado, Víctor recibió el aplauso de los casi dos mil asistentes al Hipódromo y de inmediato se dibujó una sonrisa en su rostro.

Fue entonces que se le buscó para platicar sobre su recuperación y sus planes de vida, a lo que contestó: "Dios ya no quiere que pelee, pero yo quiero estar en el boxeo".

Instantes después, uno de sus amigos lo levanta para tomarle la foto y le sostiene fuertemente el brazo. "Me siento bien, creo que salvé la vida y eso es lo más importante que me ha pasado", agregó Burgos, quien le resistió 11 asaltos al duro armenio antes de caer noqueado en el último episodio de la pelea realizada en Carson, California.

"Todavía no sé si pueda, todo esto (la recuperación) ha pasado muy lento, pero quiero regresar, ya no como boxeador, pero le puedo enseñar mucho a los chavos, ojalá que Dios me permita seguir en esto, porque es lo único que sé hacer", confesó Burgos, quien vestía una chamarra y gorra en color rojo.

Por lo pronto, Víctor puede decir que la vida le dio una segunda oportunidad y que le debe dar gracias a Dios por la rápida intervención de los médicos de la UCLA porque afortunadamente vive para contarlo, aunque todavía le cueste trabajo.

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