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Un mensaje a los hinchas del mundo

BUENOS AIRES -- ¡Feliz Año Nuevo y Año Viejo en familia, lectores queridos en general, cibernautas, especialistas en deportes, hinchas por supuesto, niños y adolescentes fanas de la selección argentina, apasionados por todo lo que se pueda hacer con la fuerza y el amor del espíritu!

Y no hay actividad humana como el deporte, que combine con tanta tragedia cuerpo y alma. Algunos filósofos hablan del teatro, vaya disparate el teatro no es nada a la hora en que rueda una pelota o dos colosos se encuentran en un ring.

¡Qué puede hacer Hamlet contra aquella pelea magnífica en el Zaire, contra la elegancia de Carlos Monzón o las locuras de Hugo Gatti o René Houseman!

El fútbol es, a mi sano entender, el más lindo de los deportes: eso ocurre porque tiene hinchas, y con el hincha se da todo, aparece la pasión, la tragedia inusitada, el fútbol se llena de corazón, nadie sufre, pena y disfruta más que un hincha. Así que hoy, a un par de horas del Año Nuevo, les mando un gran beso a todos los hinchas del mundo entero.

Sin duda, la mentalidad está cambiando en el fútbol argentino. Ahora los equipos chicos se animan más, no le temen al poder de las camisetas, le dan espacio a la cantera de juveniles.

Lo que noto es que en el fútbol hay muchos nombres nuevos, jugadores jóvenes, ya no hay tantos famosos o nombres de futbolistas con mucha experiencia. Parece que la juventud de a poquito, va inundando las canchas del fútbol argentino. Y eso, comenzó a notarse.

Pensemos en Tigre: el único jugador conocido que tienen es el técnico. O el mismo Lanús que salvo Sand, que tuvo su paso por River, y Chiquito Bossio, los demás son todos muy jóvenes.

Un día el gobierno debería hacer un censo a cada persona de la ciudad para que digan cual es su deporte predilecto, pos, la mayoría estoy seguro diría: ¡la imaginación!

No se puede hacer nada sin imaginación, aunque sea mínima, la usamos a todo momento.

Piensen con cuánta imaginación tuvieron que jugar los muchachos de Arsenal para ganarle un partido clave en el estadio Jalisco a las Chivas de Guadalajara. Y les aseguro que no es fácil ganar en México.

Y el Boca campeón con Riquelme incluido también tuvo sus momentos de flojera y apeló a la imaginación criolla. En Asunción por ejemplo, lo salvó el guante blanco que Riquelme esconde debajo de sus botines.

Y Tigre, fue una bellísima sorpresa, luchó hasta el final y mereció ser tan campeón como Lanús. Espero que no se caigan, que el Año que viene hagan una gran Copa Libertadores y por qué no, llegar a ganarla. En materia futbolística nada es imposible y de a poco se van acabando los cucos.

Durante algunos momentos del campeonato anterior soñé un partido de definición entre Lanús y Tigre y no dudé nunca que se impondría el equipo de Cagna. Pero eso también es parte del juego, de la imaginación, elucubrar posibles resultados, soñar con partidos imposibles...

Así es, hay imaginación en cada momento para todo, también la utilizaron otros pero no tuvieron la misma suerte. Ojalá el año próximo remonten los equipos santafesinos, hagan mejor campaña los que recién ascienden, de esta manera el deporte se mixtura, aparecen mas posibilidades.

El año se hubiera cerrado magníficamente si Boca ganaba el Mundial de Clubes, pero se sabe es difícil. Personalmente, me quedó un sabor amargo con ese partido. El Milan no lo vi como gran cosa. Lo salvó un solo jugador: Kaká. Pero como equipo Milan no es ni fue más que Boca. Pero tuvo mucha imaginación y suerte.

Les cuento una: ayer a las siete de la tarde pasé por una plaza que está en la calle Solís y Suárez, en La Boca. Unos chicos jugaban un partido de fútbol en el medio de la plaza.

Yo iba apurado a mi trabajo y de repente me llaman la atención los gritos de unos ancianos que alentaban a los chicos que jugaban en la plaza, de forma inoportuna se había armado un pequeño juego entre hinchas ancianos y niños héroes.

Todo se detuvo cuando una vocecita me gritó: ¡Gordo, la pelota! Y le alcancé la pelota con mi mejor chanfle, en ese momento sentí que todas las miradas de ancianos y niños estaban puestas en mí. Miraban que iba a hacer con la pelota, esperaban que ejecutara, qué cosa fuerte es el fútbol en este país.

Feliz Año para todos los amantes del deporte, apasionados de la luna y del amor trágico del otro. Y muy especialmente este parrafito para Arsenal de Sarandí, club del cual soy hincha un poco mucho.