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Un tema de grandes...y chicos

BUENOS AIRES -- En la vida cotidiana se escuchan plataformas políticas tendientes a lograr una igualdad entre las distintas clases sociales. Poderosos y débiles suelen observar con asombro cómo el espacio entre ambos se ensancha en términos vertiginosos.

Por supuesto, esta situación se presenta con fidelidad en el fútbol mundial, una ramificación de la condiciones socio/políticas de la vida misma. Y en la Argentina esa sensación de justicia se consolidó con la "distribución de la riqueza o títulos".

Un primer semestre para los más ricos, una segunda fracción del año para los menos pudientes. En tal caso, mas allá de esta lectura final, el propósito de estas líneas es focalizar en los argumentos que cada uno exhibió para coronarse. Boca en la Copa Libertadores, San Lorenzo en el Clausura, Lanús en el Apertura y Arsenal en la Copa Sudamericana.

MUY BIEN 10 SOBRESALIENTE
La llegada de Miguel Angel Russo a Boca se originó desde el equilibrio dirigencial que supo orquestar Mauricio Macri. Un entrenador serio, trabajador, capaz y con su promisorio pasado reciente en Vélez Sarsfield. Pero, lejos de la mesura del técnico, el principal acierto se concentró en la mediática contratación a préstamo de Juan Román Riquelme.

Aquel verano que difundía un Fernando Belluschi impactante en River, se cerraba con otra cara y otros colores. Indudablemente Román fue decisivo en este camino glorioso que hizo desembocar al Xeneize en su sexta copa Libertadores. Sus intervenciones desequilibrantes ante Velez, Libertad en Paraguay y en la misma final ante Gremio, le entregaron el premio a un grupo de jugadores que supo respaldar a su figura y no permitió sobresaltos.

Otro dato positivo de ese conjunto que se consagró fue, sin dudas, la consolidación de Mauricio Caranta como el arquero titular indiscutible de Boca. Un par de decepciones olvidadas detrás de las luces del éxito, Bruno Marioni y Aldo Bobadilla.

AQUÍ ESTÁ EL PILOTO
En el medio de una tormenta feroz, San Lorenzo rompió el molde con la contratación de Ramón Díaz.

El Azulgrana llegaba de una mala experiencia con Oscar Ruggeri y daba un paso ganador aportado por el ex técnico de River. El riojano asumió el cargo con determinación, no dejó que Ezequiel Lavezzi emigrara a Núñez, pidió a la Gata Fernández y le devolvió el alma al cuerpo a jugadores explosivos: Andrés Silvera y Osmar Ferreira, por solo citar algunos. Coqueteó con los extremos: Recuperó a un Sebastián Méndez con ganas de retirarse y prescindió de un referente: Sebastián Saja.

No solo le dio el título al Azulgrana, también consumó la revancha ante Boca, con quien había perdido 7 a 1 en el Nuevo Gasómetro el torneo anterior con la conducción del Cabezón. Con el Pelado San Lorenzo goleó al Xeneize 3 a 0 en la mismísima Bombonera. San Lorenzo ganó sin objeciones el Clarusura '07.

Es verdad que la segunda parte del año el Ciclón tuvo demasiados altibajos, pero ya le apunta a la Libertadores '08.

LA CONTINUIDAD, LA BASE DEL ÉXITO
Todos se ponían de pie para venerar a Ramón Cabrero, el tecnico de Lanús con más continuidad entre sus colegas en primera división. Pero ese reconocimiento no pasaba de un tercer o cuarto puesto clasificatorio para alguna copa internacional. Ahora, Salir campeón? A quién se le podía ocurrir? Respuesta: a Ramón Cabrero.

Si hubo un título que premió a la coherencia, ese fue el Apertura '07. El Granate conservó la base de juveniles y a los más grandes. Pero realizó una incorporación vital.Por mas de un millón de dólares adquirió al correntino José Sand, a la postre el goleador del equipo. Alguien que le convirtió a sus ex equipos: Colón, River y Banfield. Hasta ese lujo se dio el campeón, le gano el clásico al Taladro en su propia casa. No, no le faltó nada. Por ejemplo, no careció del "distinto". Valeri fue el destacado. Canterazo que promete mas lujos para el equipo y una venta reparadora para Lanús.

Hasta superó minicrisis el actual dueños del fútbol argentino: pocos recuerdan que sumó un solo punto de los primeros nueve disputados y que al arquero Chiquito Bossio la hinchada lo cuestionó enfáticamente. Nada importó. La coherencia primó. Lanús fue campeón por primera vez en su historia. Primer consagrado inédito en los últimos 23 años. El último había sido Argentinos en 1984.

Quedó el mensaje: no es fácil, pero los chicos también pueden.

DE SARANDÍ PARA SUDAMÉRICA
Arsenal de Sarandí no tuvo un fixture sencillo, pese a la vinculación que la institución tiene con Julio Grondona, presidente de la AFA.

Desalojó de la competición a los dos más grandes de México (América y Chivas), a dos gigantes de la Argentina (River y San Lorenzo) y para legitimar aún mas su conquista sometió a un equipo brasileño (Goias).

No ganó ningún partido de local, pero siempre fue una visita descortés que hasta incluso, hizo renunciar a Daniel Passarella de la conducción técnica millonaria. Los del Viaducto dispusieron de un técnico muy inteligente, Gustavo Alfaro y de un par de figuras apenas sobresalientes José Luis Calderón y Mario Cuenca. Pero en general construyó un equipo sólido apuntalado por Aníbal Matellán y Andrés San Martín como los consagrados por sacrificio y fuego sagrado.

Damonte y Garriera por el carril derecho y Yacuzzi y Andrizzi por el izquierdo fueron las variantes del desequilibrio individual. Alejandro Papu Gómez y Santiago Raymonda se erigieron en los rebeldes, mejor dotados técnicamente para asisitir y convertir.

El gol de Andrizzi ante el América en la cancha de Racing (único partido de local fuera de Sarandí) quedará en la historia, pero más aún que una institución con apenas 50 años se apoderó de Sudamérica.