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Si tienes acceso a una conexión inalámbrica y a algún sitio web que sigue de cerca el béisbol, es muy probable que ya sepas que la consideración de Jim Rice para integrar el Salón de la Fama se basa en que fue de los bateadores "más temidos" de este deporte a fines de la déceda de 1970 y a principios de la década de 1980.

Es algo que nos obliga a formular la siguiente pregunta: ¿Desde la perspectiva de un pitcher, cómo se define el miedo?

Jim Rice

Getty Images

Jim Rice fue líder de RBI en 1978 y 1983

¿Rice producía el tipo de temor que hacía pensar a un pitcher, "Si dejo la pelota en el medio del plato, este muchacho bateará la bola unos 450 pies"? ¿O era la clase de miedo más personal, producido por el instinto de auto conservación? Por ejemplo: "Si cometo un error con este jugador podría perder una parte del cuerpo". Los jugadores de béisbol son seres humanos y escucharás que más de un tercera base admitiría que siente una especie de temor cuando el juego está complicado y Gary Sheffield está en la caja de bateo.

Rice, jardinero izquierdo y veterano de los Medias Rojas de Boston, tenía una presencia muy fuerte en la era anterior a los esteroides con 6'2" de altura y 205 libras, pero con la habilidad para batear un récord de carrera de .298 y pegarle a una gran variedad de lanzamientos.

No hay nadie que entienda lo que he comentado recién mejor que el ex pitcher de Baltimore, Mike Flanagan, quien tiene una cicatriz para demostrar su experiencia.

A fines de la década de 1970, los Medias Rojas y los Orioles eran acérrimos rivales en la División Este de la Liga Americana. Baltimore, el equipo de Earl Weaver, tenía su punto fuerte en el cuerpo de lanzadores, y Rice era la figura clave de una alineación de Boston que incluía a Fred Lynn, Dwight Evans y dos futuros miembros del Salón de la Fama, Carl Yastrzemski y Carlton Fisk.

En la segunda entrada de un partido en Fenway Park, celebrado en septiembre de 1979, Rice pegó un fuerte batazo que se desvió y fue directo a la tibia de Flanagan. Cuando este último se reincorporó en el bullpen, la sangre le cubría las medias, sus piernas se habían debilitado y estaba pálido. Le preguntó a Weaver qué era lo que debía hacer.

"Ponte spray frío y vuelve al campo hasta que te metas en problemas", dijo Weaver.

En la octava entrada, con una ventaja de Flanagan por 3-2, Weaver se acercó al montículo.

"Le dije, 'Earl: ¿Qué quieres decir con problemas?'. He estado lanzando durante ocho entradas sobre una pierna, no puedo sentir el pie'", recuerda Flanagan, riendo. "Hace casi 30 años de esto, y aún tengo la cicatriz en la tibia. Tengo un pequeño recuerdo de Jim".

Carreras, carreras, carreras

Líderes en carreras anotadas en las mayores de 1975-86:


JugadorCarreras
Mike Schmidt*1,194
Jim Rice1,098
Dave Winfield*1,069
George Brett*1,021
Robin Yount*995
* Miembro del Salón de la Fama

Y ahora ha llegado el momento de dar el veredicto sobre el verdadero legado de Rice. Está en la lista de votación para sumarse al Salón de la Fama por 15ta y última vez. El 12 de enero se enterará si las noticias son buenas o si se irá a la consideración del Comité de Veteranos, en una especie de purgatorio al estilo Ron Santo.

La historia evidentemente está a su favor. El año pasado, Rice fue nombrado en el 72.2 por ciento de los votos y quedó fuera de la membresía por apenas 16 votos. De los 20 jugadores que antes recibieron entre el 70 y el 75 por ciento de los votos, todos entraron en el Salón de la Fama gracias al voto de los redactores y del Comité de Veteranos.

Todo parece indicar que Rice será el primer jugador, después de Ralph Kiner en 1975, en ser electo en su último año de elegibilidad -- y que se unirá a Rickey Henderson en el podio a fines de julio.

La incorporación de Rice generaría una nueva ronda de tributos en Boston, en donde incluso los columnistas que han tendido relaciones ásperas con Rice durante su carrera activa han hecho causa común con su postulación. Y, a la inversa, dará lugar a otra ronda de disparates, ridiculizaciones y sobrenombres en el ámbito de los blogs, en donde los redactores que favorecen a Rice están calificados en una escala que va desde desacertados (en el mejor de los casos) hasta imbéciles.

En una era de sofisticados análisis estadísticos y abundantes foros de opinión, el diálogo a veces se torna irritante y por lo general entretenido.

Hits, hits, hits

Líderes en imparables en las mayores de 1975-86:


JugadorImparables
Jim Rice2,145
Steve Garvey2,121
Cecil Cooper1,975
George Brett*1,961
Robin Yount*1,933
* Miembro del Salón de la Fama

Los miembros votantes de la Asociación de Redactores de Béisbol de los Estados Unidos se han ido sumando en favor de Rice desde que recibió el 29.8 por ciento de los votos en su primera participación en las votaciones, en 1995. Rice ha recibido la ayuda del ex encargado de las relaciones públicas de Boston, Dick Bresciani, quien envió un correo electrónico en campaña a favor de Rice.

El argumento de Bresciani se basó en el dominio de Rice durante un período de 12 años, desde 1975 hasta 1986, durante el que lideró en la Liga Americana en cuanto a jonrones, imparables, carreras remolcadas y nueve categorías ofensivas más. Rice además se ubicó entre los primeros cinco en seis votaciones para quedarse con el premio al JMV -- la misma cantidad que Joe DiMaggio, Frank Robinson, Harmon Killebrew y Eddie Murray.

Decir que aquellos inclinados al campo estadístico no están estusiasmados con los números de Rice es subestimar esta cuestión.

Los detractores de Rice en la comunidad estadística reconocen que los números ofensivos que alcanzó han sido impresionantes, pero dicen que se cayó de un acantilado antes de tener posibilidades de quedar en Cooperstown. Afirman que ha sido un taponero de bases, una máquina de caer en doblematanzas y un jugador defensivo mediocre en el mejor de los casos (nunca ganó un Guante de Oro). Además aseguran que su producción no ha sido suficiente como para compensar su falta de buen juego en todas las áreas.

También, Rice al parecer se benefició mucho jugando en Boston antes de la construcción de la nueva cabina de prensa que cambió la dirección del viento e hizo que Fenway Park dejase de ser el paraíso de los bateadores. Rice consiguió un porcentaje de bateo con gente en base más slugging de .920 en casa y .789 como visitante. Si comparamos, el jardinero de los Gigantes de San Francisco, Randy Winn, registró un porcentaje de bateo con gente en base más slugging de .790 la temporada pasada, y su compañero de equipo, Fred Lewis, estuvo apenas por encima con .791.

El movimiento contra Rice ha tenido amplia cobertura en ESPN.com, donde Rob Neyer y Keith Law han hablado en contra de Rice con respecto a su valor para convertirse en un miembro del Salón de la Fama. Y es difícil olvidar que en la edición de 2002 del "New Bill James Historical Baseball Abstract" (El Nuevo Resumen Histórico del Béisbol de Bill James), en el que James calificó a Rice en el puesto 27 en la lista de mejores jardineros izquierdos de la historia -- dos lugares detrás de Roy White -- y en el que dijo que Rice quizás había sido "el jugador más sobrestimado de los últimos 30 años".

Craig Wright, un autor y estadístico del béisbol, comparte un sentimiento similar -- que Dwight Evans es un candidato más firme al Salón de la Fama que Rice. Luego Wright lleva esto un paso adelante: Establece que Rice es apenas mejor que Dick McAuliffe, el ex jugador dentro del cuadro de los Tigres de Detroit que no recibió ninguno de los 401 votos en su única participación en la votación de 1981.

"Si tuviéramos que mirar los rankings de segundas bases y ponerlos en contexto como lo haría un analista de béisbol, se sorprenderían de ver cuán alto está Dick McAuliffe", dijo Wright. "Y si consideran a Jim Rice entre los jardineros izquierdos, se sorprenderían de ver cuan abajo se encuentra. Estában muy cerca uno del otro. Es una cuestión de percepción".

Estas miradas opuestas reflejan la desconexión entre aquellos que confían en lo cuantificable y los observadores que prefieren dar un paso atrás y premiar por un magnetismo personal y por un factor sorpresa. Ayuda a explicar por qué Ozzie Smith está en Cooperstown y Alan Trammell probablemente nunca llegará.

Los contemporáneos de juego de Rice no son inmunes a ese punto de vista. En una conferencia de prensa durante el fin de semana de inducción en el 2007, un periodista le pidió a Cal Ripken Jr. que nombre a su omisión más destacada de Cooperstown. Ripken mencionó a Rice de inmediato.

"Cada año, cuando se daba el Juego de las Estrellas, había alguien que bateaba cuarto en la alineación", dijo Ripken. "Jim Rice era ese muchacho".

A lo que Craig Wright responde que Rice bateó de cuarto bate en precisamente dos ediciones del Juego de Estrellas.

Extra, extra, extra

Líderes en hits extrabases en las mayores de 1975-86:

JugadorHits extrabases
Mike Schmidt*803
Jim Rice752
George Brett*719
Dave Parker682
Dave Winfield*679
* Miembro del Salón de la Fama

Pocas personas tienen una perspectiva tan definida sobre la candidatura de Rice al Salón de la Fama que el lanzador Jim Palmer. Las dos estrellas fueron voceros de Spalding y se hicieron buenos amigos en el golf, y tuvieron 90 encuentros cara a cara en nueve temporadas. Rice bateó a .218 contra Palmer, pero bateó nueve jonrones para un porcentaje de slugging de .575.

En el caso poco probable de que Rice se quede corto del 75 por ciento requerido para ser elegido al Salón de la Fama este invierno, Palmer podría ser esencial para pasar juicio sobre él en el Comité de Veteranos.

"Ofensivamente pienso que Jim Rice pertenece al Salón de la Fama", le dijo Palmer a ESPN.com. "Sé cuán difícil era lanzar en su contra. Sé que mejoró a cada jugador en la alineación de Boston -- y eso que se trataba de una alineación increíble".

"Pero si yo fuera escritor deportivo y fuera a votar por Jim Rice, creo que también habría que tomar en cuenta a Andre Dawson. Fue un jugador impecable. Ganó el premio Guante de Oro. Bateó jonrones. Robó bases, y Jim Rice no pudo hacer eso".

Mucha gente no cree que Dawson pertenezca al Salón de la Fama a causa de su porcentaje de embasamiento. Pero como Rice, supo llamar la atención de sus compañeros como 'el hombre'.

A los muchachos de las estadísticas no les va a gustar, pero casi 30 años después de Mike Flanagan, Jim Rice está a punto de causar un impacto mayor y más duradero.

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