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Corazón valiente

Muchas mentes brillantes del siglo XX coinciden en que el talento desempeña un papel decisivo en la carrera de una persona exitosa. Sin embargo, a estos genios se les olvidó incluir el factor suerte en su ecuación. Basta con situarse en los zapatos del panameño Jaime Penedo para entender que el talento no es garantía de éxito.

Con 24 años de edad, Penedo era el mejor arquero de la liga panameña de fútbol y el guardameta de la selección nacional de su país. Su carrera iba viento en popa y, debido a su gran desempeño, el Cagliari de Italia hizo las gestiones para integrarlo a su plantel. Todo estaba listo para que Jaime rubricara su firma en el contrato. Todo, menos la revisión médica que todo jugador debe pasar para integrarse a un plantel profesional. Fue entonces que los médicos del equipo italiano detectaron una arritmia cardíaca en el guardameta panameño, por lo que el club italiano retiró la oferta.

"Sentí que el mundo se me venía encima. Recuerdo que me estaba hospedando en un hotel que tenía unas habitaciones muy pequeñas, y sentía que las paredes se achicaban cada vez más. Pero creo que todo pasa por algo, y a partir de ese momento empezó a surgir mi fe en Dios, que es lo que siempre me ha mantenido en pie y me ha dado el soporte para continuar", dice Penedo. "El Cagliari me pidió una constancia médica emitida por un doctor italiano, pero como mi cardiólogo es panameño se negaron a firmar el contrato".

Marcony Juracán, cardiólogo radicado en Guatemala, explica en qué consiste una arritmia cardíaca: "Normalmente, el corazón produce entre 60 y 100 latidos por minuto; el corazón debe caminar como un reloj, y cuando trabaja de una manera irregular se le denomina arritmia cardíaca", dice.

La arritmia que padece Penedo es un problema congénito y se presenta con mayor intensidad en las pruebas de esfuerzo. "En algunos casos, los pacientes nacen con este problema, pero eso no les impide llevar una vida normal. El estrés físico también puede provocar un trastorno en el ritmo del corazón", dice el doctor Juracán.

La arritmia cardíaca no impide que Penedo siga jugando fútbol. Por ese motivo, el guardameta titular de la selección "canalera" le dio vuelta a la página y, por iniciativa propia, fue a probar suerte al Osasuna de España. En ese entonces, el equipo de Pamplona todavía era dirigido por el técnico mexicano Javier Aguirre. Penedo se había ganado la confianza de "El Vasco" y un lugar en el equipo, pero nuevamente el destino le jugó una mala pasada. Esta vez, una lesión en los isquiotibiales lo apartó del equipo español.

"La lesión que sufrí con el Osasuna fue un golpe muy fuerte en mi carrera. Ya estaba en el primer equipo, todo marchaba de la mejor manera, pero este inconveniente fue más duro porque el problema del corazón es algo con lo que nací, es algo que está fuera de mi alcance, pero la lesión fue algo muy desafortunado", dice el ex guardameta del Club Deportivo Plaza Amador. "Traté de recuperarme rápido, pero eso sólo empeoró las cosas. Estaba a préstamo y, con el afán de que me compraran, agilicé el proceso de recuperación, y eso fue contraproducente".

En Pamplona terminó el periplo de Penedo por el Viejo Continente y lo que pudo ser la consagración de un arquero panameño en las ligas de elite se convirtió en una frustración que quizás sólo Penedo pueda entender. A pesar de su turbulenta estancia en Europa, Penedo seguía siendo uno de los porteros más codiciados en Centroamérica. El Municipal de Guatemala contrató al oriundo de la capital panameña para seguir manteniendo su hegemonía en tierras chapinas.

Desde el primer día, Penedo se ganó el respeto de sus compañeros. "Jaime es un gran profesional y un excelente guardameta", dice Juan Carlos "Pin" Plata, el goleador histórico de "Los Rojos".

Gracias a su elasticidad, su liderazgo, su capacidad para caminar en el área y sus reflejos, Penedo se ganó el puesto de titular en la portería del Municipal. Pero lo más importante es que volvió a recuperar la confianza en sí mismo.

"En Guatemala estoy muy cómodo. Me encanta jugar para el Municipal porque es el equipo del pueblo. La fanaticada es muy fiel y me quiere mucho", dice Jaime. "Ya salí campeón con el equipo, y quiero volver a repetirlo. Pero siempre tengo la espinita de ir de regreso a Europa. Ahora soy más maduro y físicamente estoy mejor".

En su natal Panamá, Penedo encabeza una generación de futbolistas que está logrando que la popularidad de este deporte aumente. Históricamente, los habitantes del país canalero priorizan el boxeo y el béisbol, y es muy común encontrarse con niños que sueñan con convertirse en el próximo Mariano Rivera y jóvenes que aspiran a igualar las glorias de Roberto "Manos de Piedra" Durán.

"Aquí, el fútbol no es el deporte más popular, pero yo empecé a jugar fútbol desde muy pequeño. Cuando tenía 7 años, participaba en las ligas recreativas de los sábados, pero mis padres me sobornaban: si no tenía buenas calificaciones, no me dejaban ir a jugar. Fue una época linda", dice Penedo, quien también militó en el club Árabe Unido, uno de los conjuntos más populares de Panamá.

A pesar de que el fútbol ahora genera mayor expectación y de que Panamá tiene muchos jugadores que militan en el extranjero, el equipo nacional quedó eliminado, de manera prematura, a manos de El Salvador en las eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica. Ese capítulo forma parte de las grandes frustraciones de Penedo. "Teníamos mucha confianza en llegar al Mundial. Nos creíamos superiores a El Salvador, pero fue un golpe durísimo para mí y para todos mis compañeros. Estoy muy triste, todavía no lo supero", dice el portero de 27 años.

La meta de Penedo es volver a cruzar "el charco" y gracias a sus grandes cualidades en la portería, es un objetivo tangible. "Conozco a Jaime desde hace 10 años. Él es un gran arquero, lo ha demostrado a lo largo de su carrera. Ya tuvo la oportunidad de estar en Europa, y eso lo ayudó a madurar. Con el Municipal está mostrando un gran nivel y eso lo puede catapultar nuevamente a Europa", dice Felipe Baloy, futbolista de los Rayados de Monterrey y otro de los grandes referentes de la selección de Panamá.

Penedo ha recibido buenas noticias a lo largo de su carrera, pero inmediatamente después ha visto la otra cara de la moneda. Es difícil entender su situación, pero es fácil pronosticar que, con un poco de suerte, puede regresar a Europa y demostrar que está en condiciones de desempeñarse al más alto nivel.