ESPN.com 15y

Una Gran ayuda

SCOTTSDALE, Ariz. -- Un buen reporte de escuchas acerca del lanzador de los Gigantes Matt Cain debería hacer referencia a su recta rompiente, su poderosa curva, su poco apoyo ofensivo y su mala suerte. Considerando como han sido sus pasadas dos temporadas, es un milagro que una caja fuerte no le hubiese caído en su cabeza.

Cain tiene mejor efectividad que Carlos Zambrano y A.J. Burnett desde el Día Inaugural del 2007, y marca de 15-30 para mostrarlo. Ha recibido mensajes de apoyo de su mánager, su coach de pitcheo, sus compañeros y los empleados del camerino.

Pero las palabras de apoyo tienen mucho más significado cuando vienen de parte de un lanzador que mide 6 pies, 10 pulgadas, que ha ganado cinco Cy Young y se perfila como seguro miembro del Salón de la Fama.

Randy Johnson, el miembro más nuevo de la rotación de San Francisco, ha estado en esa situación antes. Durante una extenuante racha con Arizona en 1999, Johnson logró efectividad de 1.41 y ponchó a 54 bateadores en 32 entradas. Pero los Diamondbacks fueron blanqueados cuatro ocasiones consecutivas, y Johnson tuvo marca de 0-4. Estaba feliz de poder compartir esa experiencia con Cain.

"Uno se puede sentir frustrado con eso, pero como le dije el otro día, 'Tienes que seguir batallando,' " dijo Johnson. "Uno día uno tiene que levantarse y decir, '¿Sabes qué? He estado lanzando bien, pero voy a lanzar un poco mejor hoy. Y vamos a ganar este juego sin importar lo que tengamos que pasar.' "

Los Gigantes están confiados en que consiguieron una ganga cuando firmaron a Johnson, de 45 años, con un contrato de un año y $8 millones en diciembre. Johnson llegó quinto entre los abridores de la Liga Nacional con efectividad de 2.41 luego del Juego de Estrellas, así que si su atribulada espalda lo aguante, podría ser una gran adición para el cuerpo de lanzadores de San Francisco. Con 295 victorias de por vida, también es una atracción de taquilla.

Son los beneficios marginales los que le proveen un sazón a esta historia. ¿Podrían entender en su cerebro el concepto de tener a la Gran Unidad como un mentor veterano?

De todo lo que se le ha dicho a Johnson a través de los años, nunca ha sido catalogado como un tipo "amable". La persona de mal humor y con espíritu competitivo que atormentaba a John Kruk y Larry Walker provocaba que muchos compañeros lo trataran de manera ligera en el camerino.

"Lucía enfadado todo el tiempo," dijo el lanzador de los Gigantes Noah Lowry. "Intimidaba a la gente. Pregúntale a los bateadores. Seguro que a ellos no les gustaba".

Randy Johnson

Lanzador abridor
Gigantes San Francisco

Perfil

Estadísticas Temporada 2008
GMWLBBKERA
301110441733.91


Por su propia admisión, Johnson estaba tan metido en cada salida a través de los años que nunca tuvo tiempo para detenerse y oler el linimento. Pero ya está saliendo de su cascarón, en parte, poprque sabe que ese tiempo ya se le está yendo. Sus contemporáneos Mike Mussina y Greg Maddux se retiraron en esta temporada baja, Curt Schilling escribe en su blog a tiempo completo, y Pedro Martínez podría terminar pronto si no encuentra empleo.

Johnson además siente la obligación de pasar a otros el conocimiento que ha adquirido, de la misma manera que lo hicieran Nolan Ryan y Tom House con él a principios de los años 90. Y los chicos no han vacilado en utilizar sus conocimientos.

"Yo siempre le pregunto de las mismas cosas todo el tiempo," dijo Cain. "Como maneras diferentes de preparar a los bateadores, o la manera en que sostiene la pelota para un cambio, o ideas diferentes en como sacar de balance a los bateadores."

En su obsesiva persecusión de la excelencia, Johnson siempre ha sido un tipo que se ha ayudado a si mismo y un pensador creativo. Una vez buscó consejo y guía del equipo de carreras Porsche-Le Mans en cómo utilizar las cámaras hiperbáricas que ayudaban en la recuperación de los conductores durante competencias de 24 horas, y se preguntaba si esa técnica se podría trasladar al béisbol. Si el comer de manera correcta o pensar de cierta forma lo podía ayudar a ganar partidos, él estaba dispuesto a intentarlo.

"'Yo quería saber todos los diferentes aspectos del juego," dijo Johnson. "¿Cómo me podía recuperar entre entradas, de manera que cuando saliera para la octava entrada, me sintiera igual que en la quinta? Hidratación. Nutrición. Mis ejercicios en el cuarto de pesas y mi rutina cardiovascular. Como jugar a las atrapadas de la manera correcta, o cómo preparar a un bateador.

"No se si un muchacho joven comprende estas cosas. Pero si tienes algún éxito temprano y haces mucho dinero, es fácil pensar, 'Hey, yo no aprendí estas cosas en Pequeñas Ligas o en escuela superior o en liga menor. ¿Por qué habría de aprenderlas ahora?' "

Johnson nunca será premiado como el Sr. Amistad, así que no esperen que se lastime su coxis participando en las excursiones semanales de su compañero Aaron Rowand a jugar boliche. Pero ha pasado suficiente tiempo compartiendo en el camerino en esta primavera para dejarles saber a los jóvenes que él es un veterano al que pueden acudir, tanto literal como figurativamente.

El segunda base de los Gigantes Kevin Frandsen viene de San Jose, mientras Johnson viene del pueblo de Walnut Creek, así que ellos compararon sus detalles sobre su crianza en el norte de California. Frandsen, quien estaba en la alineación cuando Barry Bonds conectó sus cuadrangulare 715 y 756 y ayudó a Omar Vizquel a convertir su doble jugada 1,591, récord en las Grandes Ligas, se saborea la posibilidad de formar parte de la victoria 300 de Johnson.

"¿Sabes que es lo más increíble de él?" dijo Frandsen. "Cuando él habla contigo, no importa cuan joven seas o cuantos años tengas en las Mayores. Te mira directo a los ojos y te habla directo a ti."

Lowry, quien cedió su No. 51 en el invierno para acomodar a Johnson, estaba impresionado cuando la Gran Unidad pasó por su casillero esta semana, expresándole las gracias y preguntándole si quería algún regalo por su gesto.

"Estaba pensando escribirle en un pedazo de papel, 'Quizás una casa en un acre de terreno en Scottsdale,' solo para ver que reacción tenia," dijo riéndose Lowry.

Entonce Lowry pensó más en ese gesto. Una muestra de gratitud de un seguro miembro del Salón de la Fama en su primera oportunidad era suficiente.

Por muchos años en San Francisco, el enfoque estuvo en Bonds y nada más. El año pasado marcó la transición a la vida sin Barry, y ahora el tema de la primavera es acerca del pitcheo. Sin mejoras notables a una ofensiva que llegó 29ª en carreras anotadas en las Mayores, los Gigantes podrían hacer algo de ruído en el Oeste de la Nacional debido a su pitcheo. Johnson cae muy bien en una rotación qe incluye al ganador del Cy Young del 2008 Tim Lincecum, Cain y Barry Zito, con Jonathan Sánchez y Lowry compitiendo por el puesto de quinto abridor.

Johnson dejó sus prioridades en claro durante su conferencia de prensa de bienvenida, cuando dijo que no estaba buscando ganar nada más que cinco juegos. En su mente, las 300 victorias no tienen tanta importancia cuando se andan buscando 305, 310 o 315.

Varias cirugías en su espalda y 4,039 entradas lanzadas en su carrera no han puesto un detente al empuje de Johnson. Sus compañeros y sus oponentes tienden a vivir menos en su velocidad que en la emoción que le pone a cada lanzamiento. Eso fue evidente temprano en el entrenamiento primaveral, cuando varios bateadores de San Francisco se pararon en la caja de bateo con los bates en sus hombros y observaban las pelotas durante una rutina que ellos llaman "rastreo."

Johnson, agitado por la falta de acción, le gritó a los reporteros luego de la práctica de bateo.

"Usen los malditos bates," dijo.

Dijo Rowand: "Randy no solo te trata de sacar de out. Él trata de probar un punto con cada lanzamiento que hace."

Cuando Johnson dé su discurso de entrada al Salón de la Fama en el 2015 o un poco más allá, él reflexionará sobre la muerte de su padre el Día de Navidad del 1992 como un evento clave en su vida y en su carrera en el béisbol. Fue ahí cuando determinó que la grandeza sólo se podría conseguir a través de una dolorosa salida a la vez.

"Uno tiene que encontrar algo dentro de tí que te haga pensar, 'Hey, este podría ser mi último partido por siempre,' " dijo Johnson. "Es algo similar a como cuando Joe DiMaggio dijo, Yo nunca se quien va a ir al estadio por primera o por última vez, así que tengo que dar lo mejor de mí, porque no quiero que vea menos que eso.' "

Ciertamente Johnson conoce su historia, y él tratará de añadirle un par de capítulos más a ella en este verano. ¿Cuál lanzador abridor llevará el peso de los Gigantes en el 2009? Si la orquesta suena bien, a nadie le va a importar si es el Abuelo o si es uno de sus nietos quien canta.

^ Al Inicio ^