EFE 15y

Ganan los grandes, pero con susto

MADRID -- Egipto y Estados Unidos, que irrumpieron como aparentes comparsas en el Grupo B de la Copa Confederaciones, amenazaron el orden establecido y el devenir alentado por la historia y pusieron en cuestión la autoridad de los favoritos, Brasil e Italia.

Los dos equipos con más gloria en el fútbol mundial fueron puestos en evidencia por dos rivales plagados de entusiasmo, de ansias de crecer. Pero carentes del pedigrí de europeos y sudamericanos, alentados, además, por el impacto emocional que provocan en sus adversarios.

No fue el caso en la primera jornada del Grupo B. Todo lo contrario. La presencia en el terreno de juego de brasileños e italianos, plagados de estrellas, estimuló la puesta en escena de los campeones de África y de América del Norte y Centroamérica.

A Brasil le salvó un penalti en el último minuto (4-3). El reciente fichaje del Real Madrid, Kaká, transformó el lanzamiento que supuso el triunfo del equipo de Dunga, cuando la cita estaba abocada al empate.

La ingenuidad de Egipto en defensa tuvo mucho que ver en la victoria brasileña, que contó con nombres de relumbrón como el zaguero Dani Alves, Lucio, Juan, Robinho, Luis Fabiano, Pato y Kaká, entre otros.

La mano cometida por Al Muhammadi fue un respiro para Brasil, que en un minuto dejó escapar una renta de dos goles y se encontró en el tramo final con un empate a tres y la aparente imposibilidad de sacar adelante el compromiso.

Brasil comparte el liderato del grupo con Italia, a la que iluminó la presencia de Giusseppe Rossi, centrocampista del Villarreal. Un jugador condenado a la suplencia que disfrutó de un protagonismo inesperado. De acorde a su calidad.

Hasta su puesta en escena, a la hora de partido y desde el banquillo, momento en el que se decidió Marcelo Lippi, el cuadro transalpino era sonrojado por Estados Unidos, un rival menor que se encontró en inferioridad numérica desde antes del intermedio por la expulsión de Ricardo Clark, por juego peligroso.

Aún así, el bloque de Bob Bradley fue capaz de adelantarse en el marcador gracias a un penalti transformado por Landom Donovan después de una ingenua acción de Giorgio Chiellini sobre Jozy Altidore.

En plena oscuridad Lippi efectuó un golpe de timón y dio entrada a Ricardo Montolivo y Giusseppe Rossi en lugar de Genmaro Gattuso y Mauro Camoranesi. Le salió bien la maniobra. Sobre todo por la contribución del atacante del Villarreal, que en la primera acción en la que intervino rompió la muralla estadounidense.

El tanto metió a Italia en el partido definitivamente y dio la vuelta al duelo con una anotación del centrocampista de la Roma Daniele De Rossi y otra del futbolista del conjunto español.

El campeón del mundo, obsesionado en ampararse en una generación en decadencia, advierte compromisos mayores en el resto del torneo. Se enfrenta a Egipto el jueves mientras Brasil se mide a Estados Unidos. Y completa la ronda contra el equipo de Dunga, el domingo.

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