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El gran campeón

BUENOS AIRES -- Es la Furia Roja. Es la gran potencia del tenis masculino internacional. Con un nivel superlativo, con trabajo y esfuerzo, con unión y solidaridad, con enorme convicción y con grandes jugadores formados en arcilla, España es, sin ninguna duda, el mejor equipo de la década en la Copa Davis. Es que en estos 10 años ya ganó cuatro veces la famosa Ensaladera de Plata y, además, llegó a otra final.

Varias figuras fueron pasando desde la primera coronación y se mantiene ese espíritu de tirar todos para el mismo lado del carro, más allá de relaciones de mucha amistad y otras no tanto. Y ese sentido de pertenencia, de ayudar aún cuando el capitán de turno no convoca a un tenista de jerarquía y con importantes pergaminos, potencia el compromiso de todos. Un ejemplo cabal que demuestra que la unión hace la fuerza.

Desde su primera participación en la mítica Copa Davis, allá por 1921, España había deambulado con distinta suerte por el principal torneo mundial por equipos del deporte blanco. Inclusive, había jugado dos definiciones, en 1965 y 1967, perdiendo ambas con Australia y como visitante. Desde allí, lo mejor que hizo fue alcanzar las semifinales en 1987 y 1998, cayendo en los dos casos ante Suecia.

El gran impulso que significaron los Juegos Olímpicos en casa, en Barcelona '92, fueron claves en cuanto a apoyo y a trabajar mejor desde las bases. Y las generaciones posteriores empezaron a reflejar sus progresos en el circuito ATP y, como consecuencia, se trasladaron a la Copa Davis. Vaya si hubo un cambio rotundo, ya que España la ganó cuatro veces, todas en estos 10 años: 2000, 2004, 2008 y 2009. Además, perdió la final del 2003, otra vez en Australia y sobre césped.

El conjunto que la siguió en cantidad de finales jugadas en esta década fue Rusia, con dos conquistas (2002 y 2006) y una caída (2007), y Australia, que festejó en 2003 y perdió dos definiciones (2000 y 2001). Los otros tres títulos fueron a manos diferentes (Francia, Croacia y Estados Unidos).

De esta manera, España obtuvo por primera vez dos títulos seguidos (2008 y 2009), desde que lo hiciera Suecia, en 1997 y 1998. El anterior bicampeón fue Alemania, que derrotó en 1988 y 1989 a Suecia en ambas definiciones. Es decir, que esta es la tercera ocasión en los 20 últimos años que un país logró dos Copa Davis de manera consecutiva.

Otra perlita a tener en cuenta en esta década dorada del 2000 para España es que se convirtió en el primer país, en un período de 10 años, en conquistar cuatro veces la Davis y llegar a otra final desde que lo logró Estados Unidos, el máximo campeón de la historia, con sus títulos conseguidos en 1978, 1979, 1981 y 1982 y la definición perdida en 1984.

Esto vuelve a dejar en claro que esta hazaña española no se trata de algo sencillo, sino que se obtiene como producto del trabajo serio, a conciencia y a largo plazo. Ahora, tras la victoria sobre la República Checa por 5-0, España lleva 18 eliminatorias seguidas ganadas como local y sobre arcilla. No pierde en esa condición desde hace 10 años, cuando en abril de 1999 cayó 3-2 con Brasil, al sufrir a un Gustavo Kuerten imparable.

Los progresos de los jugadores españoles fuera de las canchas lentas también les permitieron darse algunos gustos lejos de casa. Sin ir más lejos, la definición del año pasado quedó en poder de España, en suelo de Argentina, sin el lesionado rey Rafael Nadal y sobre una veloz carpeta sintética. En 2008, entonces, la Furia Roja se adjudicó así su única Copa Davis como visitante.

En 2000, España derrotó de local a Australia en la final y así coronó un año redondo, en el que jugó las cuatro eliminatorias siendo anfitrión. Y esa "ventaja deportiva" también la tuvo esta temporada, ya que volvió a ganar las cuatro series de local y sobre su aliada arcilla (o tierra batida, como les gusta decir a Nadal y compañía). En cambio, en 2004 se impuso en casa sobre Estados Unidos, año en el que debutó con un triunfo afuera y luego festejó adentro en cuartos, semis y la final.

Por si algo les faltaba a estas generaciones de gladiadores y heroicos jugadores fue haberse dado ahora el gusto de ganar por primera vez una final por 5-0. Para completar esta proeza, lo hizo cediendo sólo dos sets en los cinco partidos sobre los checos. Nadal se recuperó de una Copa Masters para el olvido y no dejó dudas en sus dos singles, siendo la figura estelar, el abanderado de un conjunto que aún quiere y va por más.

En tanto, David Ferrer también aportó dos puntos en sus individuales, aunque sufrió horrores contra Radek Stepanek en el segundo punto, pero salió adelante. La garra y el juego sólido y contragolpeador les dieron las alegrías a sus dos hombres fuertes. Y la tercera y decisiva victoria la aportó una dupla que se conoce desde los 11 años, la de los ofensivos zurdos Fernando Verdasco y Feliciano López.

Así, ante Stepanek y Tomas Berdych, dos rivales irregulares pero duros, que rinden más en superficies rápidas, los españoles tuvieron una alegría de esas que quedan grabadas a fuego. Y España, uno de los escasos 12 países que obtuvo la Copa Davis, ahora se convirtió en el sexto más ganador, dejando a Alemania con tres títulos. Adelante marchan Estados Unidos (32), Australia (28), Francia y Gran Bretaña (9) y Suecia (7).

Por eso, España ya se codea con la gloria copera. En 2000, Juan Carlos Ferrero, Alex Corretja, Albert Costa y Juan Manuel Balcells (doblista) pegaron el primer grito de campeón y asombraron a muchos. En 2004 repitió Ferrero, surgió un tal Nadal, por entonces pibe, y se sumaron Carlos Moyá y Tommy Robredo. Y en la conquista de 2008 los puntos los aportaron López y Verdasco, cada uno en un single y además formando el dobles.

Otros nombres fueron pasando por las formaciones de la Furia Roja, en distintos momentos y por diferentes razones, pero son todos estos los que siguen siendo los más recordados, los que consiguieron este cuarteto de copas inolvidable. En esta final de 2009, además, Albert Costa se convirtió en el primer español en ser campeón como jugador (2000) y ahora como capitán.

Como si fuera poco, España cuenta con jugadores de peso, es decir, con un gran poder de recambio, al punto de que esta vez Ferrero y Robredo se quedaron afuera. Igual, colaboraron con sus compatriotas toda la semana en la previa a la finalísima y se llevaron como premio el reconocimiento de la gente. Ahí es cuando se ven las diferencias con otras naciones, en esa predisposición para dar siempre una mano.

Cuenta con tenistas de primera, con el caso más notorio de Nadal, quien acumula 13 triunfos individuales al hilo en la Davis (no pierde desde 2004). Además, Verdasco y López integran una de las parejas más exitosas, al sumar tres victorias seguidas y ganar cinco de sus seis últimos compromisos. Por eso, nadie puede discutir a España, la superpotencia mundial de la década. Y, si siguen motivados, la cosecha puede ser aún mayor.

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