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NEW ORLEANS -- Dashon Goldson tuvo que jugar cuatro temporadas perdedoras antes de sentir la postemporada cerca con sus San Francisco 49ers. Para Justin Smith fueron tres años de sequía y cuatro más previamente con Cincinnati. Para Frank Gore fueron seis de sus ocho campañas con los 49ers.  "Es difícil encontrar motivación cuando no aspiras a ningún campeonato", dijo Goldson. "Empiezas a generar una cultura derrotista. Sientes que trabajas por muy poco". San Francisco tuvo una marca de 30-38 del 2007 al 2010 con tres entrenadores en jefe, y quedaron fuera de los playoffs ocho años seguidos, racha que se interrumpió con la llegada de Jim Harbaugh en el 2011 como estratega general. Desde el 2004, estaban relegados a las partes más bajas de la tabla de posiciones en la División Oeste de la Conferencia Nacional, y cada año su temporada era más de ilusiones que de realidades. Este domingo, disputarán el Super Bowl contra los Baltimore Ravens en New Orleans. "Soy sincero, nunca pensé que el cambio llegaría tan rápido", reconoció Goldson. "Aquí estamos apenas dos años después de que terminamos sin entrenador y con marca de 6-10. Es casi increíble". En el 2010, Mike Singletary fue despedido como entrenador, en medio de problemas personales con varios de los jugadores y una crisis de resultados que tocó fondo al terminar 6-10, después del 8-8 un año antes. San Francisco decidió darle oportunidad a Harbaugh, quien tenía apenas ocho años de experiencia como entrenador colegial, los anteriores cuatro con la Universidad de Stanford, a los que había convertido en ganadores. "El entrenador Harbaugh trajo pasión a este equipo", consideró Smith. "Sin hablar mal de los entrenadores que antes estuvieron aquí, cada quien tiene su estilo, Jim es un entrenador con una motivación que contagia. Muchos comenzamos a creer que se podía llegar al siguiente nivel". El corredor Frank Gore reconoció que las primeras seis de sus ocho temporadas con los 49ers fueron las más difíciles que ha vivido como jugador de futbol americano. "Era muy difícil venir a trabajar después de perder siempre", mencionó. "En especial para mí, después de venir de un programa ganador como el de la Universidad de Miami, sólo para perder". "En Miami, perdíamos uno y tu temporada estaba acabada", agregó. "Aquí parecía ya que nos habíamos acostumbrado a perder". Gore acreditó buena parte de los nuevos resultados al cambio de entrenadores. "Creo que llegó al momento correcto", señaló. "Estoy contento de dónde estamos ahora; hemos cambiado la cultura que teníamos en este equipo". "Ahora me encanta despertarme con la cabeza en alto cada mañana, sin avergonzarme de una derrota", añadió. "Todos te aman en la ciudad, vas contento a entrenar". Harbaugh dijo que cuando llegó a los 49ers reconoció un equipo que tenía una base de jugadores talentosa, pero que necesitaba crecer en confianza y automotivación. "Vi un vestidor con verdaderos jugadores de fútbol americano que necesitaban creer en ellos mismos", dijo Harbaugh. "Necesitaban confiar más uno en el otro. Necesitaban subir su autoestima". Ocho de los jugadores de San Francisco fueron reclutados en el draft por Mike Nolan y Singletary, los dos anteriores entrenadores en jefe. "Todos respondieron bien a las exigencias dentro y fuera del campo", agregó Harbaugh. "Ha sido un proceso duro para muchos en todos los aspectos para tratar de hacer mejor las pequeñas cosas que dan grandes resultados. Por eso estamos aquí en New Orleans".
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