Raúl Allegre 11y

Ofensiva en serie

BRISTOL -- No hemos llegado a la cuarta semana de la temporada de la NFL y en varias equipos se respira un ambiente tenso. Empieza a aparecer la incertidumbre, tanto de entrenadores como de jugadores, y especialmente de fanáticos.

La semana pasada escribí acerca de la situación en Pittsburgh y los Gigantes de NY. Después de ver el partido entre los Gigantes y Denver, en el que estuvieron en la pelea hasta que un regreso de patada de despeje inclinó la balanza hacia los Broncos, pensaba que el orgullo personal y la calidad de su entrenador le valdría al equipo de la Gran Manzana para lograr la victoria ante Carolina. Pensé lo mismo respecto a Pittsburgh.

Ambos equipos volvieron a decepcionar, aunque en el caso de los Acereros se vio un poco más de profundidad ofensiva y posibilidades de mejorar. La situación en NY es realmente penosa y sin talento en la línea ofensiva y la defensiva en general, se anticipa una temporada muy larga.

Estos no son los únicos equipos en crisis. Cinco de los seis finalistas de playoffs en la conferencia Nacional tienen marca perdedera y dos de ellos, Washington y Minnesota se han ido en blanco.

San Francisco abrió la temporada a tambor batiente con un gran despliegue ofensivo en contra de Green Bay. Fue un gran partido entre dos favoritos para el Super Bowl. A partir de entonces, las huestes de Jim Harbaugh han sido humilladas en partidos consecutivos. La derrota en Seattle no sorprendió tanto. Pocos equipos hacen valer la ventaja de jugar como local que los Halcones Marinos, y el año pasado vencieron a los 49s, 42-13. La manera como dominaron a SF defensivamente fue de llamar la atención, y las 172 yardas por tierra fueron contundentes, sobre todo tomando en cuenta que hace apenas dos años, los rivales de los 49s tardaron 16 semanas antes de anotar un TD por tierra, y permitían sólo 3.4 yardas por acarreo. Por cierto, el equipo que rompió el hechizo hace un par de año fue también Seattle.

Todo indicaba que San Francisco se reagruparía y volvería al sendero de la victoria ante unos Potros de Indianápolis con una de las peores defensivas terrestres en la NFL. La realidad fue otra. Fue Indy el equipo que jugó con coraje y aplomo y que dominó la guerra de las trincheras. Esta vez la defensiva terrestre de los 49s permitió 179 yardas por tierra.

Comparando a la unidad de 2011 con la de 2013, vemos solamente tres cambios en la alineación que no deberían ser un gran factor: Isaac Sapoaga era el NT. Parys Haralson era el titular y Aldon Smith el suplente, y Dashon Goldson ocupaba el puesto que es de Eric Reid. Se puede argumentar que sin Sapoaga, que ahora juega para Filadelfia, e Ian Williams, hoy en día en la lista de lesionados, el centro de la línea es vulnerable, pero la realidad es que los rivales de SF logran la mayoría de sus yardas terrestres cuando el NT está fuera de la alineación en la formación nickel (con cinco en la defensiva secundaria), lo cual no ocurría en 2011. Una explicación es que la edad y las lesiones hayan disminuidos a Justin Smith y Ray McDonald, las alas defensivas, y que los problemas fuera del terreno de juego de Aldon Smith pesaron más de lo que nos dejan saber.

Ofensivamente Colin Kaepernick es otro jugador. En el partido inaugural dio cátedra de pases e hizo gran mancuerna con Anquan Boldin combinándose estos para 13 recepciones. En los siguientes partidos Kap completó solamente 13 recepciones en cada encuentro con todos sus receptores.

Frank Gore tuvo un altercado con Jim Harbaugh al final del partido contra Indy por la selección de jugadas. Contra una defensiva vulnerable al juego por tierra, Gore tuvo sólo 11 acarreos y logró 82 yardas. Estas discusiones acaloradas entre entrenadores y jugadores no son raras. Vimos una similar entre Aaron Rodgers y Mike McCarthy en el partido de Green Bay ante Cincinnati. Son resultado de la frustración y de hecho, muchos entrenadores no sólo las toleran, sino que las aprecian porque son indicación de dos cosas: 1) que al jugador le importa el equipo y 2) que no está satisfecho con los resultados. La clave es mantener el respeto, establecer el diálogo y llegar a una conclusión de beneficio mutuo.

Hablando de los problemas de Aldon Smith, fue una desilusión verlo jugar el domingo después de ser arrestado por manejar en estado de ebriedad y poseer mariguana. No era tampoco la primera vez que se metía en problemas fuera del terreno de juego. En junio de 2012, fue acuchillado, afortunadamente sin consecuencias.

Con jugadores jóvenes, millonarios e inmaduros, un equipo y sobre todo, un entrenador, debe tener ciertas reglas y consecuencias claras cuando alguien las infringe. No debe esperar ni el equipo, ni el entrenador, hasta que suceda el incidente para "deliberar" cuál debe ser el castigo. Dicen que "bajo advertencia no hay engaño". ¿No sería menos complicado tener una regla que diga claramente que "En caso de arresto por en estado de ebriedad, el jugador será suspendido sin paga por X partidos". El número de juegos debe ser determinado por el equipo y el entrenador, pero no debería ser menos de dos, y debería aumentar en caso de que se repitiera la infracción. Y si en realidad les interesa el bienestar del jugador, a la suspensión se le añadiría un período de tratamiento buscando la rehabilitación.

Es la primera situación de crisis que vive Jim Harbaugh en su carrera de entrenador y será interesante ver cómo reaccionan él y el equipo.

También con dos derrotas tenemos a Green Bay y a Atlanta, pero sus situaciones no parecen ser tan complicadas.

Las dos derrotas de Green Bay fueron como visitante y estuvo en posición de ganar el partido cerca del final. Si un equipo termina 7-1 en casa y 5-3 como visitante tiene una gran temporada, y Green Bay tiene todavía la oportunidad de lograrlo. Contra Cincinnati no contaron con su mejor safety en Morgan Burnett, ni con Jarrett Bush y Casey Hayward, dos jugadores importantes en la defensiva secundaria. Sufrieron también la lesión de Clay Matthews quien salió del partido en el segundo cuarto. A pesar de no tener en sus filas a John Kuhn y Eddie Lacy, lograron 138 yardas por tierra y encontraron otro corredor productivo en Jonathan Sullivan. Con una defensiva que está empezando a forzar entregas y un ataque terrestre que complemente a Aaron Rodgers, los Empacadores serán factor el la conferencia Nacional. El descanso en la semana cuantro les viene como anillo al dedo.

Las derrotas de Atlanta también fueron como visitante y también tuvieron la oportunidad de ganar ambos partidos en la última serie ofensiva. En ambas situaciones, Matt Ryan, especialista en remontes de marcador, no pudo llevar a su equipo a la victoria ante Nueva Orleans y Miami, dos equipos que van invictos y que se verán las caras el próximo lunes en MNF. Lo que sí es motivo de alarma en Atlanta es una defensiva de pase que ha permitido 296 yardas por partido y siete TDs. Las defensivas de Mike Nolan históricamente vienen a menos en su segundo año al frente del equipo, y esta temporada están cumpliendo con tal tendencia. El desempeño de esta unidad, junto con el de la línea ofensiva debe mejorar para ser factor en la NFC al final de la temporada.

Una de las preguntas al inicio de la temporada es si debería jugar Robert Griffin III. Mi postura siempre fue que no. Lo comparaban con Adrian Peterson, el cual tuvo un regreso milagroso después de haber sido operado a finales de diciembre de 2011, por James Andrews, el mismo cirujano que reparó los múltiples problemas en la rodilla de Griffin. La comparación no es relevante porque estamos hablando de posiciones diferentes en el equipo --AP como corredor puede ser reemplazado y Griffin no-- y porque la operación de Griffin era la segunda que sufría en la misma rodilla.

Cuando sufrió la primera, en septiembre 2009, RGIII pudo regresar un año después y tuvo una gran temporada en 2010, pero con once meses para rehabilitar su rodilla antes de jugar tres partidos ante equipo mediocres, el equivalente de la pretemporada en el futbol americano colegial. Este año tuvo solamente ocho meses de recuperación, sin la oportunidad de jugar, antes del primer partido de temporada regular. Estamos hablando de una diferencia de aproximadamente 60 días. Aunque parece mejorar, el nivel de Griffin está todavía muy por debajo del que mostró en 2012, y las defensivas rivales no han tenido problemas en contenerlo. Kirk Cousins no jugó mal en su lugar la temporada pasada, pero también sufrió una lesión en pretemporada. Por difícil que sea admitirlo, Rex Grossman era la mejor opción de Washington para abrir esta campaña.

Las esperanzas en Washington es que Griffin siga mejorando cada semana y que empiecen a tener la ofensiva de control de balón para ayudar a su raquítica defensiva. Después de la cuarta semana, tendrán también el regreso de Jarvis Jenkins y Rob Jackson para reforzar esta unidad que ha permitido la mayor cantidad de yardas en los primeros tres partidos.

Minnesota sorprendió en 2012, y se coló a la postemporada detrás de una actuación inspirada de Peterson, pero pocos los consideraban factor en la dura conferencia Nacional en 2013. Christian Ponder no es un pasador de primer nivel, y aunque AP sigue siendo un fuera de serie, acercarse a lo que logró en 2012 era difícil. Ninguno de los corredores que superó 2,000 yardas se acercó a dicha cifra un año después. La derrota ante Cleveland en casa fue inesperada, pero no así las dos que sufrieron contra Detroit y Chicago de visitante. La defensiva, que fue sólida en 2012, ha venido mucho a menos. Además de AP, no cuentan con grandes argumentos ofensivos.

Hay muchos otros temas por comentar, como los equipos que han sorprendido hasta el momento como Miami, Kansas City y Chicago. Veremos si el tema sigue vigente la semana próxima.

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