Raúl Allegre 10y

Ofensiva en serie

BRISTOL -- Poco antes del inicio de la transmisión de "Monday Night Football" entre Nueva Orleans y Seattle, contesté un mensaje de mi buen amigo Fernando von Rossum, a quien de nueva cuenta felicito por sus aniversario de Oro en los medios de comunicación. Fernando me deseaba suerte en la transmisión del que parecía ser uno de los partidos del año en la NFL. Mi respuesta fue "Espero el partido cumpla con las expectativas". No fue así.

Después de analizar a los equipos me parecía sumamente complicado que Nueva Orleans se mantuviera cerca en el partido. En las claves del juego puse en primer lugar para Nueva Orleans que "Aguantaran el embate inicial". No lo hicieron, y un partido que prometía quedó prácticamente decidido al finalizar el primer cuarto.

Las carencias de Nueva Orleans se manifestaron desde su partido contra los Jets. Un equipo que puede presionar solamente con cuatro jugadores y que tiene una defensiva secundaria, no digamos buena, decente, es veneno para las huestes de Sean Payton. La razón es la mediocridad de la línea ofensiva de Nueva Orleans.

Cuando ganaron el Super Bowl en 2009, esa unidad la integraban Jermon Bushrod, ahora con Chicago; Carl Nicks, ahora con Tampa Bay; Jonathan Goodwin, ahora con San Francisco; Jahri Evans y Jonathan Stinchcomb, ahora retirado. Charlie Brown tomó el lugar de Bushrod, Brian de la Puente el de Goodwin, Ben Grubbs el de Nicks y Zach Strief el de Stinchcomb. La calidad de esta unidad ha deteriorado considerablemente. Esta no es una observación reciente. La hice por primera vez durante la segunda emisión de "NFL Semanal".

En el 2009, los Santos era un equipo con balance ofensivo. La filosofía ha sido siempre la de lanzar, pero cuando necesitaban correr, lo hacían con eficiencia. Ese año su ataque terrestre terminó entre los diez mejores de la NFL. En 2013, brilla por su ausencia. Tuvieron un buen partido corriendo contra Dallas, pero el nivel de la defensiva de los Vaqueros y las circunstancias del partido facilitaron los acarreos. Hoy en día los corredores de Nueva Orleans tienen tres funciones: 1) proteger a Drew Brees, 2) correr trayectorias de escape y atrapar pases cortos, y finalmente, 3) correr con el balón.

Sin un ataque terrestre efectivo, defensivas rivales se enfocan en presionar a Brees y neutralizar a los receptores. Contra una línea defensiva como la de Seattle, los jugadores de la línea ofensiva de Nueva Orleans no podían ganar duelos individuales. ¿La consecuencia? Tuvieron que usar formaciones con dos o tres alas cerradas o asignar protecciones a sus corredores. ¿El resultado? Sólo dos o tres receptores corriendo trayectorias contra siete jugadores marcando. La defensiva de pase de Seattle no es tan sólo decente, es la mejor de la NFL. De ahí las 147 yardas que lanzó Brees y su promedio de tan sólo 6.39 por pase. Su promedio por intento, que es una de las estadísticas que se usan para calcular el índice de pasador, fue de 3.87.

Jugar en Seattle es muy difícil para los visitantes, pero el resultado del partido de anoche no hubiera sido muy diferente aún si el encuentro se hubiera realizado en el estacionamiento de un supermercado.

El siguiente reto para los Santos es enfrentar a Carolina en dos de las próximas cuatro semanas. Es un equipo a la defensiva con características similares a Seattle, aunque su defensiva de pase no es tan imponente. Seguramente Payton y Brees van a revisar el plan de juego de Nueva Inglaterra, equipo que perdió, pero que por lo menos pudo ganar yardas ofensivas. No será tan fácil. Los Pats cuentan con una línea ofensiva sólida y han mejorado considerablemente en el juego por tierra. Espero una reacción de Nueva Orleans jugando en casa después de haber sido humillados, pero no será fácil.

Hablando de presión y de líneas ofensivas mediocres, ningún pasador ha sido tan asediado recientemente que Andrew Luck. De acuerdo al departamento de estadística e información de ESPN, Luck ha sido golpeado 380 veces esta temporada. Esto incluye capturas, acarreos y presiones.

Aquí se ve el impacto de la ausencia de Reggie Wayne. Sin Wayne en la alineación, los equipo hacen marcas dobles sobre T.Y. Hilton y cierran espacios para el ataque terrestre. La situación se complica ya que Trent Richardson ha sido un rotundo fracaso. Lástima que en las transacciones de la NFL no se acepten devoluciones. A Ryan Grigson, gerente general en Indy, le tomó el pelo su buen amigo Joe Banner, presidente de los Cafés, y con quien trabajó cuando estuvieron ambos en Filadelfia, con ese canje La línea ofensiva es la misma con la que vencieron a Seattle. La diferencia es que con Wayne en el terreno de juego, Luck tenía espacios para conectar con otros receptores, establecer el ataque terrestre y sobre todo un receptor con el que se podía comunicar sin palabras.

El riesgo que corre ahora Andrew Luck es de sufrir una lesión seria. No es normal la cantidad y la intensidad de golpes que está recibiendo. Indianápolis ya casi amarró el título de su división. Sólo basta una victoria más, o una derrota de Tennessee. El enfoque de Chuck Pagano y de Pep Hamilton debe ser buscar la manera de proteger a su mariscal de campo. La solución a largo plazo no será fácil. Indianápolis no tendrá una primera selección el año próximo ni tampoco cuarta o séptima. Difícil construir una línea ofensiva y buscar receptores y corredores de calidad en un solo año de la agencia libre.

Deplorable la acción de Mike Tomlin durante el partido contra Baltimore al tratar de obstruir intencionalmente el regreso de kick off de Jacoby Jones. Y digo intencionalmente porque una estación de Pittsburgh produjo un video en el que se ve claramente a Tomlin colocarse dentro del terreno de juego.

Esto acción no no fue casual ni accidental, fue totalmente premeditada. El video muestra claramente a Tomlin dar un paso deliberado para colocarse dentro del terreno de juego. Con su desplante, Tomlin primero que nada, pudo causar una lesión seria sobre el árbitro que corría sobre la franja blanca, o sobre el mismo Jacoby Jones. Su presencia dentro del terreno de juego provocó que Jones hiciera un corte hacia adentro del campo y se frenara un poco en lugar de seguir pegado a la banda y fue tacleado. De haber habido contacto entre Tomlin y Jones el castigo habría sido obstrucción y se hubiera otorgado un touchdown. En la semana doce, los Jets fueron castigados porque un entrenador hizo contacto con el oficial en esa franja. Aquí no hubo castigo alguno.

Tomlin tomó esta situación como si fuera broma. Como si se tratara de un descuido inocente. Yo tenía una impresión de Mike Tomlin como de una persona con alta integridad, mucha intensidad y capaz de ser un buen líder. Vaya decepción. Esta fue la reacción de alguien que aparentemente está desesperado y trata de ganar a toda costa, aún haciendo trampa.

La excusa que dio de que fue un descuido que le pasa a todos no aplica. Es común que durante el transcurso de un partido jugadores y entrenadores invadan la franja blanca para seguir de cerca la acción, pero no durante jugadas de equipos especiales que incluyen patadas o despejes en las que los árbitros y jugadores tienen que correr a toda velocidad por las bandas. Antes de cada patada, los árbitros se aseguran que esa franja esté libre.

Mike Tomlin es un entrenador en jefe, no un asistente o ayudante. Es también miembro del comité de competencia de la NFL. Es alguien que debe de poner el ejemplo de integridad, deportivismo y apego a los reglamentos. La multa debe ser superior a los cien mil dólares y en mi opinión, Pittsburgh debería perder una selección en el siguiente draft, no más baja que una cuarta.

El peor castigo para Tomlin será el haber perdido prestigio y el respeto de una de las familias más importantes y de tradición en la NFL, los Rooney. Más le vale a Tomlin ganar y rápidamente, porque la paciencia que caracteriza a esta familia, y el cualquier capital humano que tenía con ellos, está a punto de ser sobregirado.

^ Al Inicio ^