No es el mismo, pero bueno igual

Por OMAR OLIVER
(Agencia RÉCORD) -- El pasado domingo, Esteban Loaiza, el mejor pitcher mexicano de la actualidad, llegó a su triunfo número ocho de la temporada; nada mal para el lanzador estelar de una novena de Grandes Ligas, si tomamos en cuenta que los líderes en victorias de todas las Mayores acumulan 10 ganados, sin embargo, hace un año, las cosas eran un tanto distintas para el tijuanense.

Para el 29 de junio del 2003, Loaiza tenía una marca de 11-3, en un total de 17 salidas con los Medias Blancas; su promedio de efectividad en carreras limpias era un bajo 2.15 y la campaña de ensueño era toda una realidad, mientras se acercaba la mitad de la temporada.

Además, la asistencia al primer Juego de Estrellas de su carrera era prácticamente un hecho y sólo era cuestión de que se hiciera oficial para convertirse en el serpentinero abridor de la Liga Americana, logro que para el clásico de media temporada del próximo 13 de julio, es todavía una incógnita.

Ahora, Esteban ha batallado en casi todas sus salidas, sin poder consolidarse como un pitcher dominante. En este año, ha trabajado en promedio el mismo número de entradas por partido (7), pero ha sido considerablemente más atacado, tanto, que a estas alturas de la temporada, ya recibió más cuadrangulares (18) que todos los que le pegaron en el 2003 (17), seña inequívoca de que sus lanzamientos dejaron de ser una sorpresa para los bateadores, sin contar que su efectividad está en un alto 4.28.

Aún así, el mexicano sigue siendo la mejor carta en el montículo para el manager Ozzie Guillén, encabezando los departamentos del club en victorias y promedio de carreras limpias. Además, paradójicamente, el equipo vive un mejor momento en el 2004 con una marca de 39-36, con tan sólo un partido de diferencia con respecto a los Mellizos de Minnesota, líderes de la División Central, mientras que en la última campaña, Chicago estaba por debajo del .500 en triunfos (40-42).

Por lo pronto, Loaiza, aunque con más dificultades, sigue sumando esfuerzos a los Medias Blancas, en una novena que al parecer puede aspirar a más cosas este año, que cuando el de Tijuana quedó segundo en las votaciones para el Cy Young.