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Con el pincel de un artista

MONTEVIDEO (EFE) -- La selección de fútbol de Uruguay, conducida magistralmente por Enzo Francéscoli, reverdeció los laureles que le llevaron a ganar dos Mundiales y otros tantos oros olímpicos al adjudicarse la 37 edición de la Copa América, de la que fue anfitriona en julio de 1995.

El mayor acierto en los lanzamientos desde el punto de penalti, tras concluir el partido con empate a un gol, permitió a los charrúas superar en la final a Brasil.

Con este éxito Uruguay se mantiene invicta en Copa América en el estadio Centenario de Montevideo y suma 14 títulos con lo que comparte con Argentina el reinado del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

Uruguay fue siempre superior a sus rivales, cedió sólo dos empates, ante México y Brasil, ambos a un gol, y se sobrepuso a la gran presión de sus compatriotas, que anhelaban un título después de haber oído tantas hazañas de su selección, pero casi siempre a través de imágenes en blanco y negro.

Enzo Francéscoli, el gran capitán uruguayo, fue la figura más destacada de su equipo durante la competición, aunque también brillaron Daniel Fonseca, hasta que se lesionó ante Bolivia, Marcelo Otero, Gustavo Méndez y Gustavo Poyet.

Uruguay fue el equipo más goleador con 11 tantos en seis partidos y una de sus mayores virtudes residió en saber reaccionar a tiempo cuando el rival se ponía en ventaja, como ocurrió con México y Brasil.

La selección brasileña de Mario Zagallo, pese a contar con ocho integrantes del equipo que se proclamó campeón del mundo en Estados Unidos'94, no maravilló.

Juninho Paulista y Roberto Carlos, entonces a punto de fichar por el Inter de Milán para recalar después en el Real Madrid, fueron las dos grandes estrellas de Brasil, aunque si no hubiera sido por la clase y veteranía de hombres como Dunga y Aldair, no habría llegado tan lejos.

Colombia repitió el tercer puesto de Ecuador'93, aunque nunca dio la sensación de ser una aspirante al título. El capitán Carlos Valderrama y las demás estrellas como Faustino Aprilla y Freddy Rincón sólo destacaron en el último partido ante Estados Unidos, precisamente cuando ya estaban liberados de la presión de luchar por el campeonato.

El rendimiento de los pupilos de Hernán Darío Gómez no pasó de discreto en los cuartos de final, en los que empataron a un tanto con Paraguay, que anduvo cerca de ganar. Merced a una ágil estirada del portero René Higuita, en el desempate de los penaltis, Colombia alcanzó las semifinales, en las que Uruguay ganó por 2-0, después de una primorosa segunda parte del equipo anfitrión de esta Copa América.

La mejor actuación de Colombia se produjo ante Estados Unidos. Con un fútbol agresivo y rápido desbordó claramente a su adversario y se adjudicó el partido por el tercer puesto gracias a los goles de Luis Quiñones, Asprilla, Valderrama y Rincón.

Estados Unidos fue la gran revelación del torneo. En el primer partido ya sorprendió con un juego tan sencillo como efectivo al superar a Chile por 2-1. Ante Bolivia perdió por 1-0, pero buscó el empate hasta el último momento.

La gran explosión estadounidense se produjo en el último encuentro del grupo C, cuando en la sede de Paysandú rompió todos los pronósticos y venció por un concluyente 3-0 a Argentina, campeona en las dos ediciones anteriores y que no perdía en la Copa América desde la edición de Brasil'89.

Estados Unidos se plantó en las semifinales al superar a México en los penales (4-1), una vez que el encuentro concluyera sin goles, el único en todo el torneo en el que se mantuvo el resultado inicial.

Brasil sudó casi sangre para apear de la final a los norteamericanos, que sólo cedieron ante el gol de cabeza de Aldair.

Si Estados Unidos fue la revelación, Argentina fue la desilusión. La doble campeona del torneo en las ediciones anteriores parecía disparada otra vez al título cuando goleó 4-0 a Chile en el segundo partido, que tuvo el saldo negativo de un aficionado argentino asesinado a manos de compatriotas suyos, pertenecientes a las "barras bravas".

En el primer encuentro, Argentina se había deshecho con dificultades de Bolivia, por 2-1, pero el dúo atacante Gabriel Batistuta-Abel Balbo se mostraba mortífero.

El gran error lo cometió el seleccionador Daniel Passarella, que menospreció a los estadounidenses y alineó a nueve suplentes. La catástrofe no se hizo esperar, Argentina perdió por 3-0 y no tenía más remedio que enfrentarse a Brasil, que la esperaba en Rivera, a pocos metros de la frontera con su país.

La "mano celestial" de Tulio envió a casa a Argentina en uno de los encuentros más vibrantes del torneo y el "escándalo" que se organizó por el error de bulto del árbitro peruano Alberto Tejada.

A pesar de todo, quedó patente la gran clase de Batistuta ante la meta contraria, el entonces jugador del Fiorentina fue el máximo goleador del torneo, igualado a cuatro tantos con el mexicano Luis García, y suma 13 en sus tres participaciones en este torneo.

México, que partía como favorita tras ser subcampeona en Ecuador'93, decepcionó totalmente. Llegó a los cuartos de final gracias a su victoria ante la cenicienta Venezuela (3-1) y al empate a un gol con Uruguay, en el que fue el mejor encuentro de los hombres entrenados entonces por Miguel Mejía Barón.

Los penales, al igual que ocurrió en los Mundiales de México'86 y EEUU'94, sepultaron a los mexicanos en los cuartos de final ante Estados Unidos.

Paraguay cayó en cuartos de final ante Colombia, después de que el capitán Carlos Gamarra fallara el penal decisivo ante Higuita, pero el equipo que dirigía el fallecido Ladislao Kubala demostró que sabía jugar al fútbol y resolver los partidos sin necesidad de recurrir a las acciones duras o al patadón.

Bolivia fue otra de las selecciones que dejó un buen sabor de boca en el torneo. Después del hito de estar en el Mundial de Estados Unidos, el equipo del altiplano pasó por primera vez a la segunda ronda en una Copa América disputada fuera de su territorio.

La selección boliviana ganó a Estados Unidos (1-0), empató con Chile, después de ir en desventaja de dos goles (2-2) y se lo puso muy difícil a Uruguay en cuartos de final.

La gloria en el fútbol le siguió siendo esquiva a Chile. Sin su gran estrella Iván Zamorano, que prefirió descansar, los hombres dirigidos por el español Xabier Azkargorta perdieron en el debut con Estados Unidos (1-2) y fueron un juguete en manos de Argentina, que les endosó cuatro goles en el que fue el mejor partido de los albicelestes.

La mano del colombiano Francisco "Pacho" Maturana se reflejó en Ecuador, un equipo que jugó sin complejos ante Colombia y Brasil con los que perdió por 1-0, y en su despedida se impuso a Perú.

La selección peruana sólo estuvo entonada en el primer encuentro en el que tuteó a Colombia y obtuvo un merecido empate a un gol, gracias a una gran jugada de Roberto Palacios.

Venezuela volvió a ser la última con derrotas en sus tres encuentros, aunque el equipo de Rafael Santana ya apuntaba que las diferencias con las grandes potencias del continente se reducían. Hecho que se ha podido constatar recientemente.