Por EDGAR MARTÍNEZ
ZAPOPAN (Récord) -- La dureza de la cancha en el Estadio Víctor Manuel Reyna fue la causa por la que Eliomar Marcón se resintió de los meniscos. El único camino es visitar el quirófano.
Ese problema ya se la había diagnosticado con anterioridad y que no representaba mayor peligro para el brasileño.
Sin embargo, a raíz del encuentro del sábado, Eliomar asegura que el dolor aumenta día con día, al grado de que puede llegar a ser intolerante.
"(El problema) fue por la cancha que está bastante dura, en el partido en Chiapas me lastimé y se me inflamó más la rodilla y no me queda de otra ya que no soporto el dolor", afirmó Eliomar.
La molestia ha provocado que el brasileño, en coordinación con el cuerpo médico de la UAG, haya determinado adelantar la intervención quirúrgica.
"La idea era terminar este torneo, pero el dolor ha aumentado mucho y ya no me permite realizar mi trabajo.
"Al principio podía tolerar el dolor, pero ahora el dolor es mayor. Hablé con el cuerpo técnico, los doctores y la directiva y decidimos que voy a jugar el partido del domingo y luego, en la semana, ya veremos qué podemos hacer, si el dolor sigue muy fuerte tomaremos decisiones", señaló Eliomar.
Con sinceridad, Marcón reconoce que además del problema físico, su profesionalismo no le permiten estar tranquilo, pues no considera apropiado, el no entrenar durante la semana con sus compañeros y tener participación en los partidos dentro del cuadro titular.
"Soy una persona muy inquieta, no me gusta estar en la cancha y ver a mis compañeros trabajar durante la semana y yo no puedo. Yo quiero estar siempre en todos los entrenamientos, me gusta entrenar diario".
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