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Se ve en grandes condiciones

WASHINGTON (ESPN.com) -- El martes por la tarde, Mike Tyson tuvo un entrenamiento público para ayudar a sus intereses en su pelea contra Kevin McBride el sábado por la noche en el MCI Center, pero para ese entonces, su preparación ya habría terminado.

Estos entrenamientos son todos iguales, ya sea Tyson, Oscar De La Hoya, o cualquier otro boxeador estrella que está promocionando una pelea. Hay muchas cámaras, periodistas, fans y emoción.

Pero los boxeadores no hacen mucho en estos entrenamientos, más que pelear un par de rounds contra su entrenador (en este caso, Jeff Fenech), o algún otro ejercicio. Sea lo que sea, todo es puro espectáculo.

El trabajo duro finalizó el lunes. ¡Y vaya que ha sido trabajo duro!

El ex campeón de peso pesado mantuvo seis intensos rounds, el último de los 100 aproximados a los que se enfrentó para prepararse para la pelea contra McBride (9 p.m. ET, Showtime, $44.95).

Esta es la primera pelea de Tyson desde que fue derrotado en el cuarto round por knockout contra Danny Williams en julio del año pasado, durante la cual Tyson se tironeó los ligamentos en la rodilla. Sano y contento, el boxeador hoy está peleando con un abandono que no he visto en mucho tiempo. Parece que realmente quiere estar en el ring.

"Tengo un nuevo entusiasmo para pelear", dijo Tyson después de la sesión. "Estaba peleando bien en mi última pelea contra Danny Williams hasta que me rompí la pierna. La pelea no me afectó. Somos hombres. Si pierdes te lo aguantas. Estoy expectante a la pelea contra McBride. Creo que no va a poder soportar los golpes y el poder. Tengo más experiencia y he peleado contra los mejores. Me siento bien y me confianza está de regreso a un nivel competitivo. Me siento sensacional. No creo que McBride pueda aguantar la pelea".

Estoy de acuerdo, y eso fue antes de ver los seis extenuantes y físicos rounds contra el australiano de peso pesado; Bob Mirovic, un fuerte y experimentado boxeador de 39 años que está a 25-14-2 con 16 KO's. A Tyson le cae bien, y con una altura de 6'5 pies, 265 libras, Mirovic es perfecto para estimular la pelea contra McBride.

Fui en único escritor al que le concedieron el acceso a la sesión privada, durante la cual Tyson demostró que aún puede provocar el dolor en el contrincante.

Habían alrededor de 12 personas en total en el Nomis Boxing Community Center, un pequeño gimnasio manejado por Ham Johnson, el padre del ex campeón mundial Mark "El afilado" Johnson.

Tyson llegó a eso de las 2 p.m. después de un viaje al Centro Médico Walter Reed, donde visitó a los soldados heridos que fueron traídos de regreso a sus casas desde Irak.

"Me doy cuenta que los problemas por los que pasé yo no son nada en comparación a esos muchachos", dijo Tyson. "Respiro, camino y estoy saludable. Mis problemas no son nada".

Llegué al gimnasio antes que Tyson y aguardé con Fenech, Mirovic, Corey Sanders (quien no peleó contra Tyson el lunes) y otros a que llegara.

Llegó y se lo veía tranquilo. No había conmoción y show como en el pasado. Eran sólo Tyson, su consejero Shelly Finkel y el equipo de seguridad.

Después de concederme una entrevista muy agradable de 20 minutos, tenía sus manos alrededor de Fenech. Tyson estaba abierto a las preguntas y haciendo chistes con Finkel, con Fenech y conmigo.

He entrevistado a Tyson muchas veces en el pasado, pero entre esta entrevista y la primera que tuve cara a cara con el en octubre del 2000, hay un abismo. Ese día vi a Tyson derrotar a su compañero Jeff Pegues en cuatro rounds durante un entrenamiento cerrado en un gimnasio en Detroit un par de días antes de la pelea contra Andrew Golota en El Palacio de Auburn Hills.

Tyson estaba irritable y de mal humor ese día. Hicimos la entrevista en el oscuro sótano del gimnasio, y Tyson estaba molesto desde el comienzo. Diez minutos más tarde, me estaba agarrando del hombro, maldiciéndome e insultando a la prensa en general. En ese momento, fui sacado del gimnasio por el equipo de seguridad, pero no sin antes escuchar la declaración que hizo Tyson que luego apareció en el USA TODAY como historia principal (escrita por mi): "Tyson: Odio a todo el mundo".

Tyson y yo hemos recorrido un largo camino desde ese entonces.

Tyson se puso su ropa de boxeo -pantalones cortos negros, zapatos negros, protección de color negra.

Hacía mucho calor y era un día muy húmedo. Como no había aire acondicionado, Fenech pasó un trapo húmedo por el cuello de Tyson y pasó grasa por sus brazos y cara. Tyson estaba listo para entrar en el ring, donde Mirovic estaba esperando.

Este no es un ring regular. El Nomis Center es pequeño, y no lo suficientemente grande como para tener un ring de 20 pies por 20 pies. Este quizás sea de 14 por 14 dentro de las sogas, con una alfombra roja. Este no es un lugar donde una puedo correr y esconderse.

Tyson y Mirovic empezaron lentamente. Tyson atacaba con su golpe izquierdo mientras Mirovic se defendía y mantenía a Tyson con distancia. Hacia el final del round, y con un gancho seco de Tyson con un golpe derecho detrás.

"¿Cómo voy entrenador? ¿Lo hice bien?", preguntó Tyson mientras se acercaba a su esquina para el descanso de un minuto, un poco de agua y algunos consejos.

Fenech, quien ha estado trabajando con Tyson por los últimos 10 años, le aseguró a Tyson que estaba trabajando bien pero que quería ver un par de combinaciones.

Tyson entró en ritmo en el segundo round, yendo tras Mirovic con ganchos de izquierda y golpes derechos. Estaba conectando pero su timing no era el correcto. Pero hacia el final del round, Tyson aterrizó sus dos manos sobre el rostro de Mirovic.

Cuando terminó el round, Tyson parecía descontento. "No estoy logrando dar golpes en limpio", le dijo a Fenech.

En el tercer round, Tyson atajó un par de golpes decentes de Mirovic y lo ató, pero se separaron por su cuenta. Es aquí donde Tyson comenzó a pelear realmente.

Aterrizó golpes mortales con ambas manos, y Mirovic, respirando con dificultad, realmente los sintió.

El ritmo siguió incrementando en el cuarto y quinto round mientras Tyson comenzó a dar más combinaciones y golpes superiores cuando estaban cerca, mientras Mirovic intentaba responder a un Tyson avasallante. Los árbitros estaban absortos con la acción del ring.

A pesar de que Tyson estaba logrando buenos golpes, el trabajo de su cuerpo era impresionante. Algunos golpes hicieron que Mirovic tambaleara. Hasta me hicieron tambalear a mí.

En el sexto round, el último de Tyson previo a la pelea, Fenech le imploró que diera todo lo que tenía en ese último round. Tyson intentó. En el último minuto aterrizó un gancho izquierdo en Mirovic que lo sacudió. Recuerden, en estos entrenamientos los boxeadores usan máscaras protectoras muy duras y guantes más grandes, con lo cual, cuando Mirovic fue sacudido, saben que Tyson le estaba pegando fuerte. Se podía escuchar y sentir el impacto de los golpes.

Cuando había terminado, Tyson se apoyó sobre las sogas para recuperar el aire mientras Fenech lo mojaba con agua.

Fenech dijo que estaba satisfecho. "Está preparado para muchos rounds de ser necesario", dijo Fenech. "Hemos trabajado duro. Creo que hoy boxeó muy bein. Mi hombre está listo".

Cuando Tyson se retiró del ring, exclamó: "¡Me siento bien!".

Tyson dio un par de vueltas alrededor del cuarto por un minuto para recuperarse y luego caminó hasta Mirovic. Chocaron guantes y Tyson le dijo: "Gracias hombre".

Luego caminó hacia mi, me dio un golpecito en el hombro y preguntó: "¿Y? ¿Disfrutaste eso?".

Claro que sí.