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¡Alonso, qué bien se "TV"!

MADRID (EFE) -- La irrupción del piloto español Fernando Alonso en la Fórmula Uno ha convertido a este deporte, descatalogado de entre los acontecimientos de interés antes del año 2003 para las televisiones, en la reina de las retransmisiones deportivas capaces de aglutinar a más de trece millones de espectadores.

La Fórmula Uno era en España algo lejano, sólo seguido por un número reducido de aficionados. Emilio de Villota, pionero español en este elitista mundo, apenas tuvo unos minutos de repercusión televisiva tras su participación los GP de España y Austria de 1977 a los mandos de un McLaren M23 privado.

En 1980, Villota tuvo otra aparición fugaz para conducir un Williams FW07 en el GP de España que casi se quedó en anécdota, como su repercusión televisiva. Desde entonces, la Fórmula Uno fue un acontecimiento deportivo de rango inferior, incluso cuando en 1994 Telecinco se hizo con sus derechos.

En la temporada de 2003, ya con Fernando Alonso en el equipo Renault, TVE alcanzó un acuerdo con la escudería francesa para retransmitir todos los Grandes Premios de la temporada.

El GP de Malasia, disputado el 23 de marzo de 2003 fue la primera cita televisada en directo, ya que no se llegó al acuerdo de hacerlo en el GP de Australia. Alonso fue el piloto más joven de la historia en conseguir una 'pole' y también el más joven en subirse al podio, aunque la repercusión fue escasa.

TVE retransmitió toda la temporada de Fórmula Uno pero nunca creyó en el producto, a pesar de que Alonso se convirtió en el piloto más joven de la historia de la Fórmula Uno en conseguir la victoria y en 2004 Telecinco se hizo con los derechos de la competición para España y apostó fuerte por Fernando Alonso.

La semilla que plantó TVE en 2003, eclosionó en 2004 gracias a la progresión de Fernando Alonso, hasta el punto de que se batieron todos los registros habidos hasta entonces en este deporte, llegándose a los más de cuatro millones de espectadores en algunas carreras.

Los números se hicieron tan impresionantes que el automovilismo se consolidó como el segundo deporte más visto en televisión por detrás del fútbol, superando una audiencia media de 2,8 millones de espectadores, según un estudio realizado por la agencia de medios Carat.

Según esta misma fuente, el Campeonato de Formula Uno en 2004 sumó un 69 por ciento más de audiencia media en comparación con el año 2003, y el nivel de espectadores alcanzado en cada uno de los premios fue también superior a la media del año anterior.

A modo de ejemplo, Carat señaló que el Gran Premio de Mónaco fue el que obtuvo la mayor audiencia, con una media de 4,3 millones de espectadores, seguido del de España con 3,9 millones.

Una de las posibles razones de este aumento de audiencia es que el automovilismo captó durante el 2004 un público mucho más joven que en el 2003, por debajo de los 30 años, mientras que en el caso del Campeonato Mundial de Motociclismo es más seguido por personas por encima de los 30 años.

Otra razón para este crecimiento fue la participación y los resultados obtenidos por Fernando Alonso.

En la actual temporada, cada carrera y cada triunfo de Fernando Alonso no ha hecho sino servir para los números crecieran de manera exponencial. Cada carrera ha sido un nuevo récord de audiencia, filón que Telecinco ha sabido explotar en las conexiones pre y pos carrera aportando datos relativos a los pilotos, los coches y a todo lo que se mueve alrededor de los circuitos.

La explosión final ha coincidido con la proclamación de Alonso como campeón del mundo, que fue sintonizada en algún momento por 13.554.000 espectadores y obtuvo una audiencia media de 8 millones, con una cuota de pantalla del 62 por ciento.

Según un estudio del Grupo Barlovento Comunicación sobre datos de TNSofres, estas cifras convierten al Gran Premio de Brasil en la carrera más vista en la historia de nuestro país.