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Haaland metió un póker y Manchester City aplastó a Wolverhampton

Erling Haaland no deja de sorprender. Cada tanto, el noruego se levanta inspirado y llama la atención de todo el planeta fútbol. Este sábado es uno de esos días, porque anotó cuatro goles, tres en el primer tiempo, en la victoria 5-1 de Manchester City sobre Wolverhampton.

El delantero tuvo una 'ayudita'. Dos de esos cuatro tantos fueron de penal: el primero tras una polémica sanción del árbitro, que interpretó que Rayan Ait-Nouri le cometió una falta a Josko Gvardiol en una jugada en la que no parecía haber contacto ilegal. El segundo, tras recibir él mismo una clara infracción dentro del área rival.

En ninguno de los dos dudó el noruego.

Su segunda conquista fue otra cosa. Linda jugada del equipo de Pep que terminó en una asistencia quirúrgica de Rodri para el noruego, quien se elevó y, de cabeza, le cambió el palo al arquero.

El cuarto fue un contraataque perfecto en el que el equipo Citizen le hizo llegar la pelota en apenas dos toques. Haaland recibió sobre la derecha, se metió al área, enganchó y definió cruzado, bien esquinado para que el portero rival no pudiera llegar.

El Androide llevó a su equipo de la mano hacia el triunfo, en un partido que había empezado parejo, con los Wolves proponiendo de buena manera. Pero el dudoso penal cobrado por el referí a los 10 minutos cambió todo.

Haaland transformó en gol ese penal y, de ahí en más, los visitantes nunca pudieron recuperar su actitud inicial.

Con este triunfo, que completó con su gol a los 85 el argentino Julián Álvarez, el City quedó de nuevo a un punto del líder Arsenal pero sigue dependiendo de sí mismo para ser campeón ya que, como tiene un partido pendiente, si gana todos los encuentros que le quedan por delante, levantará el título más allá de lo que hagan los Gunners.