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De doping, equipos y objetivos

MAYAGÜEZ, Puerto Rico -- Los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe han demostrado un nivel deportivo muy positivo. Se han batido muchos récords de los juegos y el nivel de competencia ha satisfecho las exigencias de los especialistas.

Sin embargo el viernes le apareció la primera mancha al tigre. Dos atletas boricuas de halterofilia, Wilma Cotto y Gabriel Mestre, dieron positivo en el control antidoping. La información fue confirmada por el Presidente de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (ODECABE) Héctor Cardona.

Cotto había ganado tres medallas de plata en la división superior a los 75 Kg. en arranque, envión y el total mientras que Mestre había logrando una de bronce en arrancada en la categoría de los 85 Kg.

A ambos atletas se le retiran las medallas, por lo que puede tener un impacto en el clasificador final donde Puerto Rico pelea con Dominicana por el cuarto lugar. En este momento la diferencia es para los locales por 6 oros y 4 platas pero todavía quedan muchas medallas en disputa en los últimos dos días.

DEPORTES COLECTIVOS

Los deportes en equipo han dado grandes partidos. Principalmente en las definiciones de béisbol y voleibol masculinos.

En pelota la final fue entre Dominicana y México. Puerto Rico fue la gran decepción de los juegos al perder el partido por la medalla de bronce contra la gran revelación del torneo que fue Nicaragua. En Mayagüez todos esperaban que los boricuas, que habían clasificado a semifinales invictos, se llevaran la dorada. Sin embargo, se fueron con las manos vacías.

En la final los dominicanos pegaron en la primera entrada y aguantaron hasta el final. México, acostumbrado a grandes remontadas y a presionar n las últimas entradas, tuvo tiempo para descontar y tener hombre en tercera pero no le alcanzó. Gran medalla dorada para los dominicanos, muy merecida.

En voleibol masculino vimos un partidazo vibrante, dramático, de gran nivel, con jugadores impresionantes y técnicos con mucha experiencia. Venezuela llego invicto a jugar contra el local que, si bien también llegó sin perder ningún partido, había dejado en el camino algunos sets como aquel contra Barbados en su debut.

La final fue a cinco sets que casi no alcanzan para desnivelar la balanza. Los 15 puntos que había que ganar en el último parcial no fueron suficientes. Y fue tal la paridad que Puerto Rico recién lo ganó en el 20. El estadio estallaba de gente que apoyó a su equipo como corresponde a una final. Los relatores se llenaron sus gargantas. ¡Fue un partidazo!

En el baloncesto tenemos una definición que tiene un antecedente que la hace más interesante aún. Puerto Rico juega vs. México. Ya se enfrentaron en la zona de grupos y los locales ganaron con mucha comodidad. Sin embargo, fue aquel el partido en el que Carlos Arroyo terminó a los golpes con Omar Quintero y ambos se fueron expulsados. Si bien el jugador del Miami Heat pidió disculpas, también se encargó de decir que le pegaron durante todo el partido y que se tuvo que hacer respetar.

Por aquel incidente Arroyo, conocido por este tipo de reacciones, se llevó muchísimas críticas. El viernes tenía la posibilidad de resarcirse ante su público.

México deberá mejorar muchísimo si quiere pelear por el oro. La diferencia en el primer partido fue muy grande.
Estamos a dos días de la ceremonia de clausura. Los primeros tres lugares no tendrán variación. Ante la ausencia de Cuba, México se va a quedar con los juegos, Venezuela será segundo y Colombia tercero. La gran lucha de México en este momento es contra sus propios objetivos. Como hemos dicho, se plantearon llegar a las 146 doradas. Será difícil llegar a ese número pero pueden quedar muy cerca y eso significará que ganaron el desafío más grande, el de alcanzar sus propias exigencias pensando en los Juegos Panamericanos de Guadalajara el próximo año.