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El famoso Cuau

Cuauhtémoc, el ídolo ESPNdeportes.com

MÉXICO -- Faltaba poco para ser las once de la mañana cuando se rumoró que Cuauhtémoc Blanco ya subía a la oficina de EA Sports, donde periodistas, ganadores, y el afortunado personal que ese día trabajaba esperábamos verlo. Unos íbamos a cubrir la entrevista exclusiva para ESPNdeportes.com, otros a tomarse una foto con él y pedirle un autógrafo, y todos queríamos ver al ídolo, al de los goles geniales.

El famoso Cuau resultó ser más alto, más delgado y más platicador de lo que esperaba. Fue serio, pero respondió todo lo que le preguntamos, hizo todo lo que le pedimos y nos siguió la corriente con nuestras bromas sobre su muerte y resurrección en la telenovela que graba todos los lunes. "No andaba muerto, andaba de parranda", dijo sobre su personaje, "sí, ya reviví".

Pero en donde realmente quiere revivir es en la selección nacional y en el América, aunque sabe que no ha perdido su halo de ídolo para la afición. "Me encanta el futbol desde los seis años, y Dios me dio este talento", dijo, dejando ver que no piensa alejarse de este deporte nunca. Cuando se retire, esperando que sea con las Águilas, planea convertirse en entrenador. Mientras, toma ofertas: hace comerciales, lanza campañas publicitarias y, como lo hemos visto, se convierte en actor de telenovela en su tiempo libre. Y si la afición cree que salir en la pantalla chica le resta seriedad a uno de los mejores jugadores mexicanos de todos los tiempos, tendría que preguntarles, por ejemplo, a los ganadores de la convivencia con él si cuando lo vieron pensaron que fue menos impactante de lo que esperaban. Apuesto a que no.

Dicen que uno debe vestirse para el trabajo que quiere conseguir y no para el que tiene actualmente. A lo mejor por eso Cuauhtémoc Blanco llegó vestido con la playera verde del Tri, que llevó a la inevitable pregunta sobre si quisiera regresar a la selección nacional, y ya entrados en gastos, también al América. Sí, fue la respuesta, por supuesto que sí.

Ese es un deseo general, y por si no estábamos seguros pudimos ver a los ganadores de la convivencia, que tenían la libertad de llevar lo que se les ocurriera para que Blanco se los firmara, y le pusieron en las manos, claro, playeras del América, del Tri, y periódicos donde contaban sus hazañas, como aquel golazo contra el Real Madrid en el 2001.

El tiempo ha pasado, las cosas han cambiado y ahora está en el Irapuato de la Liga de Ascenso. Quizá eso no parezca nada glamoroso ni sea una buena secuela después de haber brillado tanto en el América, en el Tri y en el Chicago Fire. Quizá el agregado de aparecer en una telenovela le reste puntos frente a los purista del fútbol que creen que la cancha es algo demasiado sagrado. No importa. El Cuau es el Cuau, uno de los mejores jugadores mexicanos. Y si ya no le creen que es un ídolo, que nos pregunten a todos los que esperábamos verlo no sólo porque teníamos que cubrir la entrevista, sino también por ver al goleador estrella.

Pero sobre todo, que le pregunten al más pequeño de los ganadores de la convivencia, un niño emocionado por conocer al famoso Cuau, el de los goles, el del Tri, el del América, el que hizo su sueño realidad.