CÓRDOBA -- Paraguay ganó la Copa América dos veces en su historia. La primera fue en 1953, tras vencer a Brasil en la final disputada en Lima. La segunda, fue en 1979, cuando derrotó a Chile en una final jugada en... Argentina.
Aquel título fue el último logrado por la Selección paraguaya en un torneo continental. Hoy, 32 años después, llegó el momento de intentar volver a ganar la Copa y para eso se necesita de la suerte. Entonces, en un homenaje que tiene como objetivo repetir la historia, la camiseta utilizada por Paraguay en este torneo tiene el mismo diseño que lucía en 1979.
La camiseta titular de la selección paraguaya es a una de las más clásicas de las que aparecen en el certamen ya que rara vez el equipo sale al campo de juego con una diferente a la de bastones verticales rojos y blancos, estrenada en 1921.
Pero, en esta ocasión, exhibe características diferentes que imitan a la de hace 32 años. Con rayas más angostas a la que usó en el Mundial de Sudáfrica 2010, un nuevo modelo en el cuello, la espalda prácticamente toda roja, el número en el centro y el escudo redondo de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), la casaca busca recrear el legado de gloria.
Además, es de las pocas del mundo que porta la imagen de un animal, en este caso un erguido león, igual que el escudo nacional.
En una muestra de identidad, la nueva casaca lleva además en el lado interior del cuello la leyenda en guaraní "Mba'e Guasu Guarani" ("Los guaraníes somos grandes"), una frase distinta a la que portó en el Mundial, que iba del lado de afuera de la camiseta y rezaba "Ñameé Korasó mbareté" ("Nuestro corazón es fuerte").
Paraguay también cuenta, al igual que el resto de las selecciones, con una casaca alternativa que hace un verdadero homenaje a la bandera, con fondo blanco, vivos azules para la base del cuello, el pecho cruzado por la banda tricolor de la enseña nacional y en el centro una estrella dorada, inspiración del escudo de la APF.
Los jugadores, que debutaron ante Ecuador (0-0) y ahora se preparan para enfrentar a la poderosa Brasil en la ciudad argentina de Córdoba, donde concentran, suelen completar el atuendo con pantalones azules y medias blancas, aunque hubo ocasiones en las que el combinado utilizó esos colores invertidos.
La clásica casaca a bastones rojos y blancos, sin embargo, fue excluida durante un pequeño período en 1933, durante la llamada Guerra del Chaco que enfrentó a Paraguay y Bolivia, cuando la Cruz Roja guaraní impulsó el armado de una selección para recaudar fondos de asistencia a los combatientes, que jugó veintiséis partidos con casaca blanca y una cruz roja en el pecho.
Fuente: EFE