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Por qué se va Dwight Howard de Orlando

En una entrevista publicada durante el cierre patronal, el pívot dejó entrever sus razones Getty Images

NEW YORK -- ¡Tanta vanidad, tanta hipocresía, si tu cuerpo después de muerto pertenece a la tumba fría!...La letra de esa plena puño y letra de Manuel "El Canario" Jiménez, le debería servir de advertencia y escarmiento a Dwight Howard al considerar su futuro.

Como si convivir con Howard por los últimos ocho años no bastase, todo lo que tiene que hacer el gerente general Otis Smith y el Presidente Alex Martins es leer el ejemplar de noviembre de 2011 de la revista Esquire. En esa edición, el periodista deportivo Scott Raab (autor del libro The Whore of Akron, donde hace añicos la imagen que proyecta LeBron James) lo invita a almorzar en un restaurante de vanguardia en Manhattan, el Mesa Grill, durante la semana de modas en New York.

Un don muy eficaz de Raab es tomar desprevenido a su entrevistado o lanzarle una opinión más que una pregunta, que envía al entrevistado a emitir unos comentarios reveladores. Recordemos que la entrevista se celebra en medio del cierre patronal, donde la temporada 2011-12 se veía distante o cancelada.

Howard aparece vestido con un sweater y una corbata de mariposa, muy a la moda, porque no quiere desentonar cuando se siente frente a las pasarelas y lo inviten a numerosos eventos sociales en la Gran Manzana. Tiene la guardia baja y su ensimismamiento está en su nivel más alto, como apreciarán:

Scott Raab (SR): ¿Disfrutas la semana de modas?
Dwight Howard (DH): Ayer me senté en la primera fila a mi primer desfile de modas y luego fui el anfitrión de una fiesta a la que asistieron muchos diseñadores...

Después de confesar que su objetivo inmediato es encestar el 80% de sus tiros libres para lo cual el Magic emplea al "mejor entrenador de tiros libres en el planeta" según Howard, el pívot aborda el tema de su director técnico en Orlando. Una vez más, la pregunta de Raab lo dirige a una respuesta:

SR: Si tuviera un director técnico como Stan Van Gundy gritándome durante una temporada, lo hubiese abofeteado hace tiempo. ¿Cómo se siente el que una persona con esa voz te grite constantemente?
DH: Stan es un tipazo cuando dejas atrás el baloncesto. Es apasionado. Ama el deporte. No tengo problema alguno con él fuera de la cancha. Mi única objeción es su estilo de dirigir. Es muy difícil con Stan porque grita todo el tiempo y no quiero ser el compañero que le grita al equipo al mismo tiempo que grita el director técnico. Se desenchufan. Tenía que buscar maneras distintas de motivar a mi equipo. A veces cuando te rodea tanta negatividad, es difícil ser positivo. Me rodeo mucha negatividad cuando me formaba, así que entiendo cómo no hacerle caso.

Es notable cómo Van Gundy ha dejado atrás esa manera histérica de dirigir partidos y a sus jugadores esta temporada. Sea por su propia iniciativa, o por sugerencia de familiares, amigos, la gerencia del equipo, sus jugadores o su pívot estrella, Van Gundy escuchó el mensaje y ha logrado evolucionar como persona y técnico en esta área. Raab da la estocada cuando aborda el tema de la agencia libre (en octubre de 2011):

SR: ¿Crees que el deseo de ser ejemplar, de convertirte en un ícono, será factor en las decisiones que tomes en la agencia libre? ¿Te visualizas jugando en un mercado de mayor población?
DH: Puedes lograr más en un mercado mayor. Estoy atorado en una posición difícil porque siento que en estos momentos, he logrado tanto donde estoy. No sé qué más puedo hacer. No puedo complacer al prójimo.

SR: Te vas de Orlando. Lo percibo.
DH: Para mí lo más difícil es la ciudad, su gente. Han bautizado hamburguesas con mi nombre en Orlando, tiene una sede de Internet que dice 'Por favor, quédate'. Amo a la gente en la ciudad. He estado sentado en la banca con una toalla en mi cabeza llorando porque siento la pasión en las gradas. Pienso en qué es lo mejor en cuanto a lo que quiero lograr en mi vida. Y no quiero que esa puerta se cierre, sea cual sea. No quiero que se cierre.

SR: Has dejado de ser un mero jugador: eres una marca. Debe ser algo muy extraño.
DH: Es extraño, pero es algo que he deseado ser toda mi vida.

SR: ¿Ser un producto?
DH: Ser un ícono. Ser alguien.

Howard considera que no puede serlo en Orlando, por eso busca otros horizontes. Los tres equipos en los que ha mostrado interés son los Lakers, Mavericks y Nets, con sede en grandes centros urbanos y con propietarios acaudalados. Aprecien que nunca incluyó a Oklahoma City en su lista, pese a contar con el otro jugador trascendental de su generación, Kevin Durant, y al mejor conjunto de talento joven en la liga en estos momentos. Oklahoma City le queda muy chico, y lo más cercano a una pasarela en esa ciudad son los carriles en la bolera.

Es la triste realidad que la ciudad de Orlando y la gerencia de Orlando tienen que encarar tarde o temprano. Dwight Howard siente que su destino es impactar a la mayor cantidad de personas posibles y el primer paso en ese proceso es pasar a un equipo en un mercado más grande. En mi próximo blog, presento las razones que complican, pero no evitarían, su salida del equipo.