<
>

Las causas de la eliminación de Knicks

En el duelo de estrellas, Carmelo Anthony fue claramente opacado por LeBron James Getty images

Fin de la historia. Los New York Knicks volvieron a fracasar en la postemporada, como lo han hecho en las escasas tres ocasiones en los últimos diez años.

La derrota 106-94 en el quinto juego de la primera ronda de los Playoffs ante el Miami Heat cierra un capítulo en el que se combinan los fracasos y algunos puntos positivos.

Pero esta versión 2011-2012 será recordada por lo corto que fue la temporada regular, por el juego ineficaz muchas veces, brillante otras tantas, y la saga de dramatismo, lesiones, sangre y decisiones tomadas.

New York quiso imitar a Boston y Miami con sus famosos "Big 3" o más simple en Español, sus tres gigantes, con la adquisición del centro Tyson Chandler y la presencia de los disfuncionales Amar'e Stoudemire y Carmelo Anthony. Pero todo quedó en eso, una imitación pobre de esos dos equipos que todavía son serios aspirantes al título. Y no pobre por el precio, no, no, porque gastar 223 millones de dólares en esos tres jugadores no es nada barato. Realmente fue por el pobre juego mostrado, la falta de liderazgo, de entrega, de efectividad.

Y esto no fue culpa de Chandler, más bien de los otros dos. Chandler demostró que por mucho fue la mejor contratación que han hecho los Knicks en más de una década. El hizo su parte, aportando presencia en debajo de los tableros, defensa, ofensiva cuando se necesitaba y liderazgo. ¡Heyy! Fue nombrado Jugador Defensivo del Año.

Ese fue uno de los puntos negativos que tuvieron los dos dirigentes que formaron de esta novela, primero Mike D'Antoni y luego Mike Woodson. D'Antoni nunca pudo integrar a Melo al juego de Amar'e, y viceversa, y Woodson, por más que lo intentó, tampoco pudo.

Ante el Heat ese fue un simple reflejo de las falencias que acusa al equipo con sede en el Madison Square Garden.

Pero seamos justos. Los Knicks también sufrieron lesiones claves como la de Iman Shumpert, catastrófica para el juego defensivo en el perímetro contra jugadores tan ofensivos como LeBron James y Dwyane Wade. La rotura de la rodilla en el segundo juego dejó a los Knicks sin su segundo mejor defensor, lo que debilitó mucho el esquema de Woodson.

De igual forma, la ausencia de Jeremy Lin a lo mejor le quitó algo de empuje al equipo de cara los playoffs, aunque también no era una garantía de que iba a ser el catalizador del triunfo.

Baron Davis fue un intento fallido de principio a fin, lo que hace ver a Lin como indispensable para la organización.

Y por otro lado está la autolesión de Stoudemire. Sí, ya sabemos que pudo regresar para el cuarto juego y anotar 20 puntos y capturar 10 rebotes con una mano lacerada en el triunfo de los Knicks. Pero también hay que mencionar que se perdió un juego y si hubiese estado sano en ese juego (tercero) todo pudiera haber sucedido.

En resumida cuenta, los Knicks fracasaron en cierta medida por la inestabilidad que se presentó en la posición de armador, las lesiones debilitaron sus escasas posibilidades y porque su mejor jugador -Carmelo- simplemente no ha podido avanzar más allá de la primera ronda en 9 de sus diez oportunidades de playoffs.

Contra Miami no pudieron anotar. Su promedio de puntos por partido fue de 82.8 y su porcentaje de tiros de campo de .410. Tampoco defendieron. Permitió del Heat un promedio de 96.8 puntos por encuentro para un porcentaje de enceste de .456.

Ahora la tarea principal de Glenn Grunwall es devolverle el favor a Woodson de quitarle la etiqueta de "interino" y premiarlo con un contrato multianual.

De igual forma salir agresivamente al mercado y conseguir piezas que complementen la banca, que al final se quedo corta en profundidad, y tal vez persuadir a Steve Nash para que dirija el ataque en el tabloncillo y sea el tutor de Lin.