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Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí

El pueblo español celebró un triplete inédito Getty Images

MADRID -- El peso del talento. Ese fue el título de la previa sobre la Eurocopa y gracias a ese talento España ha sido campeona de Europa por segunda vez consecutiva, enlazando en medio un Mundial. Nunca nadie había hecho nada igual; significa que La Roja es leyenda.

Antes de la Eurocopa señalé en la previa del torneo que el sueño del triplete era posible. Y en la víspera de la final escribí que confiaba que España iba a hacer su mejor partido de la Euro y que ganaría bien. Acerté de pleno. Estas cosas las dije desde el convencimiento absoluto. Cuando se juntan tantos futbolistas de talento y que están acostumbrados a ganar (entre los 23 suman casi 250 títulos) el éxito está asegurado casi siempre. Esta vez volvió a ser así.

La diferencia entre esta España y la de antes es que la de antaño no sabía competir. Lo hacía de lujo en los partidos claves, pero luego perdía. Era aquello de 'jugamos como nunca y perdemos como siempre'. Ahora es igual pero con la diferencia de que ganamos siempre ya sea jugando bien, mal o regular.

Normalmente las finales son aburridas. Hay mucha tensión y emoción pero los partidos son malos. Ésta de 2012, en cambio, fue lo contrario. Para España resultó la final perfecta. No sólo porque ganó sino porque bordó el fútbol, demostrando quién es la número uno. El día de la verdad se vio a la mejor selección española, ésa que tiene profundidad, verticalidad, velocidad, imaginación, seguridad defensiva... Ya no dirán que España aburre. ¿O sí?

Al principio dudé de algunos planteamientos del entrenador, pero al final hay que darle otra vez la razón a Vicente del Bosque y agradecerle su trabajo e inteligencia. Mucho se habla de algunos entrenadores y su palmarés. Los técnicos suelen ser vanidosos. Sin embargo, Del Bosque nunca hace alarde de sus logros cuando puede presumir de haber ganado todos los títulos del mundo: Ligas, Champions (2), Copa Intercontinental, Eurocopa y Mundial. Impresionante palmarés.

Sobre la final quien mejor explicó lo ocurrido fue el capitán italiano, Buffon. El arquero, en una muestra de sinceridad, reconoció que nunca había existido partido por la superioridad de España desde el principio. Así se vio con once sobre el campo y, más aún, después de la lesión de Motta (Prandellí lo sacó para evitar una sangría mayor) cuando ya el marcador reflejaba 2-0. Con uno menos en Italia el paseo fue total después. Pero ese baile fue en plan campeón, siempre desde el respeto y nunca desde la burla. La campeona buscó la goleada en base al trabajo colectivo y nunca desde el lucimiento individual, porque a estos jugadores no les sale hacer esas cosas de ir cada uno por su cuenta. El mejor ejemplo de ellos fue Andrés Iniesta, MVP del torneo.

El genial jugador del Barça no dio ninguna importancia a este trofeo y lo que puede significar de cara a otros premios individuales que están por llegar como es el Balón de Oro. "Juego para ser feliz, no para ser Balón de Oro". Estas palabras llegan a la gente porque las dice de corazón alguien que es un genio y que se le nota disfruta jugando al fútbol. Pasa lo mismo con casi lo demás seleccionados, que son muy buena gente. Se expresan con naturalidad, son humildes, no demuestran aires de grandeza y eso cala. Por eso luego el pueblo responde. Una prueba de ello fue la celebración en las calles de Madrid donde se congregaron cientos de miles de personas para transmitirles el cariño y admiración que tiene España hacía los campeones, que no pararon de cantar el "sí,sí,sí, la Copa ya está aquí".

La fiesta final en Cibeles no tuvo desperdicio. Recomiendo que la vean. Reina ejerció nuevamente de showman para presentar a cada uno de los futbolistas de la Roja. Algunos como Iniesta, Xabi Alonso o Juanfran no podían casi articular palabra de cómo iban. La borrachera estaba justificada.

Ahora el próximo objetivo debe ser el Mundial de Brasil 2014. Mejor no ganar la Confederaciones del próximo año. Es gafe ese torneo. Quien se lo lleva nunca gana el Mundial después. Claro que también el mito de Francia e Italia se superó en esta Eurocopa. Nunca antes España había ganado a estas dos selecciones en partidos oficiales a 90 minutos. Quién sabe si también se puede lograr acabar con el maleficio de levantar la Copa Confederaciones y después el Mundial.

De todos modos los futbolistas españoles van a ir a Brasil a divertirse y competir como saben. No tendrán la presión de otras selecciones que saben que tiene que ganar. Los españoles estamos orgullosísimos de lo que han conseguido en estos últimos años y si no hacen algo grande no pasará nada. Al revés. Los españoles tendremos que levantarnos y aplaudir a quien derrote a España. Y a los nuestros nada más que habrá que decirles gracias, gracias y gracias. ¡Que nos quiten lo bailao!