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Londres se viste para los Juegos

El majestuoso Tower Bridge luce unos anillos olímpicos suspendidos desde su estructura Getty Images

LONDRES -- Si uno se toma el tren y llega a Londres por tierra, lo primero que verá al llegar será lo que está buscando en esta época: unos enormes anillos que decoran la estación internacional de St.

Pancras y que dan la bienvenida a los turistas olímpicos. Es que, claro, la ciudad busca hacer cordial la bienvenida de los visitantes enamorados del deporte, que llegan a esta capital con ganas de adorar a sus héroes y alentar a sus atletas. Desde ese mismo punto, existe la alternativa de abordar otra formación de alta velocidad, que llegará al parque olímpico en apenas 15 minutos.

Si uno, en cambio, elige tomarse un vuelo internacional y aterrizar en el aeropuerto de Heathrow, se encontrará con una terminal prácticamente temática, con anillos colgados en la flamante estructura de acero y vidrios, locales que venden merchandising del evento y hasta algunos stands de bienvenida, aunque por ahora están más que nada destinados a la prensa que arriba con más anticipación.

El resto de la ciudad no presenta un tinte tan festivo. Es lógico cuando se trata de un espacio tan grande. Lo cierto es que mientras el parque olímpico situado en el Este de la ciudad está listo para una fiesta, el resto de la megalópolis disimula bastante bien su condición de anfitriona de los Juegos.

Hay un par de excepciones, claro. Y están logradas a lo grande, como les gusta a los ingleses. En algunos de los puntos más céntricos -y, por lo tanto, más turísticos- aparecen las referencias de rigor, casi un

guiño para aquellos fanáticos que esperan la cita señalada. El primer artefacto en instalarse fue un reloj que lleva la cuenta regresiva hasta el 27 de julio, día de la ceremonia inaugural. Está en Trafalgar Square, y se inauguró cuando aún faltaban 500 días (casi un año y medio) para el inicio de la competencia.

Muy cerca de allí, en Regent Street -la calle que une Piccadilly Circus con Oxford Circus, dos de los puntos comerciales más concurridos de la ciudad- el comité organizador les da la bienvenida a las naciones participantes de una manera al menos original: se instalaron banderas de 1,8 x 3,6 metros de los 206 países que presentarán atletas durante los Juegos. Están dispuestas en orden alfabético y estarán colgadas allí hasta que finalice la ceremonia de clausura.

Hacia el otro lado, en la misma calle, se pueden ver todavía las banderas británicas que fueron colgadas para el Jubileo de Diamantes de la reina Elizabeth II, que recientemente cumplió 60 años como monarca del Reino Unido.

Hace menos de veinte días, otro de los hitos londinenses se sumó a la escenografía olímpica: se trata del Tower Bridge, el puente que une ambos lados del río Támesis a la altura de la Torre de Londres (donde se guardan las medallas olímpicas y las joyas de la corona británica). Allí se instaló una estructura colgante con los anillos olímpicos que se ilumina de noche y realmente impacta por su belleza.

Un último toque olímpico se dio en Richmond Park, un enorme parque que está en las afueras de la ciudad, en el que -el 9 de julio- se cortó el césped con la forma de los anillos olímpicos. Aunque ocupan nada menos que 300 metros (en un predio de 955 hectáreas), es un detalle que solamente se puede apreciar desde el aire. Y que habla de la locura que existe hoy aquí para hacer notar lo que todos esperan.

Mientras tanto, la lluvia intensa y las nubes le dan un toque londinense a un verano que no parece tal. Que busca alguna señal para comenzar con las celebraciones. Y que espera por sus Juegos.