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Liga de riesgo

Alba es uno de los dos refuerzos del Barcelona AP

MADRID -- El deporte, lógicamente, no es ajeno a la brutal crisis económica que acecha a España. El fútbol, por primera vez, tampoco. Hasta ahora, el deporte rey sorteaba los problemas con enjuagues financieros de dudosa legalidad y seguía gastando millones de euros en incorporaciones veraniegas. Pero se acabó. La Liga de las estrellas, más que nunca, es una Liga de dos contendientes: Real Madrid y Barcelona, los únicos que pueden codearse con la élite económica europea gracias a sus excepcionales ingresos televisivos y a los nuevos nichos de mercado que cada año les reportan mayores dividendos. La fractura con el resto de equipos es tan bestial que podrían seguir disputándose la Liga incluso alineando a los suplentes. Por eso, entre otras cosas, la Liga española se devalúa año tras año.

El Real Madrid, por ejemplo, sólo contempla la incorporación de un jugador, el croata Luka Modric. A la hora de escribir estas líneas, el futbolista del Tottenham todavía no ha firmado por el equipo de José Mourinho, pero es cuestión de horas o días. Será el único refuerzo del campeón de Liga, que, eso sí, ha renovado a su columna vertebral. Hombres como Di María, Albiol, Arbeloa o Higuaín vestirán de blanco hasta más allá de 2016. Y el siguiente será Xabi Alonso, capitán general del equipo, que a sus 32 años firmará su jubilación como jugador del Real Madrid. Luego está Cristiano Ronaldo, el héroe de este equipo, el goleador, el futbolista más fiable de la plantilla. Su rendimiento la temporada pasada fue tan extraordinario que permitió a los de Mourinho superar al mejor Barcelona de la historia. Con Casillas en plena madurez, con Pepe más centrado y con Benzema subiendo otro escalón en su vertiginosa carrera, el Real Madrid parte como gran favorito al título de Liga.

El Barcelona, cómo no, es su gran rival. Ha perdido a su líder durante cuatro años, Pep Guardiola, pero mantiene el mismo bloque de excepcionales jugadores, ahora dirigidos por segundo de Pep, Tito Vilanova. Ésa es la gran duda que acecha al barcelonismo. ¿Será capaz de mantener vivo el espíritu competitivo de un equipo que ya lo ha ganado todo? Puyol y Xavi, los grandes líderes espirituales de este equipo, afrontan la decadencia de sus carreras. Las lesiones cada vez son más frecuentes y su concurso, sobre todo en el caso de Puyol, se antoja menos importante sobre el campo. La clave, cómo no, será Messi. El mejor futbolista del mundo tiene una deuda pendiente con su equipo tras fallar un penalti en las semifinales de la Champions ante el Chelsea. Está en su apogeo y acompañado de varios de los mejores jugadores del mundo (Valdés, Piqué, Iniesta, Alexis...). En cuanto a fichajes, han llegado Jordi Alba, el dueño del lateral izquierdo en la selección española, y el camerunés Song. Ahí es nada.

Analizados los dos grandes, llega el abismo. Fichajes sin coste y cesiones son el pan de cada día del resto de clubes. El Atlético de Madrid ha logrado mantener la estructura del año pasado, con Diego Simeone en el banquillo. Falcao en ataque, Adrián creando y con la joven promesa Oliver Torres pidiendo paso, el equipo rojiblanco debería de ser, este año sí, el tercero en discordia. Peleará por esa distinción con Valencia y Sevilla. Los de Mestalla mantienen bloque y dan alternativa a un nuevo entreanador, el flaco Pellegrino, tras la tumultuosa etapa de Unai Emery. Soldado será la gran punta de lanza de este equipo. Por su parte, el Sevilla de Míchel también ha logrado su objetivo: mantener a sus figuras. Jesús Navas y Álvaro Negredo, internacionales españoles, serán sus mejores armas para luchar por la Champions.

La gran decepción puede ser el Athletic de Marcelo Bielsa. Tras un magnífico año en Europa y en la Copa del Rey (finalistas sin título), el equipo vasco ve cómo sus grandes estrellas quieren hacer las maletas. Javi Martínez está a un paso de engrosar las filas del Bayern de Munich y Fernando Llorente ha expresado su deseo de abandonar el equipo. Es cuestión de tiempo que lo hagan, por lo que el nivel de este equipo será sensiblemente menor. Al igual que el de otro equipo que viene de hacer una gran temporada, el Málaga. Los problemas económicos han adelgazado la plantilla de Pellegrini hasta límites difíciles de soportar. Los jugadores cobran mal y tarde, así que el ambiente es poco propicio para repetir gestas europeas.

El resto de equipos, con alguna excepción, lucharán por la permanencia. Y son muchos. Desde los recién ascendidos Deportivo (con Valerón al mando), Celta de Vigo y Valladolid, hasta el Betis de Beñat, la Real Sociedad de Carlos Vela, Osasuna de Joseba Llorente, el Mallorca de Joaquín Caparrós, el Granada de Anquela, el Rayo del Chori Domíguez, el Levante de JIM o el Zaragoza del hombre milagro, Manolo Jiménez. Todos sueñan con que pase la tempestad económica y reverdecer viejos laureles. Eso sí, en Primera división.