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A mostrar la madera de líder

BRISTOL -- Hay muy pocas historias de transiciones exitosas de mariscales de campo en la NFL. Pocos podrían haber tenido la paciencia o la esperanza de estar formado detrás de Brett Favre quien a lo largo de 15 temporadas creó un icono y leyenda como QB de los Green Bay Packers, pero a Aaron Rodgers le tocó en suerte llegar al equipo en el momento adecuado. A la sombra del Nº 4, el joven egresado de California se mantuvo en la antesala de la oportunidad de su vida por tres años haciendo notas de la devoción que la afición cabeza-de-queso le profesó a un jugador que dejó un impacto profundo en la historia de la liga.

Hay que tener una personalidad de acero para saber que la vara con la que lo medían era de proporciones descomunales. Y de apariencias no se vive e a NFL. Rodgers echó mano de su sobresaliente físico y cualidades para rebasar las 4,000 yardas en su primera temporada como titular y en su segundo año tener su primera temporada ganadora y boleto a los playoffs.

El éxito que ha tenido el ataque aéreo de Green Bay con Rodgers no ha llegado de manera cómoda porque en 64 partidos como titular, ha sufrido un total de 159 capturas, mientras que en contrate sus entregas de balón por intercepción llegaron a su punto más bajo en la campaña regular 2011 con tan solo seis.

Hay algo que sin embargo que mas de uno observa desde afuera: una cierta distancia entre Rodgers y el resto de su equipo. Algunos lo podrían describir como falta de carisma... pero es un hecho que conforme la responsabilidad y la exigencia crece Aaron Rodgers no parece tener la conexión natural que se va formando al pasar de los años.

Claro que para hacer afirmaciones contundentes tendríamos que estar en el vestidor del equipo en los momentos difíciles para saber que tipo de discurso se intercambia entre Rodgers y sus compañeros. Pero si hay cierta percepción pública de que Rodgers esta en otra dimensión desde que fue nombrado MVP del Super Bowl XLV y mas valioso de la temporada pasada.

En la mayoría de las predicciones para la actual campaña Green Bay aparece como el favorito para ganar otro título pero el arranque ha sido bastante incómodo. Los Packers están 1-1 y en el partido ante Chicago en la Semana 2, Rodgers ventiló públicamente su frustración con el ala abierta James Jones, cuya equivocación en la trayectoria de pase resultó en una intercepción. Aunque ambos jugadores minimizaron la escaramuza, Rodgers fue criticado vía Twitter por el agente del ala cerrada Jermichael Finley, Blake Baratz, apuntando que Rodgers es " un gran jugador pero no un gran líder".

Quizás es solo un reflejo del momento y esta sea la oportunidad para Rodgers se sacuda una percepción negativa. Para aligerar la presión de sumar victorias Rodgers necesita diversificar y repartir el ataque aéreo a un mayor numero de receptores --como fue le caso ante Chicago donde utilizó a ocho--, y quizás así liberar a sus blancos preferidos para los pases profundos, una estadística que no ha estado de su lado en esta apertura.

Un escenario como el lunes por la noche es la mejor plataforma para revitalizar su poderosa ofensiva... y darle esa batuta de líder.