A los Gigantes les tomó más de medio siglo ganar una Serie Mundial desde que se mudaron de Nueva York a San Francisco en 1958.
Ahora lo han hecho dos veces en las últimas tres campañas y muchos se preguntan si acaso estamos en presencia del nacimiento de una nueva dinastía en el mejor béisbol del mundo.
En lo que va de siglo XXI, cuatro equipos han conseguido coronarse en más de una ocasión, pero ninguno lo ha hecho en tan corto lapso de tiempo.
Yankees (2000-2009), Medias Rojas (2004-2007) y Cardenales (2006-2011) son los otros bicampeones en la nueva centuria, pero al menos, en el caso de Boston, pasaron tres años entre una corona y otra.
Los Gigantes tienen material sobrado para aspirar al título en los próximos años y terminar de establecerse como una dinastía.
Empecemos por la rotación: el derecho Matt Cain y el zurdo Madison Bumgarner están atados al club hasta el 2017, con opciones para el 2018.
Asimismo, los contratos del diestro Ryan Vogelsongy el zurdo Barry Zito expiran después de la próxima campaña, pero igualmente, el club podría ejercer una opción para mantenerlos un año más, mientras que el derecho Tim Lincecum sería agente libre para el 2014.
Lincecum, doble ganador del premio Cy Young en el 2008 y 2009, viene de su peor temporada, pero estuvo inmenso como apagafuegos en la postemporada.
Quizás seamos testigos de una transición como las que en su momento sufrieron Dennis Eckersley y John Smoltz, estelares tanto como abridores, que como relevistas.
Además, su bullpen sigue luciendo sólido con la presencia de Sergio Romo, Santiago Casilla, Javier López y el potencial regreso del barbudo Brian Wilson, aunque podrían perder en la agencia libre al zurdo Jeremy Affeldt.
Para apoyar a ese cuerpo de lanzadores, Bochy tiene garantizada a su columna vertebral de la ofensiva, pues sus dos principales artilleros, el venezolano Pablo Sandoval y Buster Posey, son intocables hasta el 2015 y 2017, respectivamente, en tanto puede contar con Hunter Pence al menos la próxima temporada.
También a largo plazo cuentan con el primera base Bradon Belt, el campocorto Brandon Crawford y el patrullero venezolano Gregor Blanco, mientras que es bastante difícil ver de regreso en el 2013 al boricua Angel Pagán, el venezolano Marco Scutaro y el dominicano Melky Cabrera, agentes libres.
Le toca a la gerencia llenar los huecos con inteligencia, sin despilfarros desmedidos, como el que cometió en el 2007, cuando firmó a Zito por siete años y 126 millones de dólares, contrato que no vino a rendir frutos hasta ahora, cuando el veterano zurdo reverdeció laureles en el 2012.
Pero Brian Sabean parece haber aprendido la lección y el 2012 fue un buen ejemplo de ello, al añadir las piezas justas que necesitaba para redondear al equipo, con las adquisiciones de Scutaro de los Rockies de Colorado y de Pence de los Filis de Filadelfia.
El tiempo y sobre todo, el terreno, dirá la última palabra. Pero por ahora, los Gigantes disfrutan su merecido triunfo y se permiten soñar con nuevas victorias en su futuro cercano.