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Messi y Neymar, bendito problema

Getty Images

Septiembre de 2005. La temporada en España no había hecho más que arrancar. Frank Rijkaard dirigía al F.C. Barcelona desde el banquillo.

Después de tres jornadas de liga Samuel Eto'o había marcado los tres goles que hasta ese momento llevaban los blaugrana. Pero como en cualquier amor, el primer mes fue el bueno y pronto desapareció el placer para el camerunés. Antes de que llegue octubre empieza a confesar a sus más íntimos que se quiere marchar del Barcelona.

Esta situación que no llegó a salir a la luz es real. Eto'o solo tenía un problema, pero para él era el problema. Ronaldinho Gaúcho era su compañero en el ataque. El brasileño por aquellas circunstancias que tiene el fútbol y el periodismo se estaba llevando la atención y las portadas de los medios de Barcelona. Eto'o no entendía como con sus goles era relegado a un segundo lugar en el universo blaugrana. Mientras los más cercanos le hacían ver su importancia no solo en el club, sino en el fútbol mundial, él solo veía la sonrisa y simpatía de su compañero y sin embargo rival en el campo.

Eto'o y Ronaldinho aguantaron algunas temporadas más vestidos de blaugranas. El brasileño se fue al Milan en 2008 y el camerunés al Inter en 2009. Curioso, se marcharon a equipos rivales.

Ha pasado casi una década. Unos años en los que el reinado de Messi ha hecho olvidar a aquellos dos fenómenos que le dieron a los blaugrana dos Copas de Europa y tres Ligas. El argentino se ha convertido en este tiempo en el mejor jugador mundial. Seguido de cerca por Cristiano Ronaldo, el portugués era solo su rival, no su compañero en el vestuario. Ser el mejor le ha permitido ciertas licencias que otros no han podido tener. Ni tan siquiera los siete campeones del Mundo blaugranas han podido disfrutar de beneficios exclusivos que más tarde eran devueltos por Messi en el campo vía goles.

Ahora llega Neymar. Un mito del barcelonismo como Johan Cruyff ya ha puesto en duda que sea positivo tener al brasileño junto a Leo Messi en el vestuario. Nadie mejor que el técnico que le dio la primera Copa de Europa al Barcelona para expresar lo qué puede ocurrir. Dos gallos en un mismo gallinero nunca ha sido algo beneficioso para el resto.

Sin embargo cosas más importantes han de suceder antes de que se llegue a lo que dice Cruyff. La primera de todas es conocer con qué actitud llega Neymar al Camp Nou. Hay que saber si las cifras de su fichaje, el interés despertado y los focos encendidos sobre él no nublan su joven mente. Descubrir si el fútbol realizado en Brasil se adapta al de los blaugrana. Ver si en Europa tienen hueco las filigranas que le hemos visto sobre el verde brasileño.

La madurez adquirida por Leo Messi, para lo bueno y para lo malo, especialmente en la última temporada, le mantienen todavía con mucha ventaja sobre el recién llegado. Neymar va a tener que trabajar duro y mostrar muchas cosas antes de quedarse con los flashes de las cámaras que iluminan con fuerza a día de hoy al diez del Camp Nou.

Si Neymar llega a confirmar todo lo que se espera de él, entonces es posible que el Barcelona tenga un gran problema. "Bendito problema" dirían algunos. Pero problema al fin al cabo. Esperemos mientras llega el problema y los aficionados culés disfrutan de dos de las tres piezas más codiciadas en este momento del fútbol mundial.