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El podio se escapa

BUENOS AIRES -- La séptima fecha del Calcio fue trascendental por varias razones y, seguramente, quedará en el balance final de esta apasionante edición del "torneo más difícil del mundo", por varias razones, como un importante punto de inflexión.

Especialmente en la parte alta de la tabla: los triunfos contemporáneos de los tres primeros, por encima a expensas de dos potenciales rivales como Inter y Milan por parte de Roma y Juventus respectivamente, sumados al tibio empate entre Lazio y Fiorentina, definieron un lote que parece destinado a luchar por el título hasta el final, dejando posiblemente como máximo objetivo de los otros un mísero y poco atractivo cuarto puesto.

Entonces, el "podio" en su conjunto se escapa, en el sentido de que la sorprendente Roma de Rudy García, el Nápoli novedoso de Rafa Benítez y el acorazado bicampeón Juventus de Conte son los únicos que, seriamente, pueden aspirar al título y que, con toda probabilidad, se repartirán entre sí las tres primeras posiciones finales, con relativos pasaportes para la Champions League.

Luce en cambio mucho más imprevisible la lucha para salvarse del descenso y, hoy por hoy, hay por lo menos nueve equipos que deben temer la posibilidad de verse involucrados en tan desagradable situación hasta el final: a saber Sassuolo, obviamente, Genoa, Samp, Catania, Chievo, Bologna, Cagliari, Livorno y Atalanta, si es que no se suma también Torino.

Pero veamos más de cerca lo ocurrido. Roma desnudó que la "cura Mazzarri" era sólo un hábil maquillaje psicológico, porque los jugadores no pueden cambiar radicalmente su real valor, sino tan sólo "contagiarse" de un momento positivo del plantel y del vestuario, hasta descubrirse tan frágil como antes. Los que analizan a Inter deberían considerar que el equipo de Mazzarri tiene un punto menos que el de Stramaccioni, luego de la misma cantidad de fechas.

De Roma ya dijimos mucho en la entrega anterior y ese concepto sólo puede haberse reforzado luego de este triunfo que fue táctica y estratégicamente casi perfecto, de la mano, claro, de un Totti monumental e intratable.

Queda la duda inicial, que sólo el tiempo podrá fugar, la de una ciudad tremendamente complicada que vive de manera pésima la adversidad y descarga su malhumor sobre el equipo. No hay lugar al mundo donde los logros, por brillantes que sean, se olvidan más rápidamente que en Roma, para volver a poner todo en discusión una y otra vez.

Rudy García, hasta ahora, nos sorprendió total y gratamente. Pero hemos visto varias veces la Roma protagonizar un excelente "segmento" del torneo, para luego derrumbarse casi inexplicablemente.
Ahora el segmento brillante es el inicial y, como se dice en Italia, "Chi bien inizia é a metà dell'opera", quien bien comienza está en la mitad de la obra, y entonces Roma difícilmente se caerá del podio, pero por prudencia nos reservamos el derecho de volver a evaluar el todo luego de la primera, inevitable adversidad (¿Se acuerdan? Decíamos lo mismo de la Juventus de Conte, y la adversidad nunca llegó, porque fue campeón invicto. Ojo con eso).

Nápoli ante los equipos débiles es una máquina, pero ya saben lo que pasó con Arsenal y uno tiene la sensación de que el Burro tiene como principal objetivo el Scudetto, que falta desde hace demasiado tiempo, mientras quizás Conte y la Juventus en su conjunto, es decir incluyendo plantel y dirigentes, consideren el escenario europeo como verdadera asignatura pendiente.

La Vecchia Signora le ganó con cierta dificultad a un Milan diezmado y por momentos casi patético, pero así y todo el rossonero fue claramente superior en la primera etapa y sin los problemas de lesiones y la locura de algunos de sus supuestamente mejores valores, Balotelli antes y Mexés después, probablemente hubiera por lo menos empatado en Turín.

Un párrafo para el señor Rocchi: desde su debut como referí de primera, Milan sumó en campeonato 201 triunfos, 83 empates y 65 derrotas, respectivamente el 58, el 24 y el 18 por ciento. Con este señor, Milan cosechó 6, 6 y 10, es decir 27% de triunfos, otro tanto de empates y 46% por ciento de derrotas.

Yo creo en las estadísticas y ésta, claramente, no tiene explicación lógica posible. Podríamos decir que Rocchi le trae mala suerte a Milan, pero mi tendencia es creer más en los números que en la fortuna. Cada uno sacará sus propias conclusiones. Sorprendente es que lo sigan designando para Milan, máximo como visitante: con Rocchi ganó 1 de 12, con 8 caídas.

Lazio y Fiorentina, por cierto, son los que peor quedaron en esta fecha. No por el resultado, sino por la poca personalidad demostrada, si bien ambos habían tenido duros compromisos en Europa League. Uno se la pasa pidiendo que los equipos italianos se tomen en serio esta competición y entonces sería absurdo criticarlos, pero el partido del Olímpico es la clara demostración del porqué muchos no lo hacen: el costo en campeonato es inmediato y saladísimo.

Queda la zona descenso. Es fácil notar una gran paridad: cualquiera le puede ganar a cualquiera y los antecedentes, es decir lo realizado en el pasado torneo, tienen valor práctico igual a cero. O hasta son negativos, porque Bologna, por ejemplo, quizás se ilusionaba con algo muy distinto y ahora deberá despertar rápidamente para no encontrarse involucrado en esas arenas movedizas de las que, luego, es tan difícil salirse.

El único que parece claramente inferior al resto es Sassuolo, pero ojo porque los recién ascendidos suelen mejorar en la segunda ronda (o derrumbarse, en algunos casos): si los demás no se escapan lejos, habrá que esperar mucho tiempo para considerar aún al débil cuadro verdenegro realmente condenado.
Ahora se viene la pausa por las selecciones, que Césare Prandelli podrá emplear para experimentar y divertirse un poco. Vuelve Giuseppe Rossi, y es una gran alegría, por el resto no hay grandes novedades.
Pero los equipos "heridos" podrán aprovechar para lamerse las heridas y recuperar a algún elemento, mientras que quien venía con envión, sobre todo Roma, claro, podría terminar dañado por esta interrupción. Y en la próxima se juegan Roma vs. Nápoli y Fiorentina vs. Juventus, nada menos, es decir otra jornada de enorme importancia.