BUENOS AIRES -- Luiz Felipe Scolari asumió como entrenador de la Selección de Brasil a fines de noviembre de 2012, hace casi un año. El equipo no había encontrado nunca un buen funcionamiento con Mano Menezes en el banco de suplentes y la dirigencia de la CBF, preocupada por la cercanía de la Copa del Mundo, convocó al técnico que llevó al Scratch a ganar el título en Japón/Corea 2002. Ese fue el gran acierto de Marín al frente de la Confederación brasileña, porque Felipao reorganizó el Seleccionado y hoy Brasil es otra vez Brasil.
"Nosotros sí tenemos la obligación de ganar el título, no somos favoritos ahora pero pretendemos serlo al llegar al Mundial y vamos a trabajar para eso", afirmó el DT en su conferencia de presentación. Hoy, a poco menos de seis meses de la Copa, su Selección ya es la máxima candidata a dar la vuelta olímpica en el Maracaná. Es cierto que es algo natural, dado que es el anfitrión y además tiene un gran potencial individual y colectivo. Sin embargo, después de tres años navegando en la intrascendencia muchos no confiaban en la Canarinha. Hoy todo volvió a la normalidad y será el rival a vencer en el Mundial.
O Blog ha elegido a la mejor Selección del año en 2011 y 2012, siempre con la mente puesta en la Copa del Mundo. Uruguay y Alemania se ganaron el reconocimiento primero y Argentina y España después. Tres de esos cuatro equipos serán los grandes rivales del local, que brilló en 2013 y por eso recibe el elogio desde este espacio.
El año no comenzó bien para la Verdeamarelha. O mejor dicho, comenzó como había terminado 2012. En febrero cayó ante Inglaterra en Wembley y en marzo empató frente a Italia y contra Rusia. Su primera gran victoria del año fue en junio, cuando goleó 3-0 a Francia desplegando un fútbol de alto nivel. En ese partido se destacó Neymar y sirvió como una muestra de lo que iba a ver en la Copa Confederaciones pocos días después.
En general, dicho campeonato sirve como un ensayo general para el país anfitrión del Mundial, más para probar estadios, infraestructura y organización que para formar un equipo. Sin embargo, en esta ocasión Scolari aprovechó al máximo la exigencia de los rivales y encontró el plantel que jugará el certamen que realmente importa. En la Confederaciones quizás nació el próximo campeón del mundo.
Julio César volvió a su mejor nivel; David Luiz y Thiago Silva se afirmaron como una pareja de centrales rápida, confiable y segura; Marcelo y Dani Alves son dos exponentes dignos de la escuela de laterales brasileña; Paulinho fue la gran aparición del año en el centro del campo, la pieza más importante de la idea de Scolari: equilibrio y profundidad; Oscar y Luis Gustavo demostraron capacidad para atacar con criterio y también para retroceder cuando se necesita; Fred hizo lo que debe hacer un centrodelantero: goles; Hulk fue un gran acompañante y Neymar jugó como la joya que es.
De Neymar se dijo lo siguiente en este mismo blog tras su consagración como el mejor jugador de la Copa Confederaciones: "Este fue el torneo consagratorio del nuevo ídolo de Barcelona, sin lugar a dudas. Por primera vez, la Selección de Brasil se movió al ritmo de Neymar, que fue de menor a mayor, como todo el equipo. Scolari armó el esquema ofensivo en torno a él y el delantero paulista no decepcionó. Hulk y Fred se sacrificaron para que el ex Santos brillara y esa fue la clave del ataque del campeón. Ganador del Balón de oro al mejor jugador del torneo, Neymar anotó cuatro goles y fue ovacionado en cada estadio en el que jugó. A los 21 años, es la gran esperanza del Scratch para "su Mundial".
Eso fue Brasil en la Copa Confederaciones y así llegará al Mundial, con un equipo firme, que sabe lo que quiere y con personalidad. Durante 2013 encontró solidez y volvió a meter miedo, algo que será clave el próximo año, en el que buscará enterrar para siempre los fantasmas y ser campeón del mundo ante su gente. Quizás la única deuda que le queda al fútbol brasileño.