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El riesgo de no tomar riesgos

Ese parece ser el mensaje claro e inobjetable de la liguilla por el campeonato del futbol mexicano. Y si no me cree, pregúnteselo al América y al Cruz Azul, que dentro de sus "miedos", no salieron a buscar más y terminaron quedándose sin nada. Por el contrario, equipos que arriesgaron como Pachuca y Santos están en están semifinales.
Al final, la cancha parece ser justa: aquellos que ponen más en juego, se quedan con más para buscar la gloria.

LOS ANGELES, CA.- Más que un mensaje de futbol, es un mensaje de vida.

A uno le sucedió saliendo del vestidor cuando iba camino hacia a la cancha y al otro le pasó en pleno juego, cuando la tormenta apretaba y el espíritu decaía: América saltó al campo de Torreón pensando en no perder su ventaja y el Cruz Azul se sentía vencedor con un 2-0 en casa y decidió no buscar el tercero. Los dos están donde tiene que estar: viendo las semifinales por televisión.

Dentro de sus grandes limitaciones futbolísticas --luego de la gran irregularidad de la temporada-- el futbol mexicano es capaz de darnos una lección clara y contundente: aquellos que salgan a especular, no tendrán éxito. Y por el contrario, equipos que muestren otra clase de intenciones, de personalidad y de mentalidad, como el intrépido Pachuca o quizá el juego de "matar o morir" que propone Santos, tendrán más oportunidades de seguir avanzando.

No hay forma de justificar el fracaso de Cruz Azul y del América en la Liguilla. Más allá de las imperfecciones que uno y otro mostró durante la campaña regular, eran y serán siempre dos candidatos que tiene que buscar el campeonato.

El América fue el sábado en Torreón, una evidencia inobjetable de todo su accionar en el 2014: un equipo temeroso de sus propias capacidades. Con futbol y futbolistas que podían dar más y que al final fueron mezquinos e hipócritas. Y el Cruz Azul tuvo un torneo impecable, alimentó esperanzas ganando el trofeo de la Concacaf, pero otra vez, bajo una tormenta, bajo presión, como había sucedido en mayo del año pasado, volvió a carecer de lo mismo: más que un problema de "azules" fue un problema de "blanquillos".

¿Qué tanto son responsables los jugadores y qué porcentaje es culpa de quién dirige y envía un mensaje a esos jugadores? Y no se trata de una situación de imagen corporal como confunden algunos. Enrique Meza, el veterano entrenador del Pachuca, es un hombre tranquilo desde la banca, pero su equipo ha sido "un torbellino" desde los minutos finales del campeonato que terminó rubricando un milagroso arribo a la liguilla y enseguida un impactante paso por los cuartos de final sobre Pumas. Pachuca es hoy un "equipo caliente", con un goleador a tope --el ecuatoriano Enner Valencia-- y que puede sorprender a cualquiera. Lo mismo, el Santos de Caixinha, el entrenador portugués que terminó corriendo y festejando al estilo "Mourinho", luego de la trepidante eliminatoria ante el América. Toluca, que es el gran favorito sin duda y el León, el campeón que se metió a la liguilla con una combinación de resultados, tienen también la osadía de buscar y querer siempre más en la cancha. Tanto José Saturnino Cardozo como Gustavo Matosas se expresan futbolísticamente como son en la vida: dos tipos intrépidos y hambrientos que no salen a especular.

El futbol es un deporte justo en la cancha. Al final del día, termina dándole más a quien tiene que darle más. Aquel que acepta y toma los riesgos, tendrá siempre una mayor oportunidad de acercarse a la gloria.

@Faitelson_ESPN