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Cuando soñar no cuesta nada

Herrera, Márquez y Peña Mexsport

En pleno Palacio Nacional, Miguel Herrera volvió a reiterar las aspiraciones mexicanas y dijo tajantemente que las 32 selecciones comienzan el Mundial con las mismas posibilidades. El presidente Peña Nieto les dijo que "salgan a ganar" y un Rafael Márquez nervioso recibió el lábaro patrio. El tiempo se acorta y nadie sabe qué tipo de nivel tendrá México cuando sea el momento de salir a la cancha y jugar ante Camerún. Por lo pronto, el técnico, los jugadores y los políticos hacen el juego que les corresponde hacer.

CIUDAD DE MÉXICO.- El globo de la expectativas sigue inflándose...

"Somos 32 selecciones y todas tenemos las mismas posibilidades", dijo Miguel Herrera este mediodía en Palacio Nacional, luego de que la selección mexicana fuese abanderada por el presidente Enrique Peña Nieto. Y en el papel, puede que todos los equipos comienzan soñando en ganar el Mundial, pero Herrera sabe bien que el evento divide enseguida a los protagonistas de los aspirantes y a ambos de los simples participantes. Y México, es, sin duda, un participante con aspiraciones de generar una sorpresa en la primera ronda.

Las últimas encuestas muestran poco optimismo en el pueblo mexicano -sea o no sea aficionado al futbol- con respecto a la actuación que México tendrá en Brasil 2014. Y la opinión pública está en todos su derecho tras los antecedentes que acompañaron a esta selección en el proceso de clasificación mundialista. "Salgan a ganar", le dijo el presidente Enrique Peña Nieto, un mensaje políticamente correcto al que yo agregaría que salieran "a competir". "Ganar" es, muchas veces, una consecuencia de "competir".

El Mundial se juega en diferentes niveles: aquellos que aspiran a pelear por el título, otros que buscan acercarse a la gloria, algunos más que tratan de mostrar avances en su futbol y aquellos que se conforman con el glamour y el sitio que significa pertenecer a los mejores 32 equipos del mundo. El Mundial tiene "clases sociales" bien establecidas y saltar de un nivel a otro resulta complicado por no decir imposible.

¿Dónde está el sitio de México en esta Copa del Mundo? La pregunta es difícil de responder porque históricamente México ha sido un equipo que muestra aptitudes y condiciones en la primera fase del campeonato y que después, cuando tiene enfrente a los verdaderos candidatos, encuentra el límite de sus posibilidades. El problema es que esta vez México viene precedido de uno de sus peores momentos futbolísticos en la historia. Los cuatro partidos que tiene por delante antes del debut mundialista podrían darnos y también no darnos una idea de la calidad y fortaleza de este equipo mexicano.

El entrenador nacional y los futbolistas envían, como tiene que ser, un mensaje positivo sobre sus aspiraciones. Las autoridades y los patrocinadores, que hacen de esto un negocio, no parecen tan optimistas como en otros tiempos. Y los aficionados, de acuerdo con las últimas encuestas, tampoco están convencidos del éxito de esta selección. El periodismo, por su parte, está dividido, pero hay que tomar en cuenta que parte de ese periodismo -si podemos llamarles así- participa directamente en los intereses comerciales de la selección y que, al final del día, su punto de vista se puede ver contaminado.

El Mundial está a la vista, damas y caballeros. Falta apenas un suspiro, casi nada. Las grandes selecciones y los mejores jugadores del mundo haciendo de este maravilloso deporte un gran espectáculo. Un verano caliente, un verano donde rueda el balón y se esparcen la ilusiones. Hoy, se vive de preguntas y de expectación. Mañana, podríamos ver la misma escena, una escena favorita de nuestra época con Iker Casillas agitando la Copa en todo lo alto o con Brasil afirmando como la selección que mayor lustre le ha dado al juego. Hipotéticamente, las 32 selecciones comienzan con las mismas posibilidades. Todos sabemos que no es así.

@Faitelson_ESPN