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River ilusiona

BUENOS AIRES -- Otra victoria de River y la sensación que queda es la de temor a excederse en los elogios. Porque la elección futbolística emprendida por Marcelo Gallardo desde que se hizo cargo de la dirección técnica, no hace más que rendirle frutos.

En la previa, cada prueba aparece como un escollo a sus pretensiones; sin embargo, esos exámenes son superados con holgura. Y desde afuera, cuando analizamos, ese fútbol que va tapando fisuras en cada presentación, que se supera ante cada compromiso, nos deja un sabor poco común: el de ponernos ante la obligación de ser redundantes en los conceptos positivos.

Tampoco pasa por no destacar una tarea si se la merece, al contrario, el tema es que muchas veces el edulcorar una idea termina por generar en el lector una sensación contraria. Pero bueno, lejos de tener una postura indulgente hacia el conductor del equipo o hacia sus intérpretes dentro del campo, la lectura objetiva vuelve a mostrarnos a un River que se saca de encima compromisos con una notable facilidad. Convirtiendo goles y fortaleciendo la visión de que el equipo funciona gracias a una suma de buenos rendimientos individuales, y no a una o dos figuras destacadas.

Aunque los rivales ya empiecen a conocerlo, a estudiar sus flaquezas y a buscar el Talón de Aquiles para entrarle por ahí, ante Defensa y Justicia, más allá de algunos sobresaltos lógicos que se atraviesan en cualquier partido, nunca vio en peligro su victoria. Mérito a una estructura que pondera el ataque por sobre la mezquindad, que propone atacar aún cuando el marcador le es favorable, que involucra a todos en la recuperación de pelota y que tiene esa idea de conjunto cuando debe jugar. Virtud del director técnico, que supo internalizar sus conceptos en un grupo que entendió a la perfección lo que pretende.

Pero claro, no estamos ante un equipo imbatible. En el fútbol eso no existe. Por eso es que habrá que estar atentos a algunos aspectos futbolísticos que abren interrogantes. El primero de ellos es: ¿hasta dónde podrá soportar semejante trajín desde lo físico? Porque tanta presión a la hora de recuperar exige desde lo físico, y conforme pasen las semanas, ese desgaste lo irán sintiendo. No es para buscarle el lado negativo a algo que viene muy bien, sino para analizar un costado que también forma parte de esta magnífica realidad. Porque nadie desconoce que en algún momento semejante esfuerzo redundará en la obligación de modificaciones y habrá que ver ahí si los relevos, con la responsabilidad sobre sus espaldas, se encuentran a la altura de los titulares. Pero eso es ir muy adelante...

El hoy indica que River otra vez ganó, jugó bien, hizo muchos goles y dejó en su gente un sabor a ilusión. Y no se trata de una reflexión edulcorada, sino del reflejo fehaciente de un equipo que está convulsionando el fútbol argentino.