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Una joven Vecchia Signora

Tevez llenó un doble vacío del equipo turinés: delantero goleador y líder de equipo Getty images

BUENOS AIRES – Hay algo claramente contradictorio entre el nombre del equipo que dominó el 2014 en Italia, Juventus, derivado del antiguo latín "iuventus", que quiere decir juventud, y el apodo generalmente más empleado, el de Vecchia Signora del Calcio.

Sin embargo, la contradicción es tan sólo aparente: Juventus es realmente la Vieja Señora del fútbol italiano, por títulos ganados y por superioridad en el tiempo, pero también es cierto que, gracias sobre todo a una nueva camada de dirigentes, se esmera para mantenerse joven y vigorosa.

Esta amalgama entre dos característica tan opuestas ha sido particularmente evidente en el año solar que está a punto de cerrarse, el 2014, que la Madama (otro de los apodos más comunes del centenario club de Turín) cerró con un nuevo récord absoluto, el de los 95 puntos cosechados en las 37 fechas del torneo local disputadas.

Antes de escibir estas líneas, fuimos a buscar el artículo publicado en ESPN.com el 18 de mayo de 2011, cuando Juventus venía de dos séptimos puestos consecutivos y acababa de contratar a Antonio Conte. Esa nota se cerraba con las siguientes palabras: "Los viejos caballeros (por Gianni y Umberto Agnelli, NdR) ya no están, démosles a estos jovencitos el tiempo para aprender: quizás nos devuelvan a la Vecchia Signora perdida".

En poco más de tres años, no sólo recuperamos a esa Juventus extraviada, sino que la Vecchia Signora volvió con tres títulos consecutivos, una marea de récords quebrados, la primera cancha de propiedad de Italia (inaugurada el 8 de setiembre de 2011), una economía totalmnente saneada y el primer puesto en el facturado anual. Un triunfo total.

En agosto 2014, luego del título de los récords (102 puntos finales, 80 goles anotados), llegó la traumática renuncia de Antonio Conte, el artífice de ese trienio triunfal, y la llegada de Massimiliano Allegri. En ese momento, muchos dudaron sobre la continuidad del proyecto, máxime porque Allegri pregona un estilo de fútbol casi opuesto al de su predecesor.

Sin embargo, en realidad se trató de una profundización de ese proceso: luego de los títulos nacionales, la dirigencia pretendía regresar al "G-8" de Europa, es decir meterse por lo menos en cuartos de final de la Champions League. Luego del fracaso europeo de Conte, eliminado en primera ronda por Galatasaray, se eligió a un entrenador que nunca había quedado eliminado en la primera fase en su cuatro experiencias con Milan.

Los hechos demuestran el acierto de aquella decisión: Juventus sigue líder en el torneo local, posición que nunca dejó en las 16 fechas disputadas y que ahora ostenta con tres unidades de ventaja sobre un excelente rival como Roma, y además se aseguró el pase a octavos de Champions, donde en febrero encontrará a un rival peligroso pero no imposible, el Borussia Dortmund, con muchas chances de lograr el cometido de pasar a cuartos de final.

Pero lo más relevante es que Juventus, el tricampeón que aplastó a la competencia con su intensidad, poderío físico y fortaleza anímica, si perder esta calidades ahora juega un mejor fútbol, más espectacular y atractivo, en línea con esas potencias europeas con las que pretende codearse.

Lo cual demuestra algo más: no era Antonio Conte el verdadero artífice de esos triunfos (si bien sin duda fue una pieza vital): la condución del equipo, esos "jovencitos que necesitaban tiempo para aprender", es la que merece el crédito por todo lo logrado, porque un grande club, obviamente, viene antes que sus técnicos y hasta que sus jugadores.

No sería justo, sin embargo, no referirse a los fútbolistas que han permitido que el 2014 fuese un año tan espléndido en la historia de la Vecchia Signora. Un plantel que rabalsa de talento y de personalidad, con grandes veteranos como Gianluigi Buffón o Andrea Pirlo, y los mejores "extranjeros" del torneo, Carlos Tévez y Arturo Vidal.

Carletto, como lo llaman en Italia, vino a llenar dos vacíos que tuvo el equipo antes de su llegada: el de un delantero de mínimo 20 gol por temporada (anotó 19 en la pirmera, ya lleva 10 en la actual) pero también el de un líder capaz, en los inevitables momentos de dificultad, de ponerse el equipo al hombro, algo que el argentino ya demostró infinidad de veces en su año y medio de Calcio.

Tévez es un futbolista que triunfó en todos los equipos en los que jugó, hasta salvando a West Ham del descenso. Todas sus hinchadas lo amaron y es hasta superfluo recordar el enorme aprecio que los boquenses tuvieron y aún tienen por él. Sin embargo, luego de 18 meses, es posible afirmar que Carlos Tévez ha encontrado su lugar en el mundo en el club de Turín, donde además parece haber alcanzado su definitva madurez como jugador.

Un párrafo también por otro sudamericano, el increíble Arturo Vidal. Hoy por hoy, sin dudas alguna, el mejor volante de cantidad y calidad del mundo, que por encima, con 33 goles en 109 partidos de liga con la camiseta bianconera, ha entregado un aporte fundamental también en el aspecto goleador.
Ambos, chileno y argentino, sintetizan de manera maravillosa esa dicotomía entre veteranía experimentada y furor juvenil que caracterizan a la "Vecchia Signora" Juventus.