MÉXICO -- Sé que los dos partidos que lleva México en la eliminatoria de Concacaf han dejado cosas por resolver, sin embargo hay seis puntos en la cuenta y eso debe dar tranquilidad para que el naciente proceso de Juan Carlos Osorio pueda trabajar y calmar las constantes críticas que hay en torno a la Selección Mexicana.
Yo sé que contra El Salvador se falló mucho ante la portería rival, y que contra Honduras el partido fue de bajo nivel. Pero en ambos duelos, México fue claramente superior y ganó con justicia por diferentes razones, la más importante se resume en una simple palabra: calidad. Y ese término aplica en todos los sentidos cuando se hace un comparativo con los dos rivales que se enfrentó, hay más calidad en el cuerpo técnico, en la dirigencia, y lo más importante en los jugadores tanto titulares como reservistas.
Entiendo que no fue el esquema más propositivo contra Honduras, que Raúl Jiménez no es extremo derecho, que Alanís no es el mejor lateral-volante para la izquierda porque profundiza muy poco, y que Miguel Layún pudo ser una mejor opción para esa posición que domina. Entiendo lo anterior, pero también entiendo las circunstancias y no olvido que México tenía 23 años sin ganar en Honduras, y que Osorio apenas lleva una semana y un par de días trabajando con este grupo. Era iluso pensar que en tan poco tiempo su idea futbolística quedara asimilada.
Le doy la derecha a Osorio porque cada cosa que intentó tuvo una razón de ser y porque tenía estudiado al rival. He escuchado muchas veces a otros técnicos nacionales decir que no les interesa el rival y que se enfocan nada más en su propio funcionamiento. Grave error. El colombiano conoce su negocio, y tal vez fue muy pretencioso en sus declaraciones en la víspera hablando del estilo que pretende. Pero fuera de eso, no se le puede pedir más en este arranque tan precipitado de su proceso.
Todo lo que tiene que ver con la Selección se magnifica, tenemos que bajarle los decibeles. Cuando México pierde en Concacaf es crisis absoluta del sistema, cuando gana es porque los rivales son muy malos. Por eso hoy veo este resultado como el "vaso medio lleno". Va por buen camino, hay muy buen material humano en las manos de un entrenador estudioso que sabe lo que hace. Eso tiene que ser suficiente para que el proceso eliminatorio sea sin sobresaltos y que mantenga una línea ascendente.