MÉXICO -- Ridículo, indignante, penoso, irrespetuoso, impune, burla, cachondeo, injusto. Son nada más algunos de los términos que me pasan por la mente al enterarme de que Ricardo Ferretti apenas fue sancionado con dos partidos por el zafarrancho que armó el sábado contra Monterrey.
Allá la Comisión Disciplinaria, que sigue sembrando precedentes muy peligrosos, que no se da a respetar y que no hace que sus agremiados sean respetados. No es nuevo que tenga una ejecución tan errática, tan alejada de una correcta impartición de justicia. La Disciplinaria se ha convertido en un ente burocrático que aplica sanciones apegada a un ridículo tabulador en el que no impera el más mínimo criterio. Para eso no tiene razón de existir. Ese es un tema.
Otro distinto es el del 'Tuca' Ferretti que tal parece que tiene "licencia para matar", que puede hacer lo que se le dé la gana saliendo impune, que no respeta árbitros, jugadores rivales y propios, aficionados y periodistas. Pero "así es El Tuca", y hay quien le festeja estos desplantes, las mentadas de madre, o la puntada de mostrarle la billetera al árbitro del partido. "Así es El Tuca".
Se olvida Ferretti, una y otra vez, que es el capitán de un equipo que representa a la Universidad Autónoma de Nuevo León, a una institución educativa que obliga a cumplir con un comportamiento a la altura, a respetar una serie de valores, y no a manejarse como un gamberro (que comete actos de grosería o incivilidad) como ya es su sello característico.
Correspondería al club imponerle una sanción ejemplar, pero apuesto doble contra sencillo que no va a pasar; ojalá me equivoque. Ferretti pesa más en Tigres que el propio presidente del club. Hace y deshace a su antojo. ¿Quién lo va a llamar a cuentas? Pésimo ejemplo, por más crédito que tenga por sus buenos resultados.
Nadie discute su calidad como entrenador. Me sobran dedos de una mano cuando pienso en directores técnicos en México con un currículum tan sólido como el suyo. ¿Pero eso le da vía libre para hacer lo que quiera? Esto sigue pasando, atención Comisión Disciplinaria, porque las sanciones son de risa. Cuando tendría que haber mano dura, apenas hay dos juegos de castigo. Luego no preguntemos por qué hay tan poco respeto a la autoridad, a los rivales y a los medios de comunicación. No podemos permitirlo.