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¿Bienvenido de vuelta, Big Papi? Un regreso de Ortiz sería bien recibido

David Ortiz se despidió de sus fieles fanáticos en el Fenway Park luego que sus Medias Rojas fueran eliminados por los Indios en el Juego 3 de la SDLA. AP Photo/Charles Krupa

La temporada de los Medias Rojas de Boston terminó el 10 de octubre en el Fenway Park, y luego que David Ortiz le dijera adios a la fanaticada, parándose en el montículo con emoción en su rostro, volvió al camerino, y su carrera había concluído.

Uno por uno, sus compañeros fueron hasta su casillero para darle un abrazo final, una felicitación final, un adios. Ryan Hanigan, con 10 años de experiencia en Grandes Ligas, dejó en claro el punto al pedirle que le firmara un bate. Sus compañeros de Boston habían compartido su última temporada con él, disfrutando la experiencia hasta el día final.

De todos modos, ese era el plan, el que Ortiz reafirmó al someter formalmente sus papeles de retiro ante la Asociación de Jugadores. Escribió una columna en el Players Tribune hace tres semanas reiterando que sí, se estaba retirando del deporte.

Y aun así, algunas personas que han jugado con él se preguntan en privado si va a cambiar de parecer, intrigados por su mensaje en Instagram la semana pasada sobre un posible regreso luego que los Medias Rojas consiguieran en cambio a Chris Sale. Ortiz dijo de nuevo hace dos días que su carrera había terminado, pero sus amigos se preguntan si en realidad su decisión es final y firme - y algunos de ellos creen fuertemente que de todos modos Ortiz debería reconsiderar su retiro, mientras siga siendo uno de los mejores bateadores en el béisbol.

A menos que Ortiz cambie de parecer, él será el mejor jugador, y el más efectivo en retirarse desde que Sandy Koufax se retiró a los 30 años luego de la temporada de 1966 en la que jugó con artritis en su codo izquierdo.

Pero ¿es eso algo bueno, el ceder la oportunidad de la excelencia mientras sigas teniendo la habilidad para lograrla?

La temporada pasada, David Ortiz logró 87 extrabases y se ponchó 86 veces, y tuvo 5.1 Victorias Sobre Reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés). Para poner ese número en perspectiva, he aquí los mejores totales de WAR para jugadores en el Salón de la Fama en la temporada final de sus respectivas carreras, recopilados por Sarah Langs de ESPN Datos:

Por supuesto, Clemente no se retiró, ya que falleció trágicamente en un accidente de aviación luego de la temporada 1972. Los Dodgers cambiaron a Jackie Robinson a los Gigantes luego de la temporada de 1956, y Robinson optó por retirarse, antes de jugar para sus odiados rivales. Ningún otro jugador del Salón de la Fama en su última temporada se acercó a lo que Ortiz logró en la pasada temporada.

Así que quizás este no sea el momento correcto para que él se aleje del deporte. Solo Ortiz lo sabe con seguridad.

El dolor en los pies de Ortiz lo persiguió durante toda la temporada, y como muchos otros jugadores viejos, ya no puede aguantar el ritmo de los viajes y el desgaste de una larga campaña de béisbol. Durante la temporada, es posible que yo le haya preguntado media docena de veces si cambiaría de opinión, y en su respuesta siempre mencionaba el dolor. Prefería hablar sobre su deseo de alejarse de la carretera.

Pero Ortiz también hablaba sobre su conocimiento acumulado y sobre cómo ahora sabe tanto sobre bateo, y sus amigos añaden esto: él sigue amando el momento en el que se para en la caja de bateo en un momento importante, con el juego en la línea, con los fanáticos gritándole a favor, o en contra.

Si Ortiz decide volver a los Medias Rojas para la temporada 2017, esperemos que no le preocupe la ola inicial de críticas que enfrentaría por cambiar su decisión. Sí, inmediatamente sería comparado con Brett Favre, quien estableció el estándar para los regresos luego de un alegado retiro, y seguro, Ortiz sería criticado por cambiar de opinión luego de haber pasado por tantas ceremonias de retiro y ovaciones de pie, incluyendo un fin de semana entero de despedidas en el Fenway Park al final de la temporada regular.

¿Saben qué? A quién le importa.

Ortiz fue sincero en su intención de retirarse, y es su prerrogativa el cambiar de opinión sobre su trabajo, al igual que cualquier otra persona en este país.

A los fanáticos de los Medias Rojas les encantaría, y quizás aún más importante, los Medias Rojas lo recibirían con los brazos abiertos. Ha habido grandes jugadores cuya actuación al final de sus carreras bajó tan dramáticamente, al grado de que en privado, sus empleados estaban contentos de que se retiraran, para relevarlos de la responsabilidad de mantenerlos en la alineación.

Pero ese no es el caso con Ortiz, quien fue increíblemente importante para una alineación de Boston que anotó 101 carreras más que cualquier otro equipo la pasada temporada. Mookie Betts terminó segundo en la votación del JMV en la LA, como el mejor jugador de Boston, pero Ortiz fue el mejor bateador en la alineación de los Medias Rojas. Tuvo un wRC+ de 163, estadística que mide las carreras creadas, y el único jugador en Grandes Ligas que tuvo un número mejor que ese en 2016 fue Mike Trout.

A los compañeros de Ortiz les encantaría tenerlo de vuelta para mejorar su ofensiva y capturar su conocimiento. Si Ortiz vuelve en 2017, no estaría bloqueando a nadie: el prospecto de los Medias Rojas Sam Travis está laborando en su regreso de una lesión, y realmente no sería una opción hasta mediados de temporada, y Boston firmó al veterano Mitch Moreland con un contrato de un año para ayudar a absorber algunos de los turnos al bate dejados por el Big Papi.

Ortiz es bien querido en el deporte por su cálida personalidad, lo que le ayudaría a disipar rápidamente el asunto de los regalos y las ceremonias de retiro. Él sería el primero en criticarse a sí mismo por su cambio de mentalidad. Le agradecería a todo el mundo por la forma en que fue tratado el año pasado, y ofrecería hacer donaciones con parte de su salario de 2017 a los equipos que le dieron a su fundación. Podría hacer un punto de honrar a los fanáticos con otros equipos, de la forma que Mariano Rivera lo hizo el año pasado.

Y, en el Fenway Park, su retroceso sería olvidado la primera vez que se pare en el plato. Lo ovacionarían y le gritarían de la misma forma que lo hicieron en el pasado verano.

Solo hay un puñado de días en la vida de los pocos escogidos que han jugado en las Grandes Ligas para ganarse la vida. Cal Ripken ya no lo puede hacer más, ni Al Kaline, o Derek Jeter, o Pedro Martínez. Todos ellos aman el béisbol de la misma forma que Ortiz ama el béisbol, pero el juego ya no está accesible a ellos.

Pero a David Ortiz todavía le quedan días en su carrera. Podría mantenerse firme en su decisión tomada y anunciada hace un año de irse del juego, y eso estaría bien. Pero si cambia de parecer, también sería una gran decisión. Podría canalizar su Michael Jordan interno y colocar tres palabras en Instagram: Estoy de vuelta.

Podría ignorar la respuesta negativa de un puñado de columnistas y fanáticos, y sería abrazado nuevamente, volviendo a hacer lo que él hace mejor que nadie.

Una nota más de Lang: Ortiz lideró las mayores en dobles (48), la Liga Americana en RBI (127) y las mayores en slugging (.620) y OPS (1.021). El único de los miembros del Salón de la Fama en la lista mostada arriba en liderar alguna categoría importante fue Hank Greenberg, quien lideró la Liga Nacional con 104 boletos.