MAR DEL PLATA -- ¿Qué Argentina y España terminan 1-1 el viernes? ¿Quién lo dijo? Al menos lo firmaría David Ferrer. Y hasta pagaría plata de su bolsillo para que la primera jornada de la final de la Copa Davis quede empatada. Y no miento. Ya lo aseguró el propio jugador hace unos días.
Yo lo dudo. Es posible, claro, pero no lo creo tan probable. Y acá no lo digo poniéndome la camiseta albiceleste. Pienso en el juego, en los protagonistas y le doy la espalda a los antecedentes en los choques personales, los mismos que indican que, si se mantiene la tendencia, van a quedar 1-1.
El más argentino de los argentinos se infla el pecho, se agranda y no duda. "Ja, ja, nos ponemos 2-0 y lo liquidamos el sábado con el dobles, con David Nalbandian y todo. ¿Qué se creen estos gallegos? ¿Qué nos van a ganar sin Rafael Nadal y todo?", con ese tono socarrón, de superado, de 'esta sí que la tengo clara'.
En cambio, cualquiera de los españoles que andan por aquí, con cautela y mucho respeto, podrá afirmar: "¡Qué joder, tío! Acá vinimos a por todas. Que estos no se crean que la van a tener fácil. ¡Que viva España y olé!".
A ver, vamos entonces a los bifes. En el partido que abre la finalísima en Mar del Plata, en el duelo de los dos David, es Nalbandian el que está 3-6 contra Ferrer. Pero ojo al piojo: el ídolo argentino figura 3-2 en los partidos jugados en canchas rápidas, ya que el español ganó los cuatro en arcilla.
Por el nivel que recuperó, su hambre de gloria copera, su experiencia y sus pergaminos, Nalbandian tiene todas las de ganar. Debe tener paciencia, porque Ferrer se corre y devuelve todo. Una especie de Nadal, pero con perfil de diestro y menos solidez. No será fácil. Pongo mi voto sin dudar: gana el primero y Argentina se pone 1-0.
¿Y después? Ahora bien: el punto que veo más duro es el de Juan Martín, la torre de Tandil. Viene dulce, en su mejor año como profesional, con gran confianza, pero muy cansado mentalmente. Ah, y como si fuera poco, con infección en uñas de los pies. Y casi seguro jugará infiltrado. Hmmmmmmmm
Por eso, si bien creo que Nalbandian irá contra la tendencia previa y va a vencer a Ferrer, pienso que, pese a todo, Del Potro va a cantar victoria. El pibe supera 2-1 al zurdito y talentoso López, que saca bárbaro, ataca mucho y tiene un slice de revés que puede molestar bastante al dueño de casa.
Delpo quería chocarse con López, porque al estar cansado, un partido con planteo de puntos cortos le puede venir bien. Pero igual no tendrá ritmo. En fin, estará obligado a sacar muy bien e intentar, con sus idas y vueltas del fondo, mover a su rival, y tratar de mantenerlo en la base.
Por eso, confío en que los locales se pondrán 2-0 y quedarán match-point o a punto de partido, como cada cual prefiera. Pero por primera vez en la historia, en su primera final de local, Argentina puede ponerse a tiro. Ahora también es cierto que, si uno de los dos pierde, ése puede ser Del Potro.
Tiene un sueño enorme y lo quiere concretar, pero sabe que no llega en su plenitud. Por eso, repito: el equipo albiceleste tiene motivos para confiar en ponerse 2-0. Pero si quedan 1-1 no me imagino que sea porque pierda Nalbandian.
Y por eso, además, a Argentina le conviene que David juegue en la apertura, para que Delpo pueda salir a la cancha con un parcial de 1-0 y la gente loca de alegría, gritando a full y metiéndole una presión tremenda a López, justo él, poco amigo de las grandes patriadas.
Por eso, ¿sirve la futurología? No siempre. Igual, en un deporte bastante lógico como el tenis, puede valer de mucho.