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Imposible nombrar sólo a uno

BRISTOL -- Honor a quien honor merece.

En años recientes periodistas, aficionados y los mismos jugadores han caído en el juego de decir: es el mejor de todos los tiempos, se dio con Rod Laver, pasó también en la época de Bjorn Borg, se repitió mientras estaba en la cima Pete Sampras y ahora la frase resurgió con Roger Federer.

A los cuatro los vi jugar y por méritos propios merecen estar entre los más grandes tenistas de la historia, pero me parece que es atrevido, irresponsable, imprudente y hasta cierto punto peligroso hacer tan tremenda aseveración. Por qué hay tanta urgencia de coronar solo a un individuo.

Se está convirtiendo en una tendencia y no sólo en el tenis, de nombrar como el mejor de todos los tiempos cuando un atleta rompe las marcas de quienes jugaron antes y que aparentemente lleva a otros niveles a su deporte.

La mayor cantidad de títulos no necesariamente tiene que traducirse en que alguien es el mejor en algo. Federer, llegara o no a 14 títulos de Grand Slam, era ya considerado como un dios del tenis. La longevidad deportiva también debe contar, pero se debe analizar según el caso.

La capacidad de asombro se ha perdido en nuestros dias cuando se trata de analizar el pasado, es común escuchar frases tales como: se jugaban más lento, no tenían potencia o ahora son mejores. Las circunstancias son distintas y es muy difícil comparar épocas.

A muchas de las leyendas como Perry, Budge, Lacoste, Tilden, Hoad y Emerson, nunca las vi jugar, a otras como Gonzales y Laver las vi en el ocaso de sus carreras, pero eso no justifica que se les tenga que eliminar de la lista de los mas grandes.

Antes que ser osado como ellos lo fueron en la cancha, quiero ser prudente y, sobre todo, objetivo para nombrar a alguien como el mas grande de todos los tiempos.

¿Acaso alguien tiene la suficiente autoridad para descartar a alguien y decir que tal jugador es el mejor de toda la eternidad?

Esa designación es imposible de decir.