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Los bates no están sonando

Los Vigilantes de Texas y los Cardenales de San Luis llegaron a la Serie Mundial de idéntica manera: a palo limpio.

Ambos utilizaron esa arma para vencer a equipos que también contaban con una férrea ofensiva. En la primera ronda, Texas impuso su poder sobre el de los Rays de Tampa Bay, para luego hacer lo mismo con uno más poderoso, Tigres de Detroit. Mientras que San Luis desvaneció a los Filis de Filadelfia y luego a los Cerveceros de Milwaukee.

Y parecía que ambos iban a sostener un verdadero duelo en el plato a ver quién iba a anotar más carreras. Pero vaya sorpresa. En estos dos primeros compromisos de la Serie Mundial ninguno hasta ahora ha enseñado su arsenal, sumando entre ambos ocho carreras, cuatro por bando, lo que quiere decir que los pronósticos no se han cumplido.

En el primer encuentro San Luis ganó 3-2 con seis hits conectados, sin cuadrangulares y dos dobles. Y en el segundo partido Texas vino desde atrás en la novena entrada y terminó venciendo 2-1 a su rival.

Vamos a remontarnos a los dos primeros encuentros de ambos durante sus respectivas Series de Campeonato de liga. Por ejemplo, Texas anotó un total de 10 carreras producto de 17 imparables, incluyendo tres jonrones, todos de Nelson Cruz. En estas primeras 18 entradas, apenas Mike Napoli ha podido engarzarla y ponerla detrás de la cerca.

Esta vez Cruz ha sido silenciado por completo por los abridores Chris Carpenter -- dos carreras en seis entradas -- y Jaime García -- cero carreras en siete entradas --, con apenas dos imparables en ocho turnos al bate.

Pero los serpentineros de Texas tampoco lo han hecho mal. A pesar de cargar con la derrota, el zurdo C.J. Wilson esta vez permitió tres vueltas, mientras que Colby Lewis tuvo una labor sólida con seis y dos tercios de entradas en las que apenas le fabricaron una vuelta.

Por su parte, los Cardenales marcaron 18 carreras al compás de 26 inatrapables, tres de ellos jonrones, en esos dos primeros compromisos ante los Cerveceros, una diferencia del cielo a la tierra con relación a lo hecho ante Texas en el Clásico de Otoño. De hecho, no han conectado de cuadrangular todavía.

La tripleta conformada por Albert Pujols (6-0), Matt Holliday (6-1) y Lance Berkman (8-2) batea de manera combinada de 20-3, un crédito que se lo lleva completo el cuerpo de relevistas.

Obviamente el pitcheo abridor ha mejorado un mundo en relación a las anteriores series y la defensa ha jugado un papel primordial para esta mejoría. En este ultimo renglón, Texas ha sacado mejor provecho de las habilidades de su torpedero, el venezolano Elvis Andrus, quien el jueves se lució con dos jugadas de ensueño, rompiendo en ambas ocasiones la posibilidad de un rally por parte de la escuadra de Tony La Russa.

El relevo está funcionando para Texas, mientras que para San Luis, su bullpen fue victimizado por el bateo oportuno de los Vigilantes. El cuerpo de relevo de los texanos no ha permitido carreras en 4 2/3 entradas, y el de San Luis ha lucido intratable por cinco entradas, con la única excepcion del Juego 2, donde su estelar taponero Jason Motte perdió la ventaja al permitir las dos vueltas del triunfo texano.

En definitiva, esta Serie Mundial quizás haya perdido un poco de resplandor ante la ausencia de su atractivo más inicial más significativo: el bateo. Sin embargo, lo que no tiene de ofensiva, si lo ha tenido de emoción con dos partidos cerrados y repletos de jugadas defensivas no sólo preciosas, sino tambiés claves en los encuentros.

Esperemos a ver qué pasa en Texas para los próximos tres encuentros.