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La Máquina Beisbolera: Reconocimiento a los verdaderos héroes

Houston, Texas: Aficionados y Fanáticos al Rey de los Deportes: En 22 años narrando pelota, jamás había tenido una transmisión tan difícil como las tres que tuve esta semana. Como profesional del micrófono, uno tiene que aprender a que una vez que se escucha la frase "Al Aire", todos los problemas personales, las depresiones, las tensiones y en general, los sentimientos ajenos al evento que se transmite, tienen que quedar de lado. Y en verdad jamás había pasado problemas por esa situación... hasta esta semana.

Transmitir dos juegos desde Anaheim y uno más desde Milwaukee entre martes y jueves, con el gran dolor que pasaba mi país en esos momentos por el terremoto que sacudió varios de sus estados, devastando entre otros sitios la ciudad en donde nací, ha sido una de las situaciones más difíciles de mi carrera.

Quiero aprovechar LA MÁQUINA BEISBOLERA de hoy, no para contarles cómo me sentía, que eso al final poco importa, sino para expresar mi admiración, respeto y orgullo por toda esa gente que "se la ha rifado" en las calles desde la una de la tarde del pasado martes en labores de rescate, de ayuda a heridos, de localización de personas, de reunir y administrar materiales, comida y medicinas, de organización de albergues, de cobertura en medios de comunicación y en redes sociales.

Hace 32 años viví ese mismo drama, vi esas mismas imágenes pero con mis propios ojos y fui parte de aquel grupo que en alguna medida, ayudó a erigir el término SOLIDARIDAD, hasta hoy estrechamente ligado a los mexicanos, aunque jamás privativo de ellos. Hoy a distancia, mi admiración y respeto por todos y cada uno de ellos, que trabajan incansablemente desde la sacudida de 7.1 grados Richter, y que todavía no saben cuándo terminarán.

En medio del dolor de ver a mi gente sufriendo, de tener familiares y amigos sufriendo al perder a seres queridos, la semana beisbolera casi se me fue, dejando como saldo que ya tenemos a la mitad de los equipos clasificados para postemporada y otros 15 que aspiran (al menos matemáticamente) a los cinco sitios restantes para los Play Offs.

Llegamos a Houston para nuestro último Domingo de Grandes Ligas de la temporada. Una ciudad que apenas hace algunos días sufría de otra catastrofe que dejó tanta pérdida y tanto dolor. Llegamos todavía con nuestros hermanos de Puerto Rico y las islas del Caribe en el pensamiento mientras batallan con un huracán. Llegamos con la esperanza de que mi gente encuentre consuelo... pero con el orgullo de ser mexicano, de ser de un país que nunca se rinde y cuya gente da la vida por sus compatriotas...

¡No hay nada mejor!